• La Rioja cuenta con poco más de 327.000 habitantes, el 0,7% del total nacional, lo que la convierte en la región menos poblada de España.
• El PIB riojano asciende a 10.618 millones de euros, lo que supone el 0,7% del PIB español, y es también la comunidad con menor peso en el total nacional.
• Con un PIB per cápita de 32.828 euros, ocupa el séptimo lugar del ranking nacional y supera en un 6,0% el promedio español, si bien la distancia respecto a la media se ha ido reduciendo debido al menor crecimiento económico.
• La estructura productiva de la región destaca por el elevado peso de los sectores agrario y manufacturero, que aportan el 6,1% y el 19,9% del PIB, respectivamente (2,7% y 11,9% en España). Mención especial merece el vino, donde es la tercera región productora –la segunda en términos per cápita–. Por el contrario, las actividades terciarias tienen un peso relativamente reducido, tanto comercio, transporte, hostelería y ocio (22,8% vs. 28,1%) como servicios ligados a la industria (21,6% vs. 29,7%).
• Si bien el peso de las exportaciones de bienes en el PIB es bastante inferior a la media nacional (21,5% vs. 25,6%), destaca el crecimiento anotado en los últimos años. En 2024, La Rioja exportó bienes por 2.383 millones de euros, el 0,6% de las exportaciones españolas: el 36,1% son productos agroalimentarios, sobre todo vino, seguido de frutas, legumbres y preparados alimenticios; por detrás se sitúan productos químicos (9,0% del total), en especial plásticos, y calzado (8,0%).

Desde CaixaBank Research, estimamos que el PIB riojano creció un 3,1% en 2024, un ritmo similar a la media española (3,2%), gracias al empuje del consumo –público y privado– y al dinamismo del sector terciario, especialmente las actividades profesionales y comerciales, mientras que el buen tono de la industria se trasladó a las exportaciones.

Para 2025, nuestras previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del 2,4%, igual que el promedio del país. La corrección de la inflación apoyará el gasto de las familias, mientras que el descenso de los tipos de interés, junto con un mayor grado de ejecución de los fondos NGEU, podría animar la inversión y la creación de empleo. Por el lado menos positivo, el contexto mundial de inestabilidad e incertidumbre creciente puede acabar afectando a la economía riojana, en especial la política arancelaria de EE. UU., que podría impactar sobre todo en el sector vitivinícola, dado que es el segundo destino de las exportaciones de vino de la región.

El mercado laboral riojano está mostrando un buen tono. Tras registrar en 2024 un aumento del 2,1% en el número de afiliados, algo por debajo de España (2,4%), a lo largo de este año se acelera y pasa a crecer por encima de la media, un 2,6% interanual en mayo (vs. 2,2%); en el último año destaca la creación de empleo en transporte, actividades administrativas y educación, en contraste con la fuerte pérdida en la agricultura. En cuanto a la tasa de paro, se situó en el 8,8% en el 1T 2025, por debajo de la media española (11,4%).

El consumo está teniendo una evolución similar a la del conjunto del país. En este sentido, las ventas del comercio minorista (en volumen) anotaron un crecimiento del 1,9% en 2024 (2,1% en promedio nacional) y del 3,6% interanual en enero-abril de este año (vs. 3,2%). Por su parte, las matriculaciones de turismos crecen a buen ritmo, pero algo por debajo de la media, tanto en 2024 (6,6% vs. 7,1%) como en enero-mayo de este año (12,7% interanual vs. 13,6%).

Por lo que respecta al sector industrial riojano, el IPI está registrando unos datos positivos tras el fuerte ajuste sufrido en 2023. Así, el año pasado anotó uno de los mayores crecimientos del país (2,5% vs. 0,7% de media), gracias al empuje de las ramas de bienes de equipo y de consumo duradero. En los primeros meses de 2025, acelera el ritmo de avance y crece un 4,2% interanual hasta abril, en contraste con el leve retroceso a nivel nacional (–0,3%). En todo caso, es una de las regiones más alejadas, en términos de producción industrial, de los niveles de 2019 (–10,3% vs. –0,9%).

Las exportaciones riojanas de mercancías fueron de las que mejor comportamiento tuvieron en 2024, con un crecimiento del 4,5% (0,2% en España), apoyadas en las ventas de bienes de equipo (sobre todo material de transporte), semimanufacturas (productos químicos) y algunos alimentos, principalmente carne y vino –en cambio, frutas y legumbres sufrieron un fuerte retroceso–. En los primeros meses de 2025, las exportaciones crecen algo menos que el año pasado (1,2% interanual hasta abril), pero mantienen un ritmo superior a la media (0,8%).