Según el nuevo Indicador Sectorial de CaixaBank Research, las ramas más intensivas en energía de la industria manufacturera y el sector agroalimentario son los que más sufrieron en 2023. En el lado opuesto, encontramos la hostelería y la automoción, que mantuvieron una buena evolución.
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La reciente publicación del Informe sobre Envejecimiento 2024 (Ageing Report 2024) de la Comisión Europea es un hito relevante para la evaluación que está prevista en 2025 de la reforma de pensiones 2021-2023 y que determinará si es necesario tomar medidas adicionales para asegurar la sostenibilidad del sistema.
La situación actual del mercado inmobiliario español se caracteriza, a grandes rasgos, por la fortaleza de la demanda y la escasez de oferta. Como consecuencia de este desajuste entre oferta y demanda, el precio de la vivienda ha acelerado el paso, especialmente el de la obra nueva. Desde CaixaBank Research ya preveíamos que la tendencia alcista del mercado inmobiliario se afianzaría en 2024, pero los datos que se han ido publicando han sido más pujantes de lo esperado, y ello, junto con la mejora de las perspectivas económicas, nos ha llevado a revisar al alza las previsiones del sector inmobiliario para 2024-2025.
El PIB sorprendió positivamente en el 4T 2024 con un avance intertrimestral del 1,5%, que situó el crecimiento en el conjunto del año en el 1,9%, El buen comportamiento en el tramo final de 2024 introduce riesgos al alza, por el efecto arrastre, en la previsión actual de CaixaBank Research para 2025 (2,3%).
La economía española mantiene un tono positivo en el arranque de 2025 impulsada, sobre todo, por la reactivación de la demanda interna. Aunque se espera un crecimiento algo más suave que el pasado año, el descenso de la inflación y de los tipos de interés actuarán como importantes puntos de apoyo ante un contexto internacional marcado por la incertidumbre. El Indicador Sectorial de CaixaBank Research refleja este dinamismo en los primeros meses del año y recoge un aumento del número de sectores en fase de expansión, aunque hay cierta heterogeneidad.
El sector de la restauración mantiene su buena racha en 2025, con un crecimiento sólido del gasto, gracias al empuje del turismo nacional e internacional. Aunque el ritmo se modera respecto a años anteriores, los datos muestran una clara resiliencia, incluso tras el apagón eléctrico del 28 de abril, que supuso un golpe puntual para la facturación.
El cambio climático representa un desafío crucial para el sector inmobiliario y para el conjunto de la economía española. En este artículo analizamos los riesgos asociados a eventos climáticos extremos y los riesgos de transición a los que deberá hacer frente el sector, así como el papel de las políticas públicas.
Los indicadores muestran que el ritmo de crecimiento del sector turístico español se está normalizando tras los excepcionales registros de 2022-2024, impulsados por la recuperación pospandemia y el consiguiente repunte del consumo de servicios. Las tendencias observadas a finales de 2024 se prolongan en 2025: el sector mantiene su atractivo para un creciente número de turistas internacionales, mientras que el turista residente pierde presencia en los destinos locales y gana protagonismo en el extranjero. Aun así, este año el sector volverá a ser clave para la economía española. Según nuestras previsiones, el PIB turístico crecerá un 2,7%, gracias al sólido arranque de año, al aumento de la renta disponible de las familias, a la reactivación de algunas economías europeas y a la moderación de la inflación turística.
La desaceleración de las exportaciones ha sido uno de los focos de debilidad de la economía española en los últimos trimestres. La industria manufacturera es especialmente dependiente de las ventas al exterior y centraliza el deterioro de las exportaciones de bienes.
Analizamos con datos internos el comportamiento de los visitantes extranjeros que permanecen en España durante temporadas largas, un grupo de población que suele alojarse en segundas residencias, viviendas de alquiler de temporada o alojamientos especializados, unos segmentos con una tendencia de demanda al alza en el mercado inmobiliario español.
Entre 2018 y 2024, la economía española ha experimentado una mejora sustancial en los precios relativos de la electricidad y el gas, pasando de pagar más que la media europea a beneficiarse de tarifas más bajas. Este descenso responde al fuerte crecimiento de la producción de energía solar fotovoltaica y eólica terrestres, los dos procesos de generación eléctrica con menor coste. Los menores precios de la electricidad en comparación con los competidores europeos han favorecido un buen desempeño del sector manufacturero en los últimos ejercicios. Esta ventaja en la generación de electricidad sostenible y de bajo coste posiciona la industria española en una situación aventajada con respecto a sus competidores.
Aunque los meses de verano siguen concentrando gran parte de los flujos turísticos, los viajes fuera de la temporada alta aumentan con mayor fuerza, especialmente entre los europeos y entre los españoles con rentas medias y altas.
El problema de acceso a la vivienda, tanto en alquiler como en propiedad, se ha agravado en los últimos años afectando con especial intensidad a colectivos como los jóvenes. La solución no es sencilla y requiere de actuaciones en múltiples frentes y contemplar un horizonte temporal amplio. La colaboración público-privada es fundamental para incrementar de forma significativa la oferta de vivienda asequible, y la construcción industrializada se postula como una nueva forma de construcción que permite superar los principales retos del sector, como atraer mano de obra cualificada y femenina, y fomentar sistemas constructivos más digitales y sostenibles.
En un mes en el que desgraciadamente el protagonismo lo vuelve a tener el riesgo geopolítico, repasamos en el Dossier de Perspectivas 2024 las principales claves y previsiones para el próximo año. Y la primera idea es precisamente lo compleja que será la vuelta a una macroeconomía en equilibrio en un mundo con unos niveles de inestabilidad geopolítica no vistos en muchas décadas.
En este artículo se detallan las nuevas previsiones de CaixaBank Research para la inflación en España en 2024 y 2025.
En un escenario rodeado de riesgos, ¿cuáles son el punto de partida y las perspectivas de la economía española en 2024? ¿Y sus puntos débiles y fuertes?
En 2023, el sector turístico en Portugal continuó su trayectoria de recuperación, superando expectativas y estableciendo nuevos récords en varios parámetros. Para 2024, esperamos que se mantenga este buen desempeño, aunque a un ritmo más cercano a la velocidad de crucero.
Aunque todavía se encuentra lejos del objetivo del 2%, la inflación, tanto en la eurozona como en EE. UU., ha descendido sostenidamente a lo largo de 2023, y uno de los supuestos clave en nuestras perspectivas para 2024 es que lo seguirá haciendo el próximo año, facilitando los primeros recortes de tipos de interés por parte de la Fed y el BCE. Pero ¿cuán robusto es este supuesto desinflacionista y cuánta prisa tienen los bancos centrales para bajar tipos?
El repunte de las rentabilidades de la deuda a escala global ha vuelto a poner la situación fiscal en el foco. El caso de Europa reviste un interés especial, ya que en 2024 las reglas fiscales se volverán a activar, tras suspenderse desde 2019 por la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania. ¿Qué plantea el nuevo marco fiscal? El plan propuesto, ¿es más o menos estricto que el vigente?
Tras crecer un 3,2% en 2024, se espera que la economía siga creciendo en 2025 por encima del promedio de la eurozona, apoyada por el dinamismo del consumo de los hogares y la recuperación de la inversión. Los importantes desafíos geopolíticos y el débil crecimiento europeo se presentan como los principales factores de riesgo.