La situación financiera de las familias durante la crisis de la COVID-19: esta vez es diferente
Las políticas económicas implementadas durante la pandemia han amortiguado el impacto de la crisis sobre la situación financiera de las familias. Por un lado, se ha evitado una mayor caída de los ingresos de los hogares, mientras que, por otro lado, la política monetaria acomodaticia del BCE ha propiciado una reducción de los pagos por intereses de la deuda. Un análisis detallado del esfuerzo que realizan los hogares para pagar su hipoteca, a partir de los datos internos de CaixaBank, debidamente reponderados para ser representativos de la población española, muestra que las medidas han conseguido reducir el esfuerzo hipotecario durante la pandemia en la mayoría de los hogares, si bien todavía siguen existiendo bolsas de vulnerabilidad entre los hogares de renta baja.
24 de diciembre de 2021
Las políticas económicas amortiguan el impacto de la crisis en los hogares
El impacto de la crisis de la COVID-19 en los hogares ha sido muy significativo. Pero, como veremos a continuación, el papel de las políticas económicas ha sido crucial para mitigar los efectos económicos adversos de la pandemia sobre la situación financiera de las familias.
En el plano fiscal, se activaron un conjunto de medidas para el sostenimiento de las rentas de los hogares, entre las que destacan las transferencias públicas a los trabajadores afectados por un ERTE. Además, se reforzaron las prestaciones por desempleo, se aseguraron los suministros básicos, incluido el apoyo al pago de alquileres, y se puso en funcionamiento un esquema de ingreso mínimo vital. También se arbitraron moratorias legales y sectoriales de los préstamos, tanto con garantía hipotecaria como sin ella, para impedir que los hogares en dificultades incumplieran sus obligaciones financieras.14 Estas medidas, en su conjunto, consiguieron que la caída anual de la renta bruta disponible de las familias (RBD) fuera de «solamente» el 4,9% en 2020, la mitad del retroceso del PIB nominal (–9,8%).
En 2021, el enérgico avance del proceso de vacunación de la población ha propiciado una notable recuperación de la actividad. En este sentido, hay que subrayar que la recuperación del empleo está siendo más rápida que la de la actividad (en noviembre de 2021 la afiliación efectiva a la Seguridad Social ya superaba los niveles prepandemia, mientras que el PIB en el 3T 2021 todavía se encontraba un 6,6% por debajo del nivel del 4T 2019). Como resultado de este dinamismo del mercado laboral, la RBD creció un 1% en el primer semestre de 2021, si bien todavía seguía siendo inferior a los niveles de 2019 (–3,9%).
- 14. Estas moratorias han permitido a los individuos que cumplían determinadas características retrasar la devolución de sus préstamos durante un cierto tiempo. A finales de 2020 se habían producido casi 1,5 millones de solicitudes, de las que fueron concedidas más del 90%, el saldo vivo de los créditos en suspensión temporal de sus obligaciones de pago por los programas de moratorias ascendía a 56.168 millones de euros, equivalentes a un 8% del valor total del crédito concedido en las carteras de préstamos que podían acogerse a moratorias.
La política fiscal ha amortiguado la caída de la renta de los hogares
y la reducción de los tipos de interés habría aligerado la carga financiera del conjunto de las familias.
En cuanto a la política monetaria, la rapidez y la contundencia de las actuaciones del BCE han permitido mantener unas condiciones financieras muy favorables que han ayudado a reducir los pagos por intereses asociados a la deuda contraída por las familias. Si bien la ratio de endeudamiento de los hogares habría aumentado ligeramente entre el 4T 2019 y el 2T 2021,15 la carga financiera se redujo gracias al descenso del coste medio de la deuda, que se encuentra en mínimos históricos (véase el siguiente gráfico).
- 15. La ratio de deuda sobre la renta bruta disponible de las familias (RBD) se situó en junio de 2021 en el 94,9%, lo que supone 4,2 p. p. más que el nivel previo a la pandemia.
La política monetaria del BCE favorece la reducción del coste medio de la deuda de los hogares durante la pandemia
(%)
Las condiciones financieras favorables han impulsado la demanda de vivienda y esto se ha reflejado en un mayor flujo de crédito a los hogares para la compra de vivienda, especialmente en 2021, a medida que se reducía la incertidumbre y el entorno económico mejoraba sustancialmente.16 En concreto, la nueva producción de crédito para la compra de vivienda solo se contrajo un 2,1% durante 2020 y repuntó un excepcional 47,8% interanual en el acumulado entre enero y octubre de 2021 (un también destacable 37,5% si se compara con el mismo periodo de 2019).17
En este contexto, el esfuerzo hipotecario teórico18 apenas ha variado y se ha situado en torno al 30% durante la pandemia, un nivel de endeudamiento que generalmente se considera saludable, similar a la ratio registrada antes del boom residencial en la década de los 2000 (véase el siguiente gráfico). Nótese que el esfuerzo hipotecario se ha mantenido estable porque el descenso de los tipos de interés habría compensado el retroceso de la RBD y el incremento del precio de la vivienda entre el 4T 2019 y el 2T 2021 (del 4,5% según el índice del precio de la vivienda del INE).
- 16. Para un análisis detallado de los factores que han impulsado la demanda de vivienda, véase el artículo «La fortaleza de la demanda reaviva el mercado residencial español» en este mismo Informe Sectorial.
- 17. A pesar de este fuerte repunte de la nueva concesión, el saldo vivo de crédito a la vivienda apenas avanza (+0,6% interanual en septiembre de 2021) debido a las amortizaciones ordinarias y las anticipadas, un aspecto que estaría ligado al ahorro acumulado durante la pandemia y que algunos hogares habrían usado para reducir su endeudamiento.
- 18. El esfuerzo hipotecario teórico es una estadística publicada trimestralmente por el Banco de España y mide el porcentaje de renta que el hogar mediano debe destinar para pagar el importe de las cuotas hipotecarias en el primer año tras la adquisición de una vivienda tipo financiada con un préstamo estándar por el 80% del valor de la vivienda.
El esfuerzo hipotecario teórico se mantiene estable durante la pandemia
(% de la renta bruta disponible del hogar mediano)
Un análisis del esfuerzo hipotecario por tipologías de hogares a partir de los datos internos
Examinados en conjunto, los datos macroeconómicos ofrecen un panorama bastante positivo sobre la situación financiera de los hogares durante la pandemia, en gran parte gracias a las políticas económicas comentadas. Sin embargo, también pueden esconder vulnerabilidades si no se tienen en cuenta los distintos segmentos de la población. Para analizar el impacto de la crisis en las diferentes tipologías de hogares, nos valemos de los datos internos de CaixaBank, debidamente anonimizados y reponderados para ser representativos de la población española.19 En concreto, calculamos el esfuerzo hipotecario, es decir, la ratio del importe de la cuota hipotecaria (recoge el impacto de la reducción de los tipos de interés) sobre los ingresos del hogar (recoge el impacto de la política de apoyo de rentas),20 agregando los datos según el nivel de renta,21 la edad del cabeza de familia22 y el año de constitución de la hipoteca.
El siguiente gráfico muestra que el esfuerzo hipotecario mediano descendió notablemente en 2020, un descenso que se debe a (i) el impacto de las moratorias hipotecarias, que permitieron aplazar el pago de la hipoteca a las personas más afectadas por la pandemia, (ii) la reducción de los tipos de interés, que habría aligerado la carga financiera de la deuda hipotecaria, y (iii) a un ligero aumento de la renta mediana de los hogares con deuda hipotecaria.23 En 2021, con datos hasta octubre, se observa una ratio de esfuerzo similar a la de antes de la pandemia.
- 19. Específicamente, desarrollamos un algoritmo para calcular los pesos óptimos para que los resultados de 2017 repliquen los resultados de la Encuesta Financiera de las Familias de 2017, publicada por el Banco de España y representativa de la población española. Posteriormente, el algoritmo se aplica para calcular el conjunto de pesos óptimos en cada año. En este sentido, los resultados que se muestran a continuación no reflejan directamente la cartera crediticia de la entidad.
- 20. Este análisis se ciñe a la cuota de los créditos hipotecarios para la compra de la vivienda principal y solamente se consideran hogares con deuda hipotecaria pendiente.
- 21. Definimos la renta de los hogares como los ingresos laborales, prestación de desempleo y pensiones (pública y privada). Para dividir los hogares por quintil de renta, usamos los puntos de corte de la Encuesta financiera de las familias del Banco de España de 2017.
- 22. Edad del principal perceptor de ingresos del hogar.
- 23. Nótese que la ratio de esfuerzo calculada con datos internos es significativamente inferior a la publicada por el Banco de España, pues en este cálculo usamos todos los contratos hipotecarios vigentes, mientras que el esfuerzo «teórico» se refiere a la cuota hipotecaria del primer año asociada a un préstamo estándar por el 80% del valor de la vivienda actual (y no histórico).
El esfuerzo hipotecario de los hogares con hipoteca se reduce durante la pandemia
(% de la renta del hogar)
Cuando analizamos cómo ha evolucionado el esfuerzo hipotecario según el nivel de renta (véase el siguiente gráfico), observamos que disminuyó para todos los grupos de hogares y que los que registraron un mayor descenso fueron los de menor renta (–1,4 puntos entre 2019 y 2020). Además, en 2020 también se redujo el porcentaje de hogares que debían realizar un esfuerzo hipotecario superior al 40% (un nivel que suele usarse como referencia para definir estrés financiero), especialmente entre los hogares de renta baja. A pesar de esta mejoría, es importante señalar que el esfuerzo hipotecario de los hogares de renta baja sigue siendo significativamente superior que el del resto de los hogares, y que el porcentaje de hogares de renta baja que sufre estrés financiero sigue siendo muy elevado. Así pues, podemos concluir que las medidas implementadas para hacer frente a la crisis económica han sido efectivas en aligerar la carga de la deuda de la mayoría de los hogares, incluidos los de renta baja; pero, a pesar de ello, las vulnerabilidades existentes en algunos colectivos antes de la crisis siguen presentes.
A pesar de la mejora en la ratio de esfuerzo gracias a las medidas de política monetaria y fiscal,
los hogares de renta baja concentran una mayor vulnerabilidad financiera.
Última actualización: 21 diciembre 2021 - 09:29
Última actualización: 21 diciembre 2021 - 09:30
Todos los grupos de edad experimentaron una reducción del esfuerzo hipotecario en 2020. Los hogares jóvenes ya mostraban una fuerte tendencia descendente antes de la pandemia, un resultado que se explica por un mayor saldo hipotecario pendiente y, en consecuencia, una mayor reducción de la cuota hipotecaria ante el descenso de los tipos de interés.24 Finalmente, según el año de constitución de la hipoteca, se observa que el mayor descenso se concentra en las hipotecas de cohortes más antiguas (esto es, hipotecas concedidas entre 1996 y 2014, cuando las condiciones financieras eran muy distintas a las actuales), mientras que las hipotecas concedidas desde 2015, dado que en general ya se realizaron en condiciones más favorables, no se habrían beneficiado tanto del descenso de los tipos de interés en la etapa reciente.
- 24. También el aumento de la renta de este colectivo ha contribuido al descenso de la ratio de esfuerzo. Si bien para el colectivo de los jóvenes, la renta ha descendido durante la pandemia, su evolución ha sido más positiva para el subconjunto de jóvenes con deuda hipotecaria.
Esfuerzo hipotecario
Última actualización: 21 diciembre 2021 - 09:30
Última actualización: 21 diciembre 2021 - 09:31
El apoyo de las políticas económicas no debe retirarse prematuramente
En definitiva, las políticas monetaria y fiscal permitieron que el impacto negativo de la pandemia sobre la posición financiera de los hogares fuera limitado, si bien las vulnerabilidades existentes antes de la pandemia siguen presentes y se concentran en los hogares de rentas bajas. Y aunque la progresiva recuperación de la actividad seguirá favoreciendo la situación financiera de las familias, los hogares de menores ingresos siguen dependiendo del apoyo de las políticas económicas, por lo que debe evitarse una retirada prematura de los estímulos. Posiblemente el foco de riesgo más relevante es el repunte de la inflación, que ha alcanzado a finales del año 2021 cotas superiores al 5%, lo cual ha avivado la expectativa de que el BCE adelante las subidas de los tipos de interés. Sin embargo, el BCE ha recalcado que el actual episodio inflacionario tiene una naturaleza predominantemente transitoria y mantiene unas expectativas de continuación del actual tono expansivo de la política monetaria durante un tiempo dilatado. Además, hay que tener en cuenta que más del 65% de las nuevas hipotecas son ya a tipo fijo, y esto limitará el impacto negativo de una eventual subida de los tipos de interés sobre la capacidad de los hogares para afrontar el servicio de la deuda a futuro.