La economía portuguesa comenzó 2024 más fuerte de lo esperado

El PIB sorprende al alza en el 1T, con un crecimiento intertrimestral del 0,7%, según la primera estimación provisional realizada por el INE, superando así nuestra previsión del 0,4%, lo que introduce riesgos al alza en nuestra previsión para el conjunto del año, que se situaba en el 1,6%. Este comportamiento se correspondió con una aportación positiva al crecimiento trimestral de la demanda externa, mientras que la demanda interna se vio afectada negativamente por la caída de la inversión, si bien el consumo privado anotó una aceleración.

La inflación general se moderó 1 décima hasta el 2,2% en abril y la subyacente hasta el 2,0%, desde el 2,5% en marzo. Sin embargo, la dinámica mensual de la inflación subyacente sigue siendo más elevada que el promedio de los últimos años antes de la pandemia, lo que puede estar relacionado con el mantenimiento de una elevada inflación en el componente de servicios. De cara a los próximos meses, no descartamos algún nuevo repunte de la inflación. De hecho, es previsible que en mayo los efectos base también se dejen sentir en la inflación de los productos alimenticios no elaborados y de la energía (en mayo de 2023 cayeron mensualmente un 2,3% y un 1,7%, respectivamente).

El empleo continúa evolucionando positivamente y manteniendo tasas de crecimiento cercanas al 2% interanual. A su vez, la tasa de desempleo se estabilizó en el 6,5% en marzo, por quinto mes consecutivo, y el paro registrado cayó en marzo por segundo mes consecutivo. En sentido negativo, las ofertas de empleo, pese a haberse recuperado en los primeros tres meses del año, se mantienen en niveles muy bajos.

La publicación de la estimación de exportaciones e importaciones de bienes en el 1T sugiere que, en términos nominales, el déficit comercial se ha reducido un 12% interanual y se ha situado cerca de los 5.800 millones de euros. Este comportamiento se ha debido a la notable debilidad de las importaciones, condicionadas principalmente por la corrección de los precios de los bienes energéticos, mientras que las exportaciones de bienes habrían registrado una contracción.

En los tres primeros meses del año se registraron 5,5 millones de huéspedes y 13,4 millones de pernoctaciones en establecimientos de alojamiento turístico, lo que supone un crecimiento del 7,7% y 7,1% respecto al mismo periodo de 2023, respectivamente. Este buen comportamiento estuvo influido en parte por el efecto calendario, dado que este año el periodo vacacional asociado a Semana Santa cayó a finales de marzo, mientras que el año pasado fue en abril. El crecimiento fue mayor entre los no residentes (+8,7% en el caso de las pernoctaciones) que entre los residentes (+3,9% en pernoctaciones). Entre los no residentes, los británicos fueron el principal mercado, concentrando el 16% de las pernoctaciones, si bien los norteamericanos registraron una de las mayores tasas de crecimiento (+18% respecto al 1T 2023).