Del barril al surtidor: ¿cómo se determina el precio del gasóleo?

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10 de marzo de 2015
Surtidor de gasolina

El precio del petróleo está en el punto de mira de todos los analistas desde que empezó su rally bajista en julio de 2014. Desde entonces, el precio en euros del barril de crudo Brent ha caído más de un 40%. En el mismo periodo, el precio del gasóleo, que supone el 80% del mercado de carburantes al por menor, ha disminuido un 20% según datos de la AOP (Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos). A continuación analizaremos por qué el descenso del precio del carburante es inferior al del precio del petróleo.

El precio de un litro de gasóleo se compone de tres elementos: el coste del gasóleo al por mayor, el margen bruto más los costes de distribución y los impuestos. El primer componente del precio, el coste del gasóleo al por mayor (es decir, el precio del crudo más los costes de refinamiento), ha registrado un descenso del 38% desde julio de 2014, una cifra muy similar a la del petróleo. No sorprende, por tanto, que su peso en el precio final que paga el consumidor haya pasado del 43% en julio de 2014 al 33% en enero de 2015.

Otros elementos importantes del precio de venta del litro de gasóleo son el margen bruto del mayorista y los costes de distribución. Estos últimos incluyen los costes de personal y mantenimiento de las estaciones de servicios, los costes de transporte del carburante y una aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética.1 Este componente re­­pre­­sentaba un 15% del precio final del gasóleo en enero de 2015 (frente a un 12% en julio de 2014) y, al menos a corto plazo, es fijo. Sumando las dos partes descritas hasta el momento, se obtiene el precio del gasóleo antes de im­­puestos, que ha caído un 30% desde julio.

Finalmente, en España, los impuestos constituyen la parte más sustancial del precio final del gasóleo. Concretamente, se aplican tres impuestos al consumo de gasóleo. Los impuestos especiales estatales y los autonómicos, que son impuestos de suma fija, ascienden, respectivamente, a 0,331 y 0,037 euros por litro. Además, se aplica un IVA del 21% al precio final, que incluye los impuestos especiales. La suma de todos los impuestos en enero de 2015 fue de 0,554 euros por litro, lo que supone un 52% del precio final y un peso mucho mayor que el que se registró en julio de 2014, del 45%.

En el contexto de la eurozona, debido a las similitudes en­­tre países y a una política medioambiental común, el mismo análisis revela que el precio de venta del gasóleo ha experimentado una evolución similar a la del mercado español: cayó entre un 15% y un 22%, según el país, entre julio de 2014 y enero de 2015. Sin embargo, si cruzamos el Atlántico y analizamos el mercado estadounidense, nos en­­contramos ante un paradigma totalmente distinto, con la gasolina como principal carburante y una carga imposi­­ti­va mucho menor. Como se observa en el segundo gráfico, los impuestos apenas suponen un 16% del pre­­cio final de la gasolina, mientras que el coste al por mayor del carburante se eleva a casi al 60% del precio final. El cos­­te de este componente se ha reducido a la mitad desde julio a causa del abaratamiento del crudo y de una disminución considerable del coste de refinamiento, de tal manera que el precio final de la gasolina en EE. UU. ha descendido un 30%, un porcentaje lógicamente superior a la reducción experimentada en España y en el conjunto de la eurozona.

1. Establecido en julio de 2014 por el Real Decreto Ley 8/2014 en cumplimiento de la Directiva 2012/27/UE de 25 de octubre de 2012.

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