Actividad y crecimiento

El Mittelstand alemán, un referente para las pymes españolas

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Fleischerei, Berlin. Photo by Lukas Juhas on Unsplash

Las pymes alemanas (o Mittelstand) tienen como seña de identidad una visión del negocio enfocada a largo plazo. Para ello, priorizan tanto la calidad del producto como el servicio posventa. Esta estrategia, reconocida desde hace décadas como un modelo de referencia, todavía ha brillado más durante los últimos años, ya que ha demostrado ser clave para capear mejor el embate de la crisis: entre 2008 y 2013, el valor añadido bruto (VAB) de las pymes alemanas aumentó un 18% y el número de empleados creció un 19%. Estas cifras contrastan con las de las py­­mes españolas: durante este mismo periodo, tanto el VAB como el número de trabajadores se redujo cerca de un 25%.1 Aunque son muchos los factores que han causado tal evolución dispar entre las pymes alemanas y españolas, una simple comparación entre ambos modelos ofre­­ce lecciones interesantes que pueden ayudar al tejido empresarial español a ganar robustez.

Uno de los principales rasgos de las pymes alemanas es la mayor proporción de empresas medianas (entre 50 y 500 empleados), en detrimento de la proporción de empresas pequeñas (entre 1 y 20 trabajadores). La dimensión empresarial es relevante, como mínimo por tres razones. Primero, porque está muy relacionada con la longevidad de las empresas, una característica deseable, ya que niveles de madurez más altos contribuyen a consolidar la capacidad de producción y la penetración de mercado. Por ejemplo, en enero de 2014, de entre las empresas españolas con 20 o menos asalariados solo un 14% había cumplido más de 20 años. En cambio, en las empresas de más de 20 trabajadores esta ratio alcanzaba el 43% (véase el primer gráfico).

El segundo factor a tener en cuenta es que las empresas más grandes también suelen exportar más. Por tanto, no sorprende que, en conjunto, el porcentaje de pymes alema­­nas que venden al exterior sea mayor, concretamente un 11% frente al 4% en España. Sin embargo, es destacable que las empresas medianas españolas tengan una tasa de exportación superior a las alemanas (véase el segundo gráfico). Otro dato esperanzador es el importante incremento de las exportaciones de las pymes españolas como proporción del total de sus ventas, que ha pasado del 11,9% en 2007 al 18,2% en 2011.2 Aunque no se disponga de datos más recientes, es muy probable que esta tendencia se haya reforzado en los últimos años viendo la buena evolución de las exportaciones.

Finalmente, un mayor tamaño empresarial también permite a las pymes alemanas una mayor diversificación de las fuentes de financiación, un factor especialmente útil en episodios de estrés financiero prolongado como el que hemos vivido los últimos años. En España se están haciendo esfuerzos en este ámbito, por ejemplo, con la creación del MARF y el MAB.

La capacidad de resistencia del conjunto de Mittelstand alemanas también es fruto de la diversificación de su tejido productivo. En España, como es bien sabido, hasta antes de la crisis el sector de la construcción tenía un peso im­­portante. Sin embargo, tras el ajuste que el sector ha llevado a cabo durante los últimos años (cerraron cerca de 100.000 pymes dedicadas a la construcción entre 2008 y 2012), la diversificación de las pymes alemanas y españolas es similar. En España, el peso del sector del comercio es ligeramente superior, un hecho has­­ta cierto punto razonable dado el ma­­yor atractivo tu­­rístico del país, mientras que en Alemania destaca el sector de profesionales, científicos y servicios técnicos.

Las pymes alemanas también se caracterizan por el elevado contenido tecnológico de sus procesos productivos, lo que contribuye a aumentar su valor añadido y la calidad del empleo. Por ejemplo, en 2012 el porcentaje de empleados en pymes del sector manufacturero con intensidad tecnológica media y alta era del 5,4% en Alemania, superior al 2,9% de España. Por lo que respecta al sector de servicios, en las py­­­mes alemanas el 16,4% de los trabajadores pertenecía a sectores intensivos en conocimientos, frente al 13,5% en España.3

En definitiva, un sector de pymes más internacionalizado, más innovador y más diversificado es la clave del éxito del Mittelstand. Las pymes españolas, en conjunto, to­­davía se encuentran lejos de los registros de sus vecinas alemanas, pero el camino andado los últimos años permite ser optimista.

1. Véase «A Partial and Fragile Recovery», Annual Report on European SMEs 2013/2014, Comisión Europea.

2. Datos de la Fundación SEPI para la industria sobre empresas con menos de 200 empleados.

3. Véase «Situación actual y retos de futuro de las pymes españolas» del Ins­­tituto de Estudios Económicos (2014).

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Alemania España Unión Europea
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