Actividad y crecimiento

Otro buen año en perspectiva para la economía de la eurozona

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El ritmo de actividad en la eurozona se mantiene firme. La economía de la eurozona en 2017 se expandió a un ritmo muy superior al esperado. Concretamente, el escenario de CaixaBank Research prevé que la región haya finalizado 2017 con un crecimiento del 2,4%, cuando a principios de año las previsiones eran del 1,7%. Para 2018, esperamos que el ritmo de avance de la actividad siga siendo robusto, del 2,2%, por encima del nivel de crecimiento potencial, apoyado en unas condiciones financieras favorables, las mejoras del mercado laboral y la recuperación de la economía global. Así lo considera también el BCE que, en su actualización trimestral del cuadro macroeconómico, destacó el buen desempeño de la actividad de la eurozona en los últimos trimestres y revisó al alza las perspectivas de crecimiento para 2017 hasta el 2,4% (+0,2 p. p.), y para 2018 hasta el 2,3% (+0,5 p. p.). A pesar del fuerte repunte de la actividad, la inflación se mantendrá algo más rezagada, con un aumento de precios previsto del 1,5% para 2018 y del 1,8% para 2019. Así lo prevé también el BCE, que revisó ligeramente al alza la previsión para 2018 hasta el 1,4% (+0,2 p. p.) y mantuvo la previsión para 2019 en el 1,5%, unos registros que se sitúan por debajo del objetivo del banco central (por debajo, pero cerca del 2%). En el plano político, ha concluido con éxito la primera fase de las negociaciones del brexit, tras el preacuerdo entre la UE y el Reino Unido sobre los términos de separación. La factura financiera que pagará el Reino Unido se estima que se situará entre los 40.000 y 45.000 millones de euros. El avance permitirá abrir la segunda fase de negociaciones, sobre el futuro tratado comercial, que discutimos ampliamente en el Focus: «¿Cuál será la futura relación entre la UE y el Reino Unido?» de este mismo Informe Mensual.

La demanda interna impulsa el crecimiento de la eurozona. Eurostat confirmó que el avance del PIB de la eurozona en el 3T 2017 fue del 0,6% intertrimestral (2,6% interanual). La demanda interna contribuyó de manera significativa al crecimiento intertrimestral del PIB de la eurozona en el 3T 2017 (0,5 p. p.), apoyada, principalmente, en el consumo privado y la inversión. Por su parte, la demanda externa también contribuyó positivamente al crecimiento (0,1 p. p.). De cara a los próximos trimestres, esperamos que la demanda interna se mantenga como el principal motor de crecimiento de la eurozona, en parte gracias al apoyo de unas condiciones crediticias favorables, aunque la demanda externa irá ganando protagonismo.

La Comisión Europea propone medidas para avanzar en la integración europea. La CE publicó recientemente un plan estratégico con medidas concretas para promover una mayor integración económica y monetaria. Entre las medidas, destacan las propuestas de transformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en un Fondo Monetario Europeo, que se encargaría de los programas de rescate; de avanzar en la creación de un presupuesto para la eurozona, con una función estabilizadora, y de establecer un Ministerio Europeo de Economía y Finanzas. En este contexto, destaca que el proyecto europeo goza de buena salud, a pesar de que en los últimos años han ganado protagonismo las voces euroescépticas. Según el Eurobarómetro de octubre de 2017, el apoyo al euro se sitúa en niveles elevados: el porcentaje de encuestados que opina que tener el euro es algo bueno para su país aumentó en 8 p. p. respecto a la edición de 2016, hasta alcanzar el 64%, el nivel más alto desde que se publica el estudio (2002).

Los indicadores de sentimiento empresarial apuntan a que el crecimiento se mantuvo robusto en el 4T. Concretamente, el índice PMI compuesto para el conjunto de la eurozona se situó en los 57,2 puntos en el 4T, por encima del registro del trimestre anterior (56,0) y en zona claramente expansiva (por encima de los 50 puntos). Por países, la aceleración estuvo liderada por Francia, con un PMI compuesto que alcanzó los 59,2 puntos (56,0 en el 3T). También destacó el buen registro de Alemania, que aceleró hasta los 57,5 puntos (56,1 en el 3T). Todo ello apunta a una mayor firmeza del crecimiento económico en el último trimestre de 2017.

El consumo privado se desacelera temporalmente. En octubre, las ventas minoristas registraron un avance del 0,7% interanual, un ritmo inferior al del mes anterior (3,7%) y al del conjunto del año (promedio del 2,6%), pero ello se debe a factores de carácter temporal. Concretamente, la venta de ropa y calzado se vio negativamente afectada por unas temperaturas más cálidas de lo normal. No obstante, el aumento del índice de confianza del consumidor hasta los niveles más altos desde 2001 (+0,1 puntos en noviembre y +0,5 en diciembre) hace entrever que las ventas minoristas repuntaron nuevamente en noviembre y diciembre. Para 2018, esperamos que el consumo de los hogares mantenga el buen tono, apoyado en la mejora de las perspectivas económicas y del mercado laboral y los bajos tipos de interés.

El mayor vigor de la actividad se traslada al mercado laboral. El empleo en el conjunto de la eurozona aumentó un 0,4% intertrimestral en el 3T 2017 y situó el total de empleados en 156,3 millones, el nivel más alto jamás alcanzado. El crecimiento del empleo fue generalizado por países, con avances más vigorosos en España (0,7%) y Portugal (0,6%), mientras que en Alemania, Francia e Italia el aumento de la ocupación fue algo más moderado (0,3% en promedio). Esta mejora de la ocupación se está transformando paulatinamente en un aumento de los salarios. Así, en el 3T 2017, los costes salariales por hora en el conjunto de la eurozona aumentaron un 1,6% interanual, un ritmo similar al promedio del primer semestre del año (1,8%). Por países, destacó el crecimiento de los costes salariales en Alemania (2,2% interanual) y en Francia (2,1%), mientras que en Italia y España los salarios registraron un crecimiento débil (0,3% y 0,1% interanual, respectivamente). Por su parte, en Portugal, los costes salariales por hora disminuyeron (–1,2% inter­­anual), pero ello se debe a un cambio en la distribución de la paga extra en el sector público.

Portugal

El crecimiento se mantiene firme. Tras cerrar el 2017 con un crecimiento del PIB que se estima superior al 2,5%, el conjunto de analistas y las principales instituciones internacionales prevén una ligera desaceleración del ritmo de avance en 2018. Según las previsiones de CaixaBank Research, este se mantendrá en niveles elevados, del 2,2%, apoyado en un entorno exterior favorable –especialmente en la eurozona, donde se en­­cuen­­tran los principales socios comerciales de Portugal–, en el man­­tenimiento de unas condiciones financieras acomodaticias y en la mejora de la confianza. Así lo espera también el Banco de Portugal en su boletín económico de diciembre, que prevé que la economía lusa mantenga un perfil de crecimiento por encima del potencial a lo largo del horizonte de previsiones, aunque a un ritmo algo menor que en 2017 (2,3% para 2018 y 1,8% para 2019).

Las finanzas públicas se benefician de la coyuntura económica. El déficit público se situó en el 0,1% del PIB (acumulado de 12 meses) en el tercer trimestre del año, lo que supone una importante corrección respecto al registro del 3T 2016 (3,7%). Esta mejora se debió tanto a un mayor crecimiento de los ingresos, que aumentaron un 2,7% interanual, como a una reducción del gasto (del 0,1%). Esta evolución positiva debería permitir situar el déficit de 2017 por debajo del nivel objetivo del Gobierno (1,4% del PIB). Asimismo, el menor déficit público junto con el crecimiento sostenido del PIB continuarán apoyando la reducción gradual de la ratio de la deuda pública, que estimamos que se haya situado en el 127,3% del PIB a finales de 2017. En este contexto de mejora de las finanzas públicas y da­­das las buenas perspectivas de crecimiento, la agencia de calificación Fitch revisó al alza el rating soberano de BB+ a BBB, emplazándolo de nuevo en grado de inversión. El anuncio, a la estela del de S&P en septiembre, era ampliamente esperado, lo que había quedado reflejado en el descenso de la prima de riesgo soberana desde finales de octubre hasta los 150 p. b.

El saldo por cuenta corriente se mantiene en terreno positivo. En particular, el superávit por cuenta corriente (acumulado de 12 meses) alcanzó los 457,6 millones de euros en octubre, un registro inferior a los 1.359 millones de euros de octubre de 2016 y equivalente al 0,2% del PIB. En términos de composición, este deterioro se produjo por el mayor déficit de la balanza de bienes, a pesar del mayor superávit de servicios y del me­­nor déficit de rentas. En este sentido, el deterioro de la balanza comercial se explica por el fuerte aumento de las importaciones, fruto del encarecimiento del precio del petróleo y de la recuperación de la inversión, a pesar de que las ventas al exterior mantuvieron una dinámica positiva.

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