Reino Unido

Resumen

Las perspectivas económicas para el Reino Unido mejoran sustancialmente en el 1T 2023.

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Perspectivas

 

Previsiones

 

Prom.
12-16

2017

2018

2019

2020

2021

2022

2023

2024

Crecimiento del PIB (%)

2,2

2,4

1,7

1,6

-11,0

7,6

4,1

0,4

0,6

Inflación IPC (%)*

1,5

2,7

2,5

1,8

0,9

2,6

9,1

7,7

3,8

Saldo fiscal (% del PIB)**

-5,3

-2,4

-2,2

-2,2

-13,0

-8,3

-6,3

-6,6

-6,6

Saldo fiscal primario (% del PIB)**

-3,6

-0,6

-0,5

-0,9

-12,0

-6,0

-2,7

-2,2

-0,8

Deuda pública (% del PIB)**

76,8

76,2

75,4

74,6

94,5

96,7

91,9

95,9

95,9

Tipo de interés de referencia (%)*

0,5

0,5

0,8

0,8

0,1

0,3

3,5

4,3

4,5

Saldo corriente (% del PIB)

-4,8

-3,6

-4,1

-2,8

-3,2

-3,2

-2,0

-5,8

-5,2

Notas: * Promedio anual. Previsión de CaixaBank Research para el PIB y el IPC; del BoE para tipos de interés, y resto de variables, del FMI.

** Previsiones de la Office for Budget Responsibility, que incluyen el impacto del paquete de estímulo fiscal presentado.

Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos del OBR, de la Statistical Office y del BoE (vía Refinitiv).

  • Las perspectivas económicas para el Reino Unido mejoran sustancialmente. El PIB logró crecer un 0,1% intertrimestral en el 1T 2023 (frente a la caída que esperábamos), lo que justifica una notable revisión al alza en el crecimiento previsto para este año hasta el 0,4%, desde el −0,8% estimado anteriormente. Esta mejora en las previsiones para el Reino Unido se encuentra en línea con la revisión al alza publicada por el Banco de Inglaterra (BoE), que, en su informe de mayo, ya no contempla una recesión en los próximos años (0,25% en 2023 y 0,75% en 2024 frente al −0,5% y −0,25% estimados en febrero, respectivamente). Esta mejora en las expectativas de crecimiento descansa en un inicio de año algo mejor de lo esperado a nivel global (el PIB trimestral en el 1T en China fue del 2,2%; en EE. UU., del 1,3%, y del −0,1% en la eurozona), en la evidente mejoría del escenario energético y en el impacto de las medidas de estímulo aprobadas por el Ejecutivo de Rishi Sunak (que podrían aportar hasta 0,3 p. p. al crecimiento de este año). Pese a este mayor optimismo, las tasas de crecimiento que se anticipan siguen siendo muy modestas y claramente inferiores a su media de largo plazo (cerca del 2,0%).
  • En este contexto, la inflación podría empezar a corregirse en los próximos meses. Tras superar el 10% el índice general de precios en septiembre, el BoE ya apuntó a una caída brusca a partir de abril debido, principalmente, a un efecto base por energía, aunque al mismo tiempo se mostraban preocupados por la evolución de la inflación de los alimentos. El BoE reconoce que las previsiones de inflación están sujetas a una elevada incertidumbre y es difícil anticipar en qué momento volverá, de forma sostenida, a su objetivo del 2,0%. Además, señala que los riesgos para la inflación se concentran claramente al alza y advierte de la necesidad de vigilar posibles efectos de segunda ronda que podrían retroalimentar la inflación, retrasando aún más la vuelta al objetivo del 2%. Por el momento, no se observan evidencias de que la subida de la inflación se esté trasladando a salarios (que crecieron en el 1T un 5,9% interanual frente al 7,0% en el 4T), aunque el BoE reitera que su prioridad sigue siendo asegurar la estabilidad en precios.
  • Los tipos de interés se mantendrán elevados por más tiempo. Al impacto de las subidas de tipos de interés ya aprobada, se sumará el de la desaceleración global que se anticipa a partir de verano. El menor dinamismo económico debería facilitar la reducción de la inflación, que será especialmente intensa en el 3T y en el 4T, según estimaciones del BoE. Bajo estas hipótesis, todo apunta a que el techo en los tipos de interés se encuentra bastante cercano, pero, dado el compromiso que el BoE sigue mostrando para con la estabilidad de precios, parece poco probable que se lleven a cabo rebajas de tipos antes del verano de 2024.
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