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El déficit comercial energético de España en cifras

El déficit comercial de productos energéticos de la economía española ha aumentado considerablemente y las señales de moderación son tímidas para el 2023. En este artículo desgranamos las cifras del déficit energético de la economía española de 2022 para entender qué hay detrás de su evolución y qué podemos esperar para 2023.

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Fogón de gas. Photo by Ilse Driessen on Unsplash
La evolución de la balanza comercial energética por componentes

Detrás del empeoramiento del déficit energético, está, principalmente, el encarecimiento del gas natural. Según los datos de comercio exterior registrados por Aduanas hasta noviembre, el precio de aprovisionamiento de gas de España, esto es, el precio promedio que se pagó por las importaciones de gas natural, se situó en los 57,3 €/MWh, un precio 2,7 veces superior al del mismo periodo de 2021. Además, en dicho periodo, el volumen de compras de gas natural creció un 17,7% con respecto a 2021, de forma que las importaciones nominales aumentaron un 212% respecto al mismo periodo de 2021. Pese al aumento de las exportaciones nominales de un 93%, el déficit comercial de gas natural alcanzó los 22.200 millones de euros en los 11 primeros meses del año, el máximo de la serie histórica en un periodo enero-noviembre (–6.700 millones en 2021).

Otro de los principales causantes del empeoramiento de la balanza energética ha sido el petróleo, que en los 11 primeros meses del año alcanza un déficit de 26.800 millones de euros. Esto se ha debido a que el precio de aprovisionamiento de las importaciones de petróleo se situó un 68% por encima del mismo periodo de 2021, en línea con lo observado en el precio del barril Brent en euros.1 Además, la recuperación de la movilidad ha llevado a que el volumen de importaciones de petróleo se siguiera recuperando, con un crecimiento de un 5,6% con respecto al mismo periodo de 2021, si bien aún se situaron algo por debajo de 2019.

En cuanto a los otros dos componentes de la balanza energética, el carbón y la electricidad, el encarecimiento de las importaciones de carbón (su precio se ha multiplicado por 2,2) se ha visto compensado por el incremento en las exportaciones de electricidad, en buena parte producidas con gas importado (el valor de las exportaciones se ha multiplicado por 3,3).2

Con todo ello, estimamos que el déficit energético cerró 2022 en 52.000 millones de euros, el 4% del PIB, 1,9 p. p. más que en 2021. Tal y como se observa en el primer gráfico, desde una perspectiva histórica, no se trata de un déficit especialmente acusado, sino que se sitúa en línea con lo observado entre 2005 y 2007, lo que no deja de ser sorprendente dada la crisis energética que estamos atravesando. Esto se debe a que la balanza energética de España es mucho más sensible al precio del petróleo debido al mayor peso de estas importaciones en el total de compras energéticas.3 Así, a pesar del fortísimo encarecimiento del gas, estimamos que el déficit comercial de este fue del 1,8% del PIB (1,1 p. p. más que en 2021), menor que el de petróleo, que alcanzó el 2,2% (0,7 p. p. más).

  • 1. Entre enero y octubre, el promedio del Brent fue de 96 €/barril, un 65% más que en el mismo periodo de 2021.
  • 2. El carbón y la electricidad supusieron el 2,6% y el 8%, respectivamente, del valor total de importaciones y exportaciones de productos energéticos en 2022.
  • 3. En 2022, las importaciones netas de gas natural supusieron el 24% del valor total de las importaciones netas energéticas en España, mientras que el petróleo, el 67%.
España: balanza comercial de productos energéticos

De cara a 2023, prevemos que el déficit energético se modere ligeramente y se sitúe en el 3,5% del PIB, gracias principalmente a la corrección de los precios del petróleo. Así, prevemos que en 2023 el déficit comercial de petróleo pase de un –2,2% del PIB a un –1,8%.

Por el lado del gas natural, la probabilidad de que el déficit energético para 2023 no aumente se ha intensificado con el descenso reciente de los precios cotizados en el mercado TTF coincidiendo con unas semanas de menos frío de lo habitual, lo que reduce el consumo de reservas acumuladas, y la aprobación por parte de la Comisión Europea del techo al precio del TTF en 180 €/MWh. Así, los mercados de futuros descuentan a finales de enero una moderación en el precio promedio del TTF de 2023 claramente por debajo de los 100 €/MWh, mientras que en diciembre se apuntaba a precios alrededor de 140 €/MWh. Por otro lado, es probable que, a medida que se vayan renovando los contratos de abastecimiento de gas en 2023 a precios actuales, el coste medio pueda seguir aumentando. En todo caso, prevemos que los precios reales de importación de gas se mantendrán elevados. Con ello, estimamos que el déficit comercial de gas se sitúe en el 1,7% del PIB, solo 0,1 p. p. menos que en 2022.

Implicaciones en la balanza por cuenta corriente

El empeoramiento de la balanza energética está teniendo y tendrá implicaciones significativas para la balanza por cuenta corriente de la economía española. A pesar de ello, existen dos factores que compensan el elevado déficit energético: (i) la mejora de la balanza comercial de servicios turísticos, que estimamos que cerró 2022 con un superávit del 3,6% del PIB y que, de cara a 2023, prevemos que continuará consolidando su recuperación (en 2019 alcanzó un superávit del 3,7%); y (ii) el buen comportamiento de la balanza de exportaciones de servicios no turísticos, que estimamos que cerró 2022 con un superávit del 2,1% del PIB, el mayor de la serie histórica. Así, tal y como se observa en el segundo gráfico, estimamos que la balanza por cuenta corriente cerró 2022 con un superávit del 0,3% del PIB. De cara a 2023, prevemos que la economía española conseguirá un superávit similar, lo cual es todo un hito para una economía tan dependiente de la importación de energía como la española.

España: balanza por cuenta corriente
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