¿Qué explica el repunte de las importaciones españolas?
¿El repunte de las importaciones en España responde a un mayor dinamismo de la demanda interna? ¿O refleja un aumento del contenido importador de la economía española?
Desde el 2T 2024 se observa un claro repunte de las importaciones españolas, que han pasado de una caída del 6% interanual en marzo de 2024 a un aumento del 5,3% en agosto de 2025 (cálculo sobre datos acumulados de 12 meses). Esta nueva tendencia plantea la necesidad de analizar si este repunte responde a un mayor dinamismo de la demanda interna o si refleja un aumento del contenido importador de nuestra economía.
¿Qué tipología de bienes estamos importando más?
En esta sección nos basamos en los datos de aduanas sobre importación de bienes, ya que ofrecen un desglose más detallado por sectores económicos. En el segundo gráfico, mostramos la contribución relativa de cada sector al crecimiento de las importaciones, en términos reales y excluidos los productos energéticos, comparando 2025 frente al último ciclo expansivo prepandemia (2015-2019). Dos hechos destacan del gráfico. En primer lugar, podemos ver que habitualmente las semimanufacturas y los bienes de equipo explican una gran parte del crecimiento de las importaciones, mientras que los sectores más relacionados con el consumo, como alimentación, otras manufacturas de consumo y bienes de consumo duradero, explican una proporción menor.
En segundo lugar, vemos que las semimanufacturas y los bienes de equipo explican en mayor medida el crecimiento de las importaciones en 2025 frente al 2015-2019, mientras que el sector automóvil, alimentación y manufacturas de consumo lo hacen en menor medida. Este cambio sugiere un perfil importador más orientado actualmente a los consumos intermedios y a la inversión respecto a la etapa prepandemia.
¿A qué responde el repunte reciente de las importaciones?
Para complementar el análisis, estimamos una regresión de las importaciones respecto a los componentes de la demanda final: consumo privado, gasto público, inversión, exportaciones de bienes y exportaciones de servicios. Dado que trabajamos con datos de contabilidad nacional, en este ejercicio nos centramos en importaciones totales, no únicamente de bienes. El modelo se ajusta bien a los datos y, tal como esperaríamos, muestra que los componentes de la demanda final que más contribuyen a explicar las importaciones son la inversión y las exportaciones de bienes, seguidos por el consumo privado.1 La interpretación de los residuos permite identificar las desviaciones entre las importaciones efectivas y las que cabría esperar según la demanda final. En 2024, las importaciones se situaron algo por debajo de lo esperado (véase el cuarto gráfico), mientras que en 2025 los errores se encuentran ligeramente por encima. En ambos años las magnitudes son pequeñas, lo que sugiere que el repunte actual está alineado con el comportamiento de la demanda final y no con un aumento del contenido importador de la misma.
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Se hace una regresión lineal entre la variación interanual de las importaciones, en términos reales, frente a las variaciones interanuales de los componentes de la demanda final. La regresión presenta un R^2 del 94%. Las importaciones presentan una elasticidad del 0,54 frente a la inversión, del 0,50 frente a las exportaciones de bienes y del 0,46 frente al consumo privado.
Por último, a partir de los coeficientes estimados de la regresión, podemos ver la evolución temporal de las contribuciones de los componentes de la demanda al crecimiento de las importaciones. Tras las grandes fluctuaciones producidas por la pandemia, a partir de 2024 el componente inversor gana protagonismo y pasa de 1,4 p. p. en el 1T de ese año a 4,1 p. p. en el 3T 2025. El consumo privado es el segundo protagonista y se mantiene estable entre 1,2 p. p. y 1,6 p. p. Este patrón refuerza la conclusión de que el reciente tirón importador español responde principalmente a una mayor demanda de inversión, seguida por la del consumo de hogares.