China

Resumen

China, la primera en entrar y la última en salir de la pandemia.

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Perspectivas

 

Previsión

 

Prom.
11-15

2016

2017

2018

2019

2020

2021

2022

2023

Crecimiento del PIB (%)

7,9

6,8

6,9

6,7

6,0

2,2

8,4

3,0

5,2

Inflación IPC (%)*

2,1

1,7

1,5

0,1

0,7

1,5

1,8

1,9

1,5

Saldo fiscal (% del PIB)

-0,9

-3,4

-3,4

-4,3

-6,1

-9,7

-6,1

-8,9(e)

-7,2

Deuda pública (% del PIB)

37,3

48,2

51,7

53,8

57,2

68,1

71,5

76,9(e)

84,1

Tipo de interés de referencia (%)*

5,9

4,4

4,4

4,4

4,4

4,4

4,4

4,4

4,4

Tipo de cambio (RMB/USD)*

6,3

6,6

6,8

6,6

6,9

6,9

6,5

6,7

6,5

Saldo corriente (% del PIB)

2,2

1,7

1,5

0,2

0,7

1,7

1,8

1,6(e)

1,3

Deuda externa (% del PIB)

12,7

11,4

12,0

13,1

13,5

13,0

13,3

14,3(e)

12,8

Notas: * Promedio anual. (e): estimación.

Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de organismos nacionales de estadística y de Refinitiv.

  • China, la primera en entrar y la última en salir de la pandemia. El 2022 estuvo protagonizado por la persistencia de las restrictivas políticas sanitarias en el país, acentuadas en el primer semestre del año debido al rebrote de ómicron (con confinamientos masivos en Shanghái, Shenzhen y Pekín). El inesperado anuncio del abandono de dichas restricciones se produjo a finales del mes de noviembre, lo que desencadenó un rebrote de casos que neutralizó los efectos positivos que se esperaban de la reapertura en diciembre (los índices de movilidad se redujeron con respecto al mes de noviembre). Debido a este desenlace, la economía china se estancó en el último trimestre del año, y el PIB se desaceleró desde el 3,90% en el 3T al 2,90% en el 4T, en términos interanuales. Entre los indicadores más resistentes, destacó la inversión en activos fijos en zonas urbanas, que registró un crecimiento del 5,1% en el conjunto del año, confirmando la resiliencia de las inversiones en manufacturas e infraestructuras. Por otro lado, las ventas minoristas se mostraron débiles y con contracciones significativas en el 2T y en el 4T del año, debido a la alta sensibilidad que presentan ante las sorpresas de las restricciones sanitarias. Asimismo, los datos de los índices de actividad económica también reflejaron la incertidumbre y el deterioro de la confianza de los consumidores, y permanecieron en la zona de contracción durante gran parte del año. Con todo, la economía china creció un 3% en el conjunto del año, el menor crecimiento en los últimos 45 años (a excepción del 2020, de un 2,2%).
  • Los indicadores económicos de enero apuntan a una rápida recuperación en China, lo que nos lleva a recobrar el optimismo, pero cuya evolución tendrá que hacer frente a un contexto mundial más adverso. Dadas las perspectivas de enfriamiento en la demanda externa y un cambio global en las dinámicas de consumo hacia el sector servicios, China (exportador neto de bienes) podría ver significativamente debilitado su sector exterior tanto a corto como a medio plazo, y forzar a su industria a cambiar el foco de atención hacia productos más sofisticados y/o hacia la demanda interna del país. Entre las oportunidades que se le presentan destacan la inversión en tecnología punta (que aumenta un 10% en promedio interanual en los últimos años) y la fabricación de coches eléctricos a escala global. Por su parte, el sector inmobiliario –otro de los motores del crecimiento chino– parece empezar a dar tímidas señales de mejoría. Sin embargo, a pesar de las ayudas directas ofrecidas por el Gobierno y de la relajación de las regulaciones financieras conocidas como Three red lines guidelines, que restringían el acceso al crédito inmobiliario, se espera que la asequibilidad de la vivienda y la inversión tarden más de lo esperado en recuperar los niveles deseados. De otra parte, las autoridades chinas han ratificado que la prioridad del Gobierno este año será la estabilidad económica y se apoyarán en una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente, aunque con grados de libertad, en 2023.
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