Análisis de coyuntura

La buena evolución de la economía española se mantiene

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Se confirma el avance robusto de la actividad económica en el 1T, del 0,8% intertrimestral (3,4% interanual). El dinamismo de la demanda doméstica fue clave: aportó 3,8 p. p. al crecimiento interanual del PIB, gracias a la buena marcha del consumo y de la inversión. La demanda externa presentó una contribución menos negativa, de –0,4 p. p. (–0,6 p. p. en el 4T). Según las pre­­visiones de CaixaBank Research, la economía española crecerá un 2,8% en 2016 (3,2% en 2015), un registro propio de una fase madura del ciclo, aunque esperamos una paulatina desaceleración durante el segundo semestre, debido a la desaparición gra­dual de algunos vientos de cola, como la caída del precio del petróleo, que ha tocado fondo y que, de he­­cho, ya ha empezado a recuperarse. De todos modos, las perspectivas a medio plazo siguen siendo favorables y, para 2017, es muy probable que el avance de la actividad económica se sitúe alrededor del 2,4%.

La demanda interna se consolida como principal impulsor del crecimiento, gracias, sobre todo, al avance del consumo privado, que en el 1T se situó en el 0,9% en términos intertrimestrales. La mejora del mercado de trabajo y de las condiciones financieras sigue apoyando la situación de los hogares, lo que, a su vez, permite que el buen ritmo de crecimiento del consumo se mantenga y que prosiga el proceso de desapalancamiento (véase el Focus «Deuda privada: algunas referencias para el caso español», en este mismo Informe Mensual). Por su parte, la inversión en equipo siguió avanzando a buen ritmo (1,3% intertrimestral), aunque con menor pujanza que en trimestres anteriores.

El buen ritmo de creación de empleo se mantiene en el 2T y evidencia una vitalidad empresarial que lleva trimestres evolucionando favorablemente. Según los datos de contabilidad nacional, el crecimiento del empleo equivalente a tiempo completo fue del 0,9% intertrimestral en el 1T, lo que sitúa el avance interanual en el 3,2%. Asimismo, la remuneración media por asalariado retrocedió un 0,3% interanual, lo que apunta a que la moderación salarial ha proseguido en el inicio del año. De cara al 2T, los datos de abril muestran que el comportamiento favorable registrado en el 1T continúa. En concreto, el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 55.307 personas (datos desestacionalizados), de forma que el avance interanual se mantuvo en cotas elevadas, del 2,7%. Todos los sectores, a excepción de la Administración pública, contribuyeron positivamente al crecimiento (véase el Focus «La buena evolución del mercado laboral se consolida», en este mismo Informe Mensual).

El consumo público continuó registrando un comportamiento expansivo y avanzó un notable 0,8% intertrimestral en el 1T (2,6% interanual). Si bien ello supone un impulso al crecimiento económico a corto plazo, deben tenerse en cuenta las consecuencias sobre la deuda pública, que en el 1T se situó por encima del 100% del PIB. En este sentido, la posición de la Comisión Europea sigue siendo firme. Primero, recuerda que es de máxima importancia no abandonar la agenda de reformas estructurales, ya que su aplicación es imprescindible para poder mantener un ritmo de crecimiento moderado y equilibrado a largo plazo. Y segundo, probablemente revisará al alza los objetivos de déficit público (hasta el 3,7% del PIB en 2016 y el 2,5% en 2017), con lo cual aplazaría un año la corrección del déficit excesivo, y ha anun­­ciado que en julio decidirá si es necesario im­­poner una multa por el incumplimiento del déficit en 2015. Cen­­trándonos en los nuevos objetivos de déficit, el que finalmente ha fijado la Comisión para este año es similar al contemplado en el Plan de Estabilidad (PE), del 3,6%. La AIReF ha avalado los supuestos macroeconómicos bajo los cuales se ha diseñado el PE, pero a su vez considera exigente, aunque factible, alcanzar un déficit del 3,6% este año. Con todo, su consecución está supeditada a que se implementen las medidas de contención de gasto anunciadas por el Gobierno. Para el año que viene, el objetivo fijado por la Comisión Europea es más ambicioso que el que contempla el PE, del 2,5% del PIB y el 2,9%, respectivamente, por lo que seguirá siendo necesario perseverar en los esfuerzos de consolidación fiscal.

La actividad económica se modera en el 2T, pero se mantiene en niveles elevados. Así lo evidencian los índices PMI del sector servicios y de manufacturas, que permanecen en una zona de expansión desde hace meses, pero cuya trayectoria ha perdido dinamismo. Este patrón también se observa en la entrada de pedidos de la industria. La visión de conjunto la ofrece el indicador adelantado de actividad de la OCDE, diseñado para capturar los puntos de inflexión en el ciclo económico, y el mensaje es muy similar: el momentum positivo de crecimiento económico sigue siendo estable. En consonancia, los datos de consumo privado mantienen una tónica favorable: las ventas minoristas, corregidas de efectos estacionales y de calendario, subieron un 4,1% en abril respecto al mismo mes del año anterior.

La actividad inmobiliaria va dibujando una tendencia alcista. Según los datos de contabilidad nacional, en el 1T 2016 la inversión en vivienda siguió recuperándose y creció un 1,2% intertrimestral (3,3% interanual). Asimismo, la demanda de vi­­vienda muestra un elevado dinamismo, como refleja la buena evolución de las compraventas de viviendas, que aumentaron un 11,1% interanual en marzo (en el acumulado de 12 meses). El impulso de la demanda se ha trasladado al precio de la vi­­vienda, que, pese a haber ralentizado su avance en términos intertri­­mestrales (un 0,2% en el 1T 2016, según el Ministerio de Fo­­mento), mantiene la tendencia ascendente iniciada en 2015. Así, creció un 2,4% en términos interanuales (un 1,8% en el 4T). De cara a los próximos meses, las divergencias regionales en el ex­­ceso de oferta y en el crecimiento de las compraventas ha­­rán que la presión sobre los precios siga siendo distinta entre provincias.

La inflación se mantiene en terreno negativo, pero en los próximos meses se producirá un importante cambio de tendencia. En abril, el índice de precios al consumo se contrajo un 1,1% en términos interanuales. Sin embargo, este nuevo descenso de la tasa de inflación fue causado por factores transitorios. Entre ellos, destaca el descenso en términos interanuales del precio de los viajes organizados (que siempre sube de forma puntual durante las vacaciones de Semana Santa), debido a que este año los días festivos cayeron íntegramente en el mes de marzo, en lugar de distribuirse entre marzo y abril, como sucedió el año pasado. Este factor también tuvo un importante impacto en la tasa de inflación subyacente, que retrocedió 4 décimas en abril, hasta el 0,7%. La tasa de inflación general de mayo se recuperó 1 décima, hasta el –1,0%, un cambio de tendencia que se consolidará en los próximos meses, apoyado en el crecimiento del consumo de los hogares y en el incremento del precio del petróleo. De hecho, la tasa de inflación se situará ligeramente por encima del 1% a finales de 2016.

El comercio internacional desaceleró temporalmente en el mes de marzo. Las exportaciones nominales, que venían creciendo con gran energía desde hacía varios trimestres, con variaciones interanuales superiores al 3% (en el acumulado de tres meses), avanzaron en marzo un ligero 0,2% interanual, afectadas, en parte, por el efecto Semana Santa. De hecho, considerando la serie desestacionalizada, las exportaciones crecieron un 1,6%. Las importaciones tampoco mostraron un gran dinamismo. Concretamente, retrocedieron un 0,7% interanual (en el acumulado de tres meses). No obstante, como en el caso de las exportaciones, los matices son importantes: una parte del descenso de las importaciones fue consecuencia de la caída del precio del petróleo. La evolución de las importaciones de bienes en términos reales siguió mostrando un elevado vigor. Un buen reflejo de ello es el incremento, del 5,4% interanual, que recogió la contabilidad nacional trimestral para el conjunto del 1T. Por su parte, el saldo por cuenta corriente mejoró en el 1T y se situó en el 1,4% del PIB, gracias a la reducción del déficit de las rentas primarias y secundarias.

El proceso de reestructuración y privatización de las entidades bancarias en manos del Estado avanza según lo previsto, aunque aún no ha acabado. Esta es la conclusión de la quinta evaluación llevada a cabo por la Comisión Europea tras la finalización del programa de ayuda financiera para la banca. Dicho informe señala que el sector bancario sigue una senda favorable, gracias al crecimiento económico y a los estímulos monetarios del BCE. En marzo, el saldo de crédito dudoso disminuyó hasta los 129.222 millones de euros y acumuló un retroceso del 34% desde el nivel máximo alcanzado en enero de 2014. Paralelamente, la tasa de morosidad siguió su tendencia descendente y se situó por debajo del 10% por primera vez en cuatro años. En los próximos meses, la mejora de la economía y los bajos tipos de interés continuarán facilitando la reducción de la morosidad de la banca.

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