Perspectivas sobre el consumo y el ahorro familiar

Contenido disponible en

Uno de los principales motores de la recuperación de la economía española es el consumo de los hogares. Según los últimos datos disponibles, correspondientes al 2T 2015, el crecimiento del consumo privado en términos nominales se aceleró hasta el 1,8% interanual (acumulado de 4 trimestres).1, 2 Este aumento se sustenta en los avances de la renta bruta disponible nominal (del 1,9% interanual), que han permitido que la tasa de ahorro de los hogares se mantenga prácticamente estable entorno al 9,5%, un registro solo ligeramente por debajo del promedio histórico, del 9,7%. Dado que la economía está entrando en una fase de moderación de las tasas de crecimiento y de creación de empleo, en este Focus analizamos el papel que pueden desempeñar las dinámicas del consumo y del ahorro para amortiguar esa ralentización.

Una decisión fundamental que toman los hogares es qué parte de la renta disponible desean consumir y qué parte ahorrar. A medio plazo, un patrón de consumo equilibrado es aquel que se fundamenta en avances de la renta disponible. Pero, a corto plazo, consumo y renta pueden divergir. Así, los hogares pueden reducir su consumo (y aumentar su ahorro) ante un entorno económico más in­­cierto, tal y como ocurrió en España en 2009, cuando la tasa de ahorro de los hogares superó el 13,0%. Como re­­sul­­tado de este incremento del ahorro por precaución, los hogares españoles acumularon activos financieros lí­­qui­­dos (depósitos y efectivo) por valor de unos 50.000 mi­­llo­­nes de euros (véase el Focus «La riqueza financiera de los hogares: un colchón para el consumo» del IM12/2014). En otras ocasiones, cuando el entorno económico es más fa­­vo­­rable y hay perspectivas de que vaya a mejorar, los ho­­ga­­res pueden decidir aumentar su consumo (y reducir su ahorro) por encima de la renta de forma temporal, con el fin de suavizar el consumo a lo largo del tiempo. A continuación constatamos que podríamos presenciar esta se­­gun­­da situación en los próximos trimestres.

La encuesta que mensualmente realiza la Comisión Europea para elaborar el índice de confianza del consumidor pre­­gunta a los hogares sobre su intención de gastar en bienes duraderos en los próximos 12 meses. Tal y como se muestra en el gráfico, las familias de ingresos más altos son las que, ya desde el año pasado, muestran una mayor expectativa de comprar este tipo de productos. Po­­si­­blemente, estos hogares son los que han liderado la re­­cu­­peración del consumo efectuando las compras que ha­­bían pospuesto durante la recesión a causa del elevado grado de incertidumbre.

Sin embargo, es en los hogares de ingresos medios y bajos donde se observa el mayor cambio en la intención de com­­pra: mientras que hace un año se mostraban muy poco dispuestos a hacer grandes compras, actualmente anticipan que las realizarán en los próximos 12 meses. Cuando es­­­­tos hogares de menores ingresos empiecen a consumir, es de esperar que la tasa de ahorro se reduzca ligeramente durante algunos trimestres: según nuestras previsiones, se­­­­guirá una senda ligeramente descendente el próximo año, ya que esperamos un aumento del consumo nominal (del 3,5%) algo superior al de la renta bruta disponible (del 3,2%). Así pues, aunque el consumo se seguirá apoyando en el avance de la renta (gracias, sobre todo, a la creación de ocupación y, en menor medida, al impacto positivo de los bajos tipos de interés), esperamos que una suave reducción de la tasa de ahorro actúe como un mecanismo adicional para impulsar el consumo.

De todos modos, si la tasa de ahorro se mantuviera en su nivel actual durante todo el año 2016, el consumo tan solo sería 0,3 p. p. inferior a la previsión (del 3,2% en lugar del 3,5%). Por el contrario, si la tasa de ahorro se redujera 1 p. p. más de lo previsto, el consumo nominal aumentaría 1,1 p. p. adicionales, hasta el 4,6%. En definitiva, un análisis de la evolución prevista del consumo y del ahorro el próximo año atenúa la preocupación sobre el impacto en la actividad de la previsible desaceleración del ritmo de creación de ocupación.

1. El crecimiento interanual del consumo nominal sin acumular de 4 trimestres se situó en el 2,6% en el 2T. En este Focus, los datos acumulan los últimos 4 trimestres porque es la forma habitual de calcular la tasa de ahorro.

2. Según la nueva serie del PIB publicada por el INE el 30 de octubre. La revisión de la serie histórica del PIB reveló que el consumo fue menos dinámico de lo estimado anteriormente. En concreto, en 2014 el consumo real creció un 1,2% y el nominal un 1,4%, por debajo del registro del 2,4% estimado en ambos casos antes de la revisión.

Etiquetas:
Ahorro Consumo
documents-10180-2130994-1511IM_F8_01_CAST_fmt.png