El auge de las exportaciones de servicios no turísticos

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La buena evolución de las exportaciones de servicios es uno de los factores que explican la mejora que ha registrado el saldo por cuenta corriente en los últimos años. Si bien es cierto que el turismo ha sido un elemento clave, el papel de las exportaciones del resto de servicios, en la que nos centraremos a continuación, también ha sido muy destacado.

Desde 2003, las exportaciones de servicios no relacionados con el turismo prácticamente se han doblado, con lo cual han ganado peso en el total de exportaciones de servicios. En particular, destaca la buena evolución del sector de la informática y las TIC, que se ha multiplicado por tres, y del sector de los servicios empresariales, como la consultoría o la I+D. Estos sectores, junto con los relacionados con el transporte, representaron más del 80% de las ex­­por­­taciones de servicios no turísticos en 2015 (véase el primer gráfico). En una comparativa internacional, despuntan los servicios empresariales: según un informe de la federación europea de empresas de consultoría (FEACO),1 las empresas de consultoría españolas son las que prestan un mayor porcentaje de sus servicios fuera, un 30% en com­­paración con el 8% de Italia y Francia y con el 19% del Reino Unido, principalmente por los servicios pres­­tados en América Latina.

Un análisis más detallado de las principales características de los sectores que están impulsando el crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos revela el im­­pac­­­to positivo que este fenómeno está teniendo sobre el conjunto de la economía. Para empezar, nos fijamos en dos características: la productividad2 de los distintos sectores y el tamaño medio de las empresas en cada uno de ellos. En conjunto, la productividad de los servicios no tu­­rísticos es un 30% inferior a la de la industria. Sin embargo, si nos ceñimos a los sectores en los que se concentran la mayoría de las exportaciones de servicios no turísticos, su productividad es equiparable a la de la industria. Concretamente, la productividad de los subsectores con una intensidad exportadora3 mayor dobla la productividad de los sectores que menos exportan.

El tamaño empresarial es otro de los factores esenciales para explicar las exportaciones de servicios no turísticos, como también lo es en la industria. En el caso de los servicios, factores como la reputación, imprescindibles para ser competitivo en el mercado internacional, suelen estar asociados a empresas de mayor tamaño. La evidencia en esta dimensión es contundente: en los subsectores de
servicios de mayor intensidad exportadora, la proporción de empresas de más de 100 trabajadores es un 80% superior a la del resto de sectores.4

Así pues, las empresas que están liderando el aumento de las exportaciones de servicios no turísticos son de mayor tamaño y más productivas. Ante tales características, no sorprende que el impacto que este fenómeno está teniendo sobre el mercado laboral sea claramente positivo. Como se puede apreciar en el segundo gráfico, en los sectores en los que la intensidad exportadora es más elevada, el sa­­lario medio de los trabajadores es también más elevado.

En definitiva, la economía española ha sido capaz de im­­pulsar las exportaciones de servicios no turísticos en los últimos años. Sería deseable que esta buena tendencia se afianzara en los próximos años, tanto por la necesidad de corregir el desequilibrio externo como por los efectos po­­si­­tivos que tiene sobre el mercado laboral español.

1. FEACO (2015), «Survey of the European Management Consultancy Market 2014/15».

2. La productividad se define como el valor añadido a coste de los factores por ocupado.

3. La intensidad exportadora se define como las ventas fuera de España respecto al total de ventas.

4. Clasificamos como subsectores de mayor intensidad los del tercil superior y como subsectores de menor intensidad los del tercil inferior.
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