La inflación general cayó 3 décimas en mayo hasta situarse en el 1,9% y la inflación subyacente cayó 3 décimas hasta el 2,1%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Este retroceso en la inflación general responde principalmente al descenso de los precios relacionados con el ocio y la cultura (que incluyen algunos servicios turísticos) y de los transportes (que incluyen carburantes).
Search results
La inflación general de la eurozona (IPCA) disminuyó hasta el 1,9% interanual en mayo (-0,3 p. p. respecto a abril), mientras que la núcleo bajó hasta el 2,3% (-0,4 p. p.). Según lo esperado, la bajada de la inflación estuvo dirigida por el desvanecimiento de un efecto calendario de Semana Santa (que en abril había hecho rebotar los servicios hasta el 4,0%). Pero la desaceleración fue incluso más allá y situó la inflación de los servicios en mínimos de tres años y la propia núcleo en mínimos desde otoño de 2021. Estos datos son particularmente positivos para dar confianza al BCE en su lucha final contra la inflación, pero no deberían alterar su hoja de ruta: se espera que, el próximo jueves, el BCE recorte los tipos en 25 p. b., pero que mantenga un tono de cautela ante el repunte de la incertidumbre geoeconómica.
La inflación general subió modestamente, después de tres meses cayendo, hasta el 2,4%, mientras que la núcleo se mantuvo sin cambios en el 2,8%, por tercer mes consecutivo. Estos datos se han comportado prácticamente en línea con lo esperado (2,5% para la general y 2,9% para la núcleo) y no modifican las tendencias que veníamos observando: tras unos meses cayendo, parece que tanto la inflación general como la núcleo están encontrando cierta resistencia para seguir descendiendo pero, de momento, no hay un cambio de tendencia.
La inflación general descendió hasta el 2,0% en mayo (0,2 p. p. menos que en abril) y la inflación subyacente cayó hasta el 2,2% (0,2 p. p. menos que en abril). El INE ha revisado al alza el dato de inflación general y el de inflación subyacente en 1 décima. El dato de mayo está marcado por la corrección de los precios turísticos, permitiendo así que la inflación subyacente retome su tendencia a la baja después del repunte provocado en abril por la Semana Santa.
La inflación general subió 2 décimas en junio hasta situarse en el 2,2% y la inflación subyacente se mantuvo en el 2,2%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. El aumento del indicador general responde a la subida del precio de los carburantes y, en menor medida, de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. Así, el indicador general registra un leve repunte después de tres meses de bajadas, mientras que el indicador subyacente se mantiene estable. El dato de inflación subyacente se encuentra en el rango esperado por CaixaBank Research, mientras que el de inflación general se encuentra ligeramente por encima.
La inflación general de la eurozona fue del 2,0% interanual en junio (+0,1 p. p. respecto a mayo), mientras que la núcleo se mantuvo en el 2,3%. Estas cifras fueron según lo esperado y remarcan que la inflación está virtualmente en el objetivo del 2%. Así, facilitan que, en un entorno incierto, con riesgos tanto desinflacionistas como inflacionistas, el BCE mantenga un mensaje de paciencia y no modifique los tipos de interés en su próxima reunión del 24 de julio.
La inflación de julio evolucionó según lo previsto. Si bien la inflación subyacente avanzó una décima, apoyada en la recuperación de la demanda doméstica, la caída del precio de los carburantes ha mantenido estancada la inflación general.
La tasa de inflación se va recuperando de acuerdo con lo esperado.
En agosto, la notable bajada del precio del petróleo arrastró la inflación general a terreno negativo, tras solamente dos meses en positivo.
Sorprende que la tasa de inflación se mantenga estable: la inflación debería haberse situado en niveles inferiores a nuestra previsión debido a la recaída del precio del petróleo, pero se vio compensada por el aumento del precio de los alimentos frescos y de los bienes industriales no energéticos.
En septiembre, la tasa de inflación se redujo más de lo previsto, empujada por la caída del precio de los carburantes y la electricidad.
El IPCA se sitúa en terreno negativo debido a la importante reducción en el precio de la energía (del 8,9%), algo mayor de lo esperado, prolongando los efectos ya observados en el mes anterior.
En octubre, la tasa de inflación avanzó según lo previsto. Se espera que dicho avance se deba al comportamiento de los carburantes y lubricantes, cuyos precios habrían caído menos que en 2014.
El avance de la inflación en octubre, acorde con lo previsto, fue consecuencia de que la bajada de los precios de los carburantes y los lubricantes fue menor que la registrada en el mismo mes de 2014.
En noviembre, la tasa de inflación se recuperó según lo previsto. Se espera que el avance se deba al comportamiento de los carburantes y lubricantes, cuyos precios habrían caído menos que en octubre.
La inflación se estabilizó en el 0,1% como resultado de la actuación de dos fuerzas opuestas, que se compensaron entre sí.
El incremento de la inflación en noviembre, acorde con el dato avanzado, fue resultado de que el descenso de los precios de los carburantes y los lubricantes fue menor que el registrado en octubre.
En diciembre, la tasa de inflación siguió recuperándose, resultado de la caída más atenuada de los precios de la energía en términos interanuales. Este avance de la inflación fue, sin embargo, menor de lo esperado, ya que en diciembre el precio del petróleo acabó cayendo más de lo previsto.
La inflación se estabilizó en el 0,2% como resultado de la actuación de dos fuerzas opuestas, que se compensaron entre sí.
El aumento de la inflación en diciembre, que coincide con el dato avanzado por el INE, fue resultado de una caída de los precios de la energía más suave que en noviembre en términos interanuales.