El crecimiento mundial acelera en 2016 pero con riesgos bajistas que no desaparecen

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La Fed, el brexit y la situación política de Brasil volvieron a adquirir protagonismo en mayo. El acta de la reunión de abril de la Reserva Federal (Fed), que se dio a conocer en mayo, tuvo un tono más hawkish de lo previsto por los mercados y abrió la posibilidad a una segunda subida de tipos en los próximos meses, tal y como contempla el escenario de previsiones de CaixaBank Research. La mejora de la estabilidad financiera global, después de las turbulencias acontecidas en los primeros compases de 2016, y los buenos datos de la economía estadounidense favorecieron el posicionamiento de la autoridad monetaria. De todas formas, hay varios focos latentes de riesgo a corto plazo. La incertidumbre sobre el brexit sigue siendo elevada (y está pesando en el ritmo de actividad del Reino Unido) y la inestabilidad política se ha intensificado en Brasil, a raíz de la destitución temporal de la presidenta Rousseff. Con todo, estos acontecimientos, entre otros, entran dentro del guion previsto, por lo que no deberían empañar el crecimiento mundial, que acelerará ligeramente en 2016, hasta el 3,3% (desde el 3,1% de 2015). En concreto, esperamos que los países emergentes avancen levemente por encima de los registros de 2015 (del 4,0% al 4,3%) y que se asiente el crecimiento moderado de los avanzados (cerca del 2%).

ESTADOS UNIDOS

La Fed calienta motores para su segunda subida de tipos. El acta de la reunión de abril del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed reveló que la institución podría subir de nuevo el tipo oficial (fed funds) durante el verano, siempre y cuando se confirme la solidez de la actividad económica estadounidense. En consecuencia, los mercados adelantaron de diciembre a septiembre la fecha más probable de la segunda subida del tipo oficial, en consonancia con las previsiones de CaixaBank Research. De todas formas, más allá del mes exacto en el que la Fed acometa el aumento del tipo de interés, destaca la confianza que transmite la Fed en la solidez del crecimiento de los EE. UU. y en la resistencia de la economía mundial a un entorno monetario menos acomodaticio, dos aspectos que hasta ahora tenían a los mercados financieros acongojados.

La inflación se va recuperando, lo que apoyará el escenario favorable para la subida de tipos de la Fed. La inflación se situó en el 1,1% en abril, 2 décimas por encima del registro del mes anterior, y la inflación subyacente se mantuvo en un sólido 2,1%. Entrando en algo más de detalle, destaca el fuerte avance del componente energético en términos intermensuales (+3,4%), aunque en términos interanuales todavía presenta retrocesos. Aparte de los precios de la energía, el resto de com­­ponentes muestran un avance bastante generalizado.

La expansión de la economía estadounidense se mantiene. Según la segunda estimación elaborada por el Bureau of Economic Analysis, el PIB de EE. UU. creció un 0,2% intertrimestral en el 1T, por encima del 0,1% de la primera estimación. Aunque se trata de un avance algo por debajo del que se registró en el 4T 2015, hay que tener en cuenta que el dato de crecimiento del PIB del primer trimestre de cada año suele subestimarse de forma sistemática en un 0,3 p. p. aproximadamente del crecimiento intertrimestral. Respecto a los distintos componentes del PIB, destaca la buena trayectoria que mantiene el consumo privado, con un avance del 0,5% intertrimestral y una contribución de 0,3 p. p. al crecimiento del PIB. En este sentido, el índice de confianza del consumidor elaborado por el Conference Board se situó, en mayo, en consonancia con el promedio histórico (en los 92,6 puntos). Por su parte, el índice de sentimiento empresarial ISM de manufacturas bajó ligeramente en abril, hasta los 50,8 puntos. No obstante, la decepción inicial quedó ampliamente compensada por el sólido registro del ISM de servicios, sector que representa un 80% de la actividad económica y un 85% de los empleos del sector privado.

El mercado laboral continúa recuperándose con firmeza y se aproxima a una situación de pleno empleo. En abril se crearon 160.000 puestos de trabajo, una cifra que decepcionó por situarse por debajo del listón de los 200.000, pero que no debe tomarse como un síntoma de alarma teniendo en cuenta la fuerte recuperación que registra el mercado de trabajo desde 2009. Así, la tasa de paro se mantuvo estable, en un bajo 5,0%, y el porcentaje de empleados que trabajan a tiempo parcial pero que querrían hacerlo a tiempo completo mantuvo la tendencia a la baja. Asimismo, sorprendió positivamente el avance de los salarios, que se situó en el 2,5% interanual, un registro especialmente significativo si tenemos en cuenta la todavía baja tasa de inflación.

JAPÓN

Japón crece en el 1T 2016 más de lo esperado, pero siguen planeando las dudas sobre la solidez de la economía nipona. Después de la caída del trimestre anterior, el PIB creció en el 1T un 0,4% intertrimestral (0,0% interanual), un registro ligeramente superior al previsto. Aunque la lectura de los datos de contabilidad nacional de Japón siempre debe hacerse con mucha prudencia, pues son bastante erráticos y acostumbran a revisarse con posterioridad, sorprende positivamente la mejora del sector exterior. En cambio, la demanda interna siguió mostrándose débil. En particular, el avance del consumo privado no compensó el fuerte retroceso de la inversión en equipo y residencial. En este contexto, es muy probable que se apruebe un voluminoso paquete fiscal (del orden del 1,5% del PIB), efectivo a partir de la segunda mitad de 2016 y que está previsto que se extienda hasta 2017. De todas formas, las perspectivas de crecimiento de Japón siguen siendo bastante mediocres, con un avance del PIB que se situará solo ligeramente por encima del 0,5% tanto este año como el próximo.

EMERGENTES Y MATERIAS PRIMAS

Los indicadores de actividad de China vuelven a mostrarse débiles en abril. De todas formas, el menor empuje que han registrado algunos de los indicadores entra dentro de la variabilidad normal que presentan este tipo de datos. En particular, las exportaciones volvieron a retroceder, un 1,8% interanual, después del sólido avance del mes anterior. Asimismo, la producción industrial creció un 6,0% interanual, por debajo del 6,8% de marzo, y las ventas minoristas crecieron un 10,1% inter­­anual, sin mostrar una clara mejora con respecto al 10,5% de marzo. Más atentos deberemos estar a los movimientos de ca­­pitales en China, después del grave episodio de salidas ocurrido en 2015 (véase el Focus «Fuga de capitales de China, un riesgo para tener en cuenta» en este mismo Informe Mensual). Aunque parece que el ritmo de salidas se ha ralentizado durante 2016, el tono menos acomodaticio de la Fed puede afectar esta tendencia de moderación.

En Latinoamérica, la buena marcha de México convive con la recesión de Brasil. México aceleró el paso en el 1T 2016, con un crecimiento que se situó, según cifras preliminares, en el 2,7% interanual (0,8% intertrimestral). Se trata de un empuje superior al esperado, cuyo responsable, a tenor de los indicadores disponibles, fue probablemente la demanda interna y, en particular, el consumo privado. Se espera que en los pró­­ximos trimestres la economía mexicana mantenga el dinamismo, amparada por las previsiones positivas que manejamos en materia de recuperación del precio del petróleo y las ex­­pectativas de una cierta aceleración en EE. UU. en lo que queda de 2016. Por el contrario, en Brasil, los indicadores de actividad reiteran que la primera economía latinoamericana sigue inmersa en una grave recesión. En este contexto recesivo, los riesgos a la baja han aumentado a raíz de la intensificación de la crisis política y del cese temporal de la presidenta Dilma Rousseff por parte del Senado. La situación del país tiene muy difícil resolución a corto plazo, lo que impide la toma de de­cisiones de política económica, en especial, el urgente ajuste fiscal.

En Rusia la recesión se modera. Según la estimación preliminar, el PIB cayó un 1,2% interanual en el 1T 2016, una cifra mejor de lo que se preveía y que sugiere que lo peor de la recesión ha quedado atrás. Sin embargo, el hecho de que se mantengan los focos de riesgo geopolítico y unas condiciones financieras internacionales exigentes frenan el ritmo de salida de la recesión, por lo que muy probablemente 2016 se acabará cerrando con un nuevo descenso del PIB, que se situará alrededor del 1,1%.

Prosigue la recuperación gradual del precio del petróleo. En mayo se mantuvo la tendencia de lenta recuperación del Brent, cuya cotización llegó a los 50 dólares por barril, de acuerdo con las previsiones de CaixaBank Research. Sin duda, el descenso de la inversión durante el último año y medio apoyará el escenario de ascensos, de la misma manera que la reducción de los inventarios de EE. UU. y la menor oferta de Irak han apoyado a corto plazo la reciente apreciación.

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