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REPowerEU o cómo acelerar la transición energética para sobrevivir en el nuevo contexto geopolítico

Desgranamos el plan REPowerEU, aprobado en mayo por la Comisión Europea, y sus medidas para acelerar la transición energética prevista en el Green Deal y en el Fit for 55.

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Campo con placas solares. Foto de Andreas Gucklhorn en Unsplash.

La guerra en Ucrania ha supuesto un punto de inflexión en las relaciones entre la UE y Rusia, y ha puesto de manifiesto las graves implicaciones de la elevada dependencia europea de las importaciones de energía de procedencia rusa, sobre todo del gas. Conscientes de que la dependencia energética jugaba en contra de la UE, la Comisión aprobó en mayo el plan REPowerEU, con medidas para acelerar la transición energética prevista en el Green Deal y en el Fit for 55.1

  • 1. El Green Deal es un plan presentado en enero de 2020 con actuaciones para luchar contra el cambio climático y lograr que en 2050 Europa sea el primer continente con emisiones cero. Una primera meta es reducir en 2030 las emisiones respecto a 1990 en al menos un 55%, y para ello es necesario adoptar nuevas normas y actualizar la legislación vigente en la UE, lo que se recoge en el paquete Fit for 55 presentado en junio de 2022.
Dejar de depender del gas ruso, objetivo clave del REPowerEU, aunque difícil de cumplir en su totalidad a corto plazo

Con el plan REPowerEU, la Comisión presentó en mayo una estrategia clara para eliminar completamente la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos en 2027. Así, contemplaba un plan específico para sustituir las importaciones de gas ruso en la UE (155 bcm2 en 2021) completamente en 2027 y en aproximadamente dos tercios (más de 100 bcm) a finales de 2022.3 Sin embargo, con datos hasta agosto de 2022, la UE ya había importado un total de 53 bcm de gas ruso, de modo que la reducción de la dependencia rusa este año será muy posiblemente algo menor de lo fijado en el REPowerEU. A corto plazo, la Comisión confía principalmente en el gas natural licuado (GNL) para sustituir el gas ruso y estima que las importaciones podrían aumentar este año en 50 bcm,4 una meta factible según los datos disponibles. Bruselas también confiaba en sustituir más de 50 bcm adicionales en 2022 a través de distintas palancas: mayores importaciones de gas vía gaseoducto de otros proveedores (Noruega, Argelia o Azerbaiyán serían los principales), carbón, menor demanda por los mayores precios, ahorro energético,5 nucleares... Estos 50 bcm adicionales eran un objetivo un tanto ambicioso; por ejemplo, sustituir 10 bcm a través de mayores importaciones de gas natural procedentes de terceros países, excluido el GNL, no será fácil de alcanzar (los datos de importaciones en lo que llevamos de año muestran que no han aumentado). Ante las evidentes dificultades para sustituir el gas ruso a corto plazo, algunos países (Alemania, Países Bajos, Austria y Francia) están considerando la posibilidad de aumentar el uso de carbón en la generación de electricidad, pese a las nocivas consecuencias sobre el cambio climático y a que entre en contradicción con los objetivos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero establecidos por la Comisión.

  • 2. Mil millones de metros cúbicos. En 2019 las importaciones rusas fueron de 195 bcm.
  • 3. Aunque no dan puntos intermedios entre 2022 y 2027, se iría reduciendo de forma gradual en este lustro hasta alcanzar la sustitución total en 2027.
  • 4. Un aumento del 60% respecto a 2021.
  • 5. Reducción del termostato de los edificios en 1°C.
Unión Europea: fuentes de generación de energía* actualmente y previsiones para 2030 según REPowerEU
Es necesario avanzar en la integración energética de la UE

El plan REPowerEU reactiva la puesta en marcha de muchos proyectos energéticos que llevan tiempo pendientes y que hacen hincapié en las conexiones transfronterizas para lograr un mercado integrado que asegure el suministro de energía en todos los Estados miembros.

A corto plazo, el plan se centra en proyectos europeos de interés común para construir infraestructuras de gas con capacidad de 20 bcm anuales en Europa del Este y el Báltico este año, y en apoyar los planes de Alemania para la instalación de siete plantas flotantes de GNL, tres de las cuales se espera que ya estén operativas este invierno y que se sumarían a la que ya funciona desde verano en los Países Bajos. A medio plazo, se pretende que todas las economías europeas tengan acceso a tres fuentes alternativas de gas o al mercado global de GNL.

Asimismo, se enfatiza que se fomentará una mayor interconexión eléctrica de la península ibérica con Francia a través de proyectos transversales como la interconexión entre Bilbao y Burdeos a través del golfo de Vizcaya con el tendido de un cable submarino previsto para 20256 o las interconexiones también previstas con Navarra y Aragón. Por otro lado, también se ha puesto recientemente sobre la mesa la posibilidad de interconexiones gasísticas con Francia o Italia. Asimismo, se aboga por homogeneizar la forma de tratar el gas para la interconexión con Europa Central (España y Francia utilizan un tratamiento de odorización distinto al del resto de Europa). Además, el plan abre la puerta a que la pe­­nínsula desempeñe un papel importante en el corredor del hidrógeno verde: reconoce que puede ser el actor principal, aprovechando su proximidad al norte de África, aunque no aporta detalles concretos sobre cómo se desplegaría. Se trata de inversiones cuantiosas con un periodo relativamente largo de maduración, por lo que el principal riesgo para su desarrollo es que la acuciante crisis energética haga que se le acaben dedicando menos fondos de los necesarios. La tensión entre el corto y largo plazo parece evidente.

  • 6. Con ese cable de 400 kilómetros, la tasa de interconexión entre España y Francia alcanzaría el 5%. España hoy solo puede exportar al resto del continente, a través de Francia, el 2,8% de la electricidad que produce, pero la UE aconsejó en el 2002 que las conexiones transfronterizas transporten el 10% de la capacidad de producción eléctrica de cada país.
Un impulso a las renovables con tres grandes triunfadores a medio plazo: hidrógeno verde, biometano y energía solar

Parece claro que, a corto plazo, no va a resultar tan sencillo lo­­grar la ansiada desvinculación energética de Rusia. Sin em­­bargo, uno de los objetivos claros del plan REPowerEU es acelerar la transición energética en los próximos ocho años.

REPowerEU contempla un aumento del peso de las renovables en la oferta energética de la UE en 2030 de 5 p. p. respecto al plan energético Fit for 55 hasta el 45% del total, a expensas de una reducción del gas de 7 p. p. hasta el 3,3% del total. Este incremento se basa, principalmente, en la intención de impulsar a medio plazo el hidrógeno renovable y el biometano, dos energías renovables que requerirán de una elevada inversión en infraestructuras e interconexiones.

En cuanto a la capacidad energética instalada en renovables, el objetivo de REPowerEU es aumentarla en un 15,8% respecto a lo marcado en el Green Deal, gracias principalmente a un mayor impulso de la energía solar. Así, la capacidad total de esta energía, una fuente en auge gracias al gran abaratamiento de su coste de producción e instalación, se debería cuadruplicar entre 2020 y 2030. Además, la Comisión Europea pretende acelerar su despliegue: propone reducir a tres meses el tiempo para conceder los permisos de instalación de las placas solares (en algunos casos actualmente se tarda hasta un año), sugiere que los Estados miembros reduzcan el IVA de placas solares y bombas de calor, y facilitará que los nuevos edificios construidos estén perfectamente acondicionados para que produzcan energía solar. De esta forma, la Comisión estima que, con el REPowerEU, las renovables clásicas (solar y eólica) podrían sustituir en un plazo de cinco años un 13,5% del total de gas ruso que importaba Europa al año antes de la guerra (155 bcm); el biometano, un 11%, y el hidrógeno verde, un 17,4% (en ocho años en este último caso).

Unión Europea: sustitución de importacion es de gas ruso
Financiación: de dónde va a salir el dinero para financiar el REPowerEU

El Plan REPowerEU requerirá de unas inversiones muy importantes: la Comisión calcula unos 300.000 millones de euros hasta 2030, concentrándose 210.000 hasta 2027, la mitad de los cuales se destinaría a renovables. Las nuevas inversiones del Plan REPowerEU se añadirán a las ya planteadas en los planes de recuperación y en buena parte se financiarán vía los préstamos a los que los Estados miembros pueden optar en el marco NGEU. Así, la Comisión espera que 225.000 millones de euros se financien a través de la partida de créditos del NGEU. Los otros 75.000 hasta cubrir los 300.000 se financiarán a través de subvenciones procedentes de los fondos de cohesión (unos 27.000 millones), de nuevas subvenciones del NGEU obtenidas con la venta de derechos de emisión del sistema de comercio de emisiones de la UE (unos 20.000 millones) y de la Política Agraria Común (unos 7.500 millones). En este punto, conviene señalar que la Comisión adopta un papel de mero coordinador de estas políticas energéticas, pero que el plan acabe teniendo éxito dependerá en gran medida de la voluntad de los Estados miembros.

El sector bancario puede jugar un papel crucial en la movilización de recursos que permitan alcanzar los hitos de REPowerEU. Puede acompañar a clientes a reconocer esta oportunidad y facilitar la financiación de proyectos en los distintos ámbitos del plan y de iniciativas en sectores adyacentes, contribuyendo así a que los recursos lleguen al conjunto del tejido productivo y del territorio.

En definitiva, se pretende vincular de forma estrecha el REPowerEU con el NGEU. Sin embargo, el NGEU fue diseñado para superar un tipo de crisis diferente (la de la COVID-19), con parte de los fondos ya distribuidos y asignados, por lo que podría no ser suficiente. Se deberá seguir avanzando en una respuesta fiscal común para que las agendas del NGEU y del REPowerEU se cumplan.

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