Portugal: presupuestos generales 2022 y medidas de posguerra en Ucrania

El Gobierno portugués presentó en abril la Propuesta de Presupuesto del Estado para 2022, después de la toma de posesión del nuevo Gobierno y tras las elecciones legislativas anticipadas celebradas en enero, en las que el Partido Socialista obtuvo la mayoría absoluta en el Parlamento.

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Vânia Duarte
29 de abril de 2022
Photo by Luís Feliciano on Unsplash

En los presupuestos macroeconómicos subyacentes, se incluyó la evaluación del impacto que tendrá el conflicto Rusia-Ucrania. Así, el Gobierno estima que el PIB crecerá un 4,9% en 2022 (por debajo de la previsión de octubre de 2021), anticipando que los precios al consumidor aceleren un 3,7% y que el mercado laboral continúe la trayectoria de recuperación pospandemia. Aunque es más optimista que el escenario previsto por CaixaBank Research, el escenario macroeconómico es globalmente equilibrado.

A su vez, el Gobierno mantiene el compromiso de consolidación presupuestaria y prevé una reducción del déficit hasta el 1,9% del PIB en 2022, después de que el déficit se situara en el 2,8% del PIB en 2021; sustancialmente por debajo de la previsión (–4,3%). Por un lado, los ingresos aumentan un 6,0% respecto a 2021, lo que coloca la ratio de los ingresos totales en porcentaje del PIB en un 44,7%, 2,1 p. p. por encima de lo registrado en 2019 (43,4%, sin incluir los ingresos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia). Los ingresos fiscales y contributivos aumentan cerca del 6,0%, donde destacan todavía los ingresos esperados por la recepción de fondos en el ámbito del plan de recuperación y resiliencia (cerca de 3.000 millones de euros).

Por su parte, el gasto crece un 4,1%, lo que representa un aumento de 4.150 millones de euros frente a 2021, de los cuales cerca de la mitad resultan de medidas tomadas en años anteriores. El gasto corriente alcanzará el 41,7% del PIB, 2,1 p. p. por encima del nivel anterior a la pandemia, lo que se explica en gran medida por dos partidas: gastos de personal y prestaciones sociales, dos partidas de gasto más rígidas (es decir, gasto permanente y más difícil de reducir en el futuro). Respecto a 2021, son también dos de las partidas con mayor aumento: 3,6% y 3,8%, respectivamente, lo que refleja medidas como la actualización de las remuneraciones de los funcionarios públicos en un 0,9% y la actualización extraordinaria de las pensiones. A su vez, los gastos por intereses continuarán disminuyendo en 2022 (el 2,2% del PIB), aunque de forma menos intensa que en años anteriores, en línea con el proceso de gradual normalización de la política monetaria del BCE y del contexto financiero. Por otro lado, y en consonancia con las inversiones en el ámbito del plan de recuperación y resiliencia, la inversión pública aumentaría un 37,6%, hasta alcanzar el 3,2% del PIB, que sería el nivel más alto desde 2011. Sin embargo, hay que tener presente que, en los últimos años, la ejecución de la inversión pública se ha quedado por debajo de lo presupuestado.

La pandemia aún afectará a las cuentas públicas, especialmente en lo que respecta al gasto, y se prevé que los gastos en vacunas, test, aislamiento profiláctico y otros tengan un impacto presupuestario de cerca del 0,4% del PIB en 2022 (unos 1.000 millones de euros), lo que, sin embargo, queda sustancialmente por debajo de los gastos de 2021 (1,9% del PIB).1 Del mismo modo, el Gobierno también anunció la implementación de medidas para mitigar los efectos adversos del conflicto Rusia-Ucrania, especialmente en lo que respecta al encarecimiento de los costes energéticos y de los bienes alimentarios. El Gobierno apunta que estas medidas tendrán un impacto del 0,5% del PIB (unos 1.100 millones de euros), a los cuales debe añadirse una ayuda adicional en forma de líneas de crédito a las empresas (véase el siguiente apartado).

En este contexto de mejora del saldo presupuestario, el Gobierno prevé una reducción de la ratio de deuda pública hasta el 120,7% del PIB (127,4% en 2021), todavía 4,1 p. p. por encima del nivel de 2019.

  • 1. En la evaluación de las medidas contra la COVID hemos retirado los gastos relacionados con las ayudas al sector de los transportes, por importe de 900 y 600 millones de euros en 2021 y 2022, respectivamente, donde se incluyen, por ejemplo, las ayudas a TAP y SATA.
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¿Qué plan de acción tiene el Gobierno para aliviar el impacto de la guerra en Ucrania?

El Ejecutivo anunció un conjunto de medidas para mitigar el encarecimiento de los costes energéticos y de los bienes alimentarios para familias y empresas, a las cuales debe añadirse un paquete de apoyo a la agricultura para atenuar los efectos adversos de la sequía, y que agrava aún más las consecuencias de la guerra en los precios al consumidor.

Para las familias más vulnerables, el Gobierno anuncia una medida para atenuar el aumento de los precios de los alimentos, que implica la concesión de un apoyo de 60 euros al mes para los núcleos familiares que reciban prestaciones sociales mínimas. A esta ayuda, debe añadirse otra para la adquisición de bombonas de gas de 10 euros al mes.

A su vez, el Gobierno ha reforzado el apoyo mensual en el ámbito del AutoVoucher,2 por el que las personas que se hayan adherido al programa reciben un reembolso mensual tras el abastecimiento de combustible, que de los 5 euros al mes se eleva a 20 euros. Esta ayuda supone el equivalente a un reembolso de 40 céntimos por litro de combustible, hasta un máximo de 50 litros por mes. Sin embargo, este programa termina en abril y será sustituido por otra medida: la reducción del impuesto sobre los productos petrolíferos (ISP) equivalente a la reducción del IVA del 23% hasta el 13%, una medida temporal mientras la Comisión Europea no autorice la efectiva reducción del IVA de los combustibles. Esta medida entra en vigor en mayo.

A estas ayudas debe añadirse la suspensión del aumento de la tasa de carbono hasta final de año, y las ayudas para las empresas, especialmente del sector de los transportes, donde se incluye el subsidio de 30 céntimos por litro de combustible para vehículos de pasajeros y para el transporte de mercancías, así como una ayuda de hasta 30 céntimos por litro en el caso de los vehículos de transporte de pasajeros asociados a las plataformas electrónicas (TVDE).

A estas medidas se añade el programa de apoyo a las em­­presas intensivas en el uso de gas, a las que el Estado subvenciona el 30% de la subida de los costes energéticos.

En el caso de la agricultura, y con el objeto de mitigar también los efectos adversos de la sequía, el Gobierno anunció la exención temporal del IVA en los fertilizantes y el pienso, la concesión de ayudas para mitigar los costes adicionales de la alimentación animal y los fertilizantes y ayudas en la instalación de paneles fotovoltaicos.

Asimismo, el Gobierno lanzó líneas de crédito (de 459 millones de euros), donde se incluye una línea para los sectores de la ganadería porcina y de la leche, una línea de crédito para hacer frente a los efectos adversos de la sequía y la línea de crédito Apoyo a la Producción. Esta línea la pone a disposición el Banco de Fomento y se destina a las empresas de la industria transformadora, los transportes y el almacenaje, para las cuales los costes energéticos tengan un peso igual o superior al 20% en los costes de producción, o que se enfrenten a un aumento igual o superior al 20% del coste de las mercancías consumidas, o que presenten una caída de la facturación operacional igual o superior al 15% como consecuencia de la reducción de los pedidos frente a los problemas de obtención de materias primas, componentes o bienes intermedios.3

  • 2. Cupón para descuento en carburantes.
  • 3. Para más información, véase https://www.bpfomento.pt/pt/catalogo/linha-de-apoio-a-producao/
Portugal: medidas de apoyo para mitigar los efectos del conflicto Rusia-Ucrania

A estas medidas debe añadirse también el aplazamiento de obligaciones fiscales y aportaciones sociales para los sectores más vulnerables, como el de los transportes, que permitirá el pago de los impuestos en varios plazos.

Como consecuencia de un menor desequilibrio que el esperado en 2021, hemos revisado a la baja nuestra previsión para el déficit presupuestario en 2022, del 2,9% al 2,1%. Esta previsión incorpora el escenario macroeconómico de CaixaBank Research, ligeramente más cauteloso que el del Gobierno y que implica una menor recaudación fiscal y contributiva y también unos costes relativamente más elevados. No obstante, los riesgos apuntan a un posible empeoramiento del déficit, habida cuenta de la acentuada incertidumbre en cuanto a la dimensión, duración y extensión del conflicto en Ucrania, que influirá en el comportamiento de las cuentas públicas en 2022.

Vânia Duarte
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