La Rioja

• La Rioja cuenta con poco más de 324.000 habitantes, el 0,7% del total nacional, lo que la convierte en la región menos poblada de España.
• El PIB riojano asciende a 9.502 millones de euros, lo que supone el 0,7% del PIB español, siendo también la región con menor peso en el total nacional.
• Con un PIB per cápita de 29.579 euros, ocupa el séptimo lugar del ranking nacional, superando en un 5,0% el promedio español, si bien la distancia respecto a la media se ha ido reduciendo debido al menor crecimiento económico.
• La estructura productiva de la región destaca por el elevado peso de los sectores agrario y manufacturero, que aportan el 5,2% y el 21,2% del PIB, respectivamente (2,6% y 12,5% en España); mención especial merece el vino, puesto que es la quinta región productora –la segunda en términos per cápita–. Por el contrario, las actividades terciarias tienen un peso relativamente reducido, tanto comercio, transporte, hostelería y ocio (23,2% vs. 28,4%) como servicios ligados a la industria (21,3% vs. 28,5%).
• Si bien el peso de las exportaciones de bienes en el PIB es bastante inferior a la media nacional (21,9% vs. 28,9%), destaca el crecimiento anotado en los últimos años. En 2023, La Rioja exportó bienes por 2.281 millones de euros, el 0,6% de las exportaciones españolas: casi el 38% son productos agroalimentarios, sobre todo vino, seguido de frutas, legumbres y preparados alimenticios; por detrás se sitúan calzado (8,3% del total) y productos químicos (5,9%), en especial plásticos.

Desde CaixaBank Research estimamos que el PIB riojano creció un 1,9% en 2023, por debajo de la media española (2,5%). El empuje de las exportaciones contrastó con los modestos registros del gasto de las familias, en un contexto de escaso dinamismo del empleo, y el mal comportamiento de la agricultura, muy afectada por la sequía.

Para 2024, nuestras previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del 1,5%, algo por debajo de la media del país (1,9%). En los primeros meses del año no termina de despegar la industria, en contraste con el buen tono que mantienen las exportaciones. Por el lado positivo, dado el bajo grado de ejecución de los fondos NGEU, el margen de mejora es amplio, por lo que la aceleración en su implementación podría impulsar la inversión y dinamizar el tejido empresarial. Asimismo, el potente sector primario y agroalimentario se beneficiaría de una climatología menos adversa.

El mercado laboral riojano está siendo algo menos dinámico que en el conjunto del país. Tras registrar en 2023 un aumento del 1,4% en el número de afiliados (2,7% de la media española), en los primeros compases de este año se acelera y crece en marzo un 1,9% interanual (vs. 2,6%), superando en un 6,2% los niveles del mismo mes de 2019 (vs. 9,8%); en el último año destaca la creación de empleo en hostelería, educación y sanidad, en contraste con la fuerte pérdida en construcción. En cuanto a la tasa de paro, se situó en el 9,5% en el 4T 2023, por debajo de la media española (11,8%) y del registro del 4T 2019 (9,9%).

Las actividades de servicios también están teniendo una evolución algo más modesta que en el resto del país. En este sentido, tras el fuerte retroceso de 2022, lastradas por las tensiones inflacionistas, las ventas del comercio minorista (en volumen) se recuperan, aunque de forma parcial: anotaron un crecimiento del 1,7% en 2023 (2,9% en promedio nacional) y del 1,5% en enero-febrero de este año (vs. 3,2%), con lo que se mantienen por debajo de los niveles prepandémicos (–1,1% vs. +3,5%).

Por lo que respecta al sector industrial riojano, el IPI está registrando unos datos muy adversos. Tras anotar uno de los mayores retrocesos del país en 2023 (–6,4% vs. –1,4% en España), en el arranque de 2024 prolonga su deterioro, con una caída en los dos primeros meses del 2,8% interanual, que contrasta con el avance del 4,0% a nivel nacional; de este modo, se mantiene muy alejado de los niveles de 2019 (–13,2% vs. +0,8%).

Las exportaciones riojanas de mercancías fueron de las que mejor comportamiento tuvieron en 2023, con un crecimiento del 9,5% (–1,4% en España), apoyadas en las ventas de semimanufacturas (sobre todo productos químicos) y algunos alimentos, como preparados alimenticios –en cambio, las exportaciones de carne y vino sufrieron un fuerte deterioro–. Pese al frenazo observado en el arranque de 2024 (+1,4% interanual en enero), mejoran el promedio del país (–2,5%) y superan en un 21,8% los registros de 2019 (vs. +29,5%).