La solidaridad en España aflora con especial intensidad en momentos de crisis o ante grandes causas colectivas. Durante la Gran Recesión, la ayuda intergeneracional fue un pilar fundamental que ayudó a sobrellevar las dificultades económicas a muchas familias. En la pandemia, la entrega de miles de trabajadores esenciales, tanto del sector público como del privado, fue clave para que la sociedad saliera adelante. Campañas como La Gran Recogida de los Bancos de Alimentos, el Rastrillo de Nuevo Futuro o La Marató de TV3 son ejemplos elocuentes de cómo la ciudadanía responde de forma masiva a situaciones críticas. Pero la solidaridad no se limita a determinados momentos del año o a emergencias puntuales: cada día, miles de personas apoyan de forma discreta a entidades sin ánimo de lucro mediante donaciones económicas. Estos gestos cotidianos, aunque menos visibles, permiten a miles de oenegés llevar a cabo una labor encomiable. En este artículo analizamos cómo y a qué causas donan los españoles.

Para este análisis utilizamos una fuente de datos inédita hasta la fecha: los donativos que realizan los clientes de CaixaBank a través de la operativa bancaria, debidamente anonimizados.1 Mientras que otros análisis, basados en encuestas, preguntan a los individuos por el importe donado, esta base de datos registra los donativos realizados efectivamente a oenegés en algún momento del año a lo largo y ancho del país.2 La muestra analizada incluye donativos realizados mediante domiciliación bancaria, transferencias, bizums y pagos con tarjeta.

Esta base de datos contiene las donaciones monetarias realizadas por los españoles en 2024 y permite analizarlas desde la perspectiva de los donantes (que analizamos en el siguiente artículo) y desde la perspectiva de las entidades receptoras, que analizamos aquí. Para ello, las agrupamos según la causa principal que apoyan (cooperación internacional, sanidad o servicios sociales, entre otras)3 y se emplea información pública que facilita determinar la finalidad principal de cada organización, combinando procesos automáticos de clasificación con una revisión manual posterior. De esta manera, se clasifican más de 2.000 onegés en categorías que reflejan la causa predominante de su actividad.4

En 2024, cerca del 90% de los donativos recaudados se concentraron en cuatro grandes causas: cooperación internacional (38,4%), sanidad (25,5%), servicios sociales (14,8%) y religión (11%). Las otras cinco causas identificadas (derechos humanos; investigación; medio ambiente, flora y fauna; cultura, arte y humanidades; y educación y universidades) percibieron el 10% de recaudación restante (véase la tabla para más detalle). La mayoría de las entidades receptoras de donativos en 2024 son de carácter religioso (un 68,7%), lo que muestra su gran capilaridad en todo el país, cuestión esta última ventajosa para poder responder mejor en momentos de crisis, aunque percibieron el 11% de recaudación (a partir de transacciones financieras).5

El importe medio por donación a una oenegé es de 25 euros, aunque algunas causas reciben donaciones típicas de menor importe, como las de derechos humanos y las que apoyan actividades sanitarias. Asimismo, una entidad recauda anualmente de un mismo donante un promedio de 230 euros (aunque este puede donar a múltiples oenegés). Las oenegés religiosas reciben importes medios más altos (347 euros), seguidas por las dirigidas a la educación (314 euros) y a la cooperación internacional (262 euros), mientras que para las de cultura y medio ambiente se sitúan en torno a los 90-120 euros.

El mes de diciembre es el mes en el que se registran más donativos a una oenegé. El efecto diciembre (es decir, el incremento de recaudación respecto a un mes estándar) alcanza el 21% para una oenegé promedio, lo que indica una fuerte estacionalidad en todas las causas, aunque existen diferencias entre ellas y el efecto es más marcado en educación (+42%) y religión (+28%).

Las causas que apoyan el medio ambiente y la educación tienen una mayor proporción de donantes jóvenes que la media, mientras que la cultura, la religión y la investigación tienen una mayor proporción de donantes mayores. En términos de ingresos, la cultura tiene una mayor proporción de donantes con ingresos altos, mientras que las actividades sanitarias y la religión tienen una mayor proporción de donantes con ingresos bajos.

Resulta destacable mencionar la altísima concentración de donativos en pocas entidades. Como se puede observar en el gráfico, que muestra la recaudación acumulada en función del porcentaje de oenegés ordenadas por importe decreciente, unas pocas organizaciones captan la mayor parte de los donativos. Más concretamente, el 1,2% del total de oenegés (unas 25 entidades) acumulan el 81% de la recaudación anual.

En conclusión, nuestro análisis muestra que pocas causas y entidades concentran la mayor parte de la solidaridad mediante donativos en España, con fuerte estacionalidad en diciembre y patrones distintos según la edad y los ingresos de los donantes. La riqueza de este primer análisis abre la puerta a una mayor investigación sobre los patrones de solidaridad en España que permiten a las entidades sin ánimo de lucro llevar a cabo su actividad.