El mercado inmobiliario es una de las principales correas de transmisión de la política monetaria a la economía real. El endurecimiento de las condiciones financieras se traslada a los tipos de interés hipotecarios y enfría la demanda de vivienda. Dado el notable endurecimiento de la política monetaria en el último año en gran parte de las economías avanzadas, en este artículo documentamos el cambio de tendencia que han experimentado los mercados inmobiliarios internacionales y analizamos la magnitud del ajuste que podría quedar por delante. Este artículo es una versión del artículo homónimo publicado en el IM04/2023.
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En un mes en el que desgraciadamente el protagonismo lo vuelve a tener el riesgo geopolítico, repasamos en el Dossier de Perspectivas 2024 las principales claves y previsiones para el próximo año.
El mercado inmobiliario español se está desacelerando, pero a un ritmo más moderado de lo previsto en el escenario que publicamos en el Informe Sectorial Inmobiliario de diciembre.
La economía española ha iniciado 2025 con un crecimiento generalizado, aunque algo más moderado que el año anterior. A pesar de los desafíos globales, como el giro proteccionista de EE. UU., la mitad de los sectores muestra signos de expansión, destacando la industria química y farmacéutica. Este dinamismo sectorial, junto con la ventaja competitiva en energías renovables, refuerza la resiliencia de la economía ante un entorno internacional incierto.
Aterrizaje suave en tiempos de incertidumbre política y un año que podría ir de menos, a más.
La oferta de vivienda continúa siendo insuficiente para absorber una demanda que sigue creciendo con fuerza por la formación de nuevos hogares. Este déficit de vivienda y la presión que ejerce sobre los precios subraya la necesidad de acelerar la construcción de vivienda asequible.
El pasado noviembre la Comisión Europea presentó una propuesta para reformar las reglas fiscales de cara a su reimplementación en 2024. La propuesta no modifica los objetivos de deuda y déficit del 60% y 3% (se encuentran en los tratados de la UE y es poco factible cambiarlos), sino que los fija como referencias de medio plazo y se centra en reformar el sistema para conducirnos hacia estos objetivos.
El arranque de año introduce cierto sesgo al alza para las previsiones de crecimiento en 2023. Sin embargo, el riesgo de que la segunda mitad del año sea más débil, a medida que las agresivas subidas de tipos terminen de transmitirse a la actividad, puede sesgar a la baja el crecimiento esperado para 2024
En 2024, el mercado inmobiliario español mostró una notable recuperación, con un aumento significativo del precio de la vivienda y de las compraventas. Factores como el crecimiento de la renta bruta disponible, la demanda extranjera y la bajada de tipos impulsaron esta tendencia. En este artículo, desvelamos nuestras previsiones para 2025 y explicamos por qué esperamos que continúe esta dinámica expansiva.
Una sensación de equilibrio inestable presidirá el comportamiento de la economía global a lo largo de 2024, algo a lo que parece que nos vamos a tener que acostumbrar y que demandará a los agentes económicos una notable flexibilidad a la hora de tomar decisiones. Son los tiempos que nos toca vivir.
A partir de datos internos y técnicas big data, analizamos el consumo de agua de los hogares catalanes entre 2021 y 2024, tras la declaración de sequía.
El año 2023 empezó con unos pronósticos poco optimistas y cargados de temores. Al final, el balance ha sido claramente más positivo. ¿Sucederá lo mismo en 2024?
El inicio de 2025 ha traído un cambio en el foco de los mercados financieros, que se afianzó en el último mes de febrero. Los inversores han desplazado su atención desde los bancos centrales, el principal driver de los mercados en 2024, hacia un entorno de elevado riesgo geopolítico, con el «efecto Trump» como catalizador clave.
Los mercados iniciaron el 2024 con apetito por el riesgo, apoyados en la retórica del aterrizaje suave en las principales economías avanzadas y en una valoración positiva de los datos macroeconómicos.
El reloj inmobiliario de CaixaBank Research muestra la evolución del precio de la vivienda y de las compraventas en España a lo largo del ciclo. En 2024, el «reloj» se mantendrá en zona de desaceleración para dar paso a un 2025 en el que prevemos que el mercado de la vivienda vuelva a la zona expansiva.
La economía española enfila el cierre de 2024 manteniendo un tono robusto. El mercado laboral mantiene un buen comportamiento a pesar de la ligera desaceleración de noviembre; la inflación repunta por los componentes más volátiles; prosigue el aumento del superávit por cuenta corriente, y la compraventa de viviendas se dispara.
La economía internacional mostró una notable resiliencia en 2024 y los datos disponibles sugieren que el PIB mundial podría haber crecido ligeramente por encima del 3%. Los vientos de cola que apoyaron la actividad probablemente seguirán soplando a favor en 2025, aunque con menos fuerza y con desafíos exigentes.
España redujo en 2024 sus exportaciones a la Unión Europea y a los Estados Unidos, de manera que tuvo que buscar oportunidades en nuevos mercados para diversificar y fortalecer sus relaciones comerciales. Entre ellos destacan los países de la ASEAN, América Latina y las islas del Caribe, y Oceanía.
Según la nueva estimación realizada por el INE, el PIB creció un 0,8% intertrimestral en el 1T 2024, un 0,1 p. p. más de lo estimado originalmente. Explican el buen comportamiento el buen desempeño del mercado laboral, el impulso de unos flujos de inmigración dinámicos y los buenos datos de turismo internacional, que vuelven a superar las expectativas.