El deterioro de las cuentas públicas se estabiliza transitoriamente en el 3T
El déficit del conjunto de las Administraciones públicas (AA. PP.), excluyendo las Corporaciones Locales (CC. LL.), se emplazó en los 75.403 millones de euros (6,8% del PIB) hasta septiembre y mostró una estabilización, que prevemos transitoria, en el deterioro de las finanzas públicas derivado de la COVID-19 (7,1% en agosto y 6,3% a finales del 2T). En concreto, los ingresos consolidados de las AA. PP. disminuyeron un 5,2% respecto a septiembre de 2019 (-5,9% hasta agosto) con una caída de los ingresos tributarios del 8,2% interanual (-9,0% hasta agosto), pero este descenso podría acentuarse en el 4T con la caída de la actividad por las nuevas restricciones para frenar la segunda ola de la pandemia (el fuerte repunte de la actividad en el 3T y el ingreso de declaraciones impositivas de 2019 y de los impuestos diferidos por la pandemia han suavizado su caída temporalmente). El gasto consolidado de las AA. PP. por su parte ha aumentado muy significativamente hasta septiembre (11,1% interanual) de la mano de las medidas extraordinarias implementadas para hacer frente a la pandemia.
- Hasta septiembre, el déficit del conjunto de las Administraciones públicas (AA. PP.), excluyendo las Corporaciones Locales (CC. LL.), alcanzó el 6,8% del PIB, 5,2 p. p. por encima del registro del año anterior.
- El déficit del Estado se situó en el 5,2% del PIB en el acumulado hasta octubre de 2020 (un registro 4,7 p. p. superior al de octubre de 2019).
- El déficit del conjunto de las Administraciones públicas (AA. PP.), excluyendo las Corporaciones Locales (CC. LL.), se emplazó en los 75.403 millones de euros (6,8% del PIB) hasta septiembre y mostró una estabilización, que prevemos transitoria, en el deterioro de las finanzas públicas derivado de la COVID-19 (7,1% en agosto y 6,3% a finales del 2T). En concreto, los ingresos consolidados de las AA. PP. disminuyeron un 5,2% respecto a septiembre de 2019 (-5,9% hasta agosto) con una caída de los ingresos tributarios del 8,2% interanual (-9,0% hasta agosto), pero este descenso podría acentuarse en el 4T con la caída de la actividad por las nuevas restricciones para frenar la segunda ola de la pandemia (el fuerte repunte de la actividad en el 3T y el ingreso de declaraciones impositivas de 2019 y de los impuestos diferidos por la pandemia han suavizado su caída temporalmente). El gasto consolidado de las AA. PP. por su parte ha aumentado muy significativamente hasta septiembre (11,1% interanual) de la mano de las medidas extraordinarias implementadas para hacer frente a la pandemia aunque también dio señales de estabilización. El aumento acumulado en los primeros nueve meses del año es consecuencia en gran medida del gran incremento en las prestaciones sociales (17,9% interanual) así como del aumento en la remuneración de los asalariados públicos (4,7% interanual). Por otro lado, el entorno de bajos tipos de interés actual permitió que la partida de gastos destinada al pago de intereses cayera un 10,6% respecto al registro de septiembre de 2019.
- El déficit del Estado en los primeros diez meses de 2020 aumentó hasta los 57.736 millones de euros, una cifra que representa el 5,2% del PIB (3,5% excluyendo el gasto en intereses). Este dato ya apunta a un empeoramiento en el primer mes del 4T con un descenso de los ingresos del 13,5% interanual hasta octubre (-12,3% hasta septiembre), derivado principalmente de la reducción de la actividad por la COVID-19. En particular, cabe destacar que la caída del consumo ha mermado la recaudación por IVA un 13,6% interanual (-12,3% hasta septiembre). Asimismo, los gastos del Estado acumulados hasta octubre aumentaron un 16% interanual. Los mayores aumentos de gasto correspondieron a transferencias a las CC. AA. y a la Seguridad Social.
- Estos datos muestran el fuerte impacto que la pandemia de la COVID-19 tendrá en 2020 sobre las cuentas públicas pero también una estabilización, que prevemos transitoria, del deterioro de las cuentas públicas gracias al fuerte repunte de la actividad en el 3T y a una fortaleza de la recaudación tributaria mayor de lo previsto. De cara a los próximos meses, por un lado, las nuevas restricciones a la movilidad para reducir la propagación del coronavirus en esta segunda oleada previsiblemente acentuarán la caída de la recaudación tributaria. Por otro lado, las necesarias medidas para apoyar a trabajadores y empresas continuarán reflejándose en un elevado gasto público (de hecho, los datos de ejecución de la Seguridad Social solo reflejan de forma parcial el enorme desembolso que se realizará a lo largo del año), algo mayor de lo previsto con las nuevas medidas económicas para capear la segunda oleada (como un mayor gasto en ERTEs). Como resultado, prevemos que tras la estabilización del 3T, el déficit vuelve a aumentar en el 4T y que supere el 12% del PIB en 2020 mientras que la deuda pública se sitúe alrededor del 120% del PIB.