La reforma laboral de 2021 ha logrado reducir significativamente la tasa de temporalidad en España: del 29,7% del promedio de 2014-2019 ha pasado a un 12,7% en 2024. Este descenso, generalizado entre sectores, grupos de edad y comunidades autónomas, ha repercutido en una mayor estabilidad en el empleo, aunque ha aumentado la rotación y ha disminuido el número de contratos registrados.
Resultados de la búsqueda
La actividad muestra signos de desaceleración y la inflación desciende por debajo del 2% en marzo, por primera vez desde agosto de 2024.
Los buenos datos de crecimiento de la economía española en el tramo final de 2024 nos llevan a revisar al alza la previsión de crecimiento del PIB para 2025. Sin embargo, la mayor probabilidad de tensiones arancelarias entre EE. UU. y la UE nos invita a la prudencia. De este modo, prevemos que la economía crezca un 2,5% en 2025, por encima del 2,3% que preveíamos anteriormente, aunque algo por debajo de la revisión que podríamos haber realizado en ausencia de este factor de incertidumbre.
Una sensación de equilibrio inestable presidirá el comportamiento de la economía global a lo largo de 2024, algo a lo que parece que nos vamos a tener que acostumbrar y que demandará a los agentes económicos una notable flexibilidad a la hora de tomar decisiones. Son los tiempos que nos toca vivir.
En 2024, la economía mundial se mostró resiliente a un entorno de condiciones financieras restrictivas y las grandes economías internacionales lograron crecer en general más de lo previsto. Sin embargo, 2025 no deja de presentarse como un año exigente: al mapa de riesgos se le suma la amenaza de una mayor fragmentación económica, con un incremento de las barreras comerciales y de la incertidumbre.
A partir de datos internos y técnicas big data, analizamos el consumo de agua de los hogares catalanes entre 2021 y 2024, tras la declaración de sequía.
El año 2023 empezó con unos pronósticos poco optimistas y cargados de temores. Al final, el balance ha sido claramente más positivo. ¿Sucederá lo mismo en 2024?
España redujo en 2024 sus exportaciones a la Unión Europea y a los Estados Unidos, de manera que tuvo que buscar oportunidades en nuevos mercados para diversificar y fortalecer sus relaciones comerciales. Entre ellos destacan los países de la ASEAN, América Latina y las islas del Caribe, y Oceanía.
En la mayoría de los países desarrollados, para los cuales disponemos de datos hasta 2022, la desigualdad sigue presentando una tendencia al alza a largo plazo. En cambio, para España disponemos de datos hasta noviembre de 2024 y el mensaje, afortunadamente, es muy distinto.
La economía internacional mostró una notable resiliencia en 2024 y los datos disponibles sugieren que el PIB mundial podría haber crecido ligeramente por encima del 3%. Los vientos de cola que apoyaron la actividad probablemente seguirán soplando a favor en 2025, aunque con menos fuerza y con desafíos exigentes.
El año 2024 cerró en positivo para la renta variable, con el dólar como la divisa más fortalecida, pero con un repunte significativo en los tipos soberanos ante la perspectiva de mayor inflación en EE. UU., las incógnitas alrededor del futuro geopolítico global y la incertidumbre sobre cuánto más se distenderá la política monetaria.
En 2024, el mercado inmobiliario español mostró una notable recuperación, con un aumento significativo del precio de la vivienda y de las compraventas. Factores como el crecimiento de la renta bruta disponible, la demanda extranjera y la bajada de tipos impulsaron esta tendencia. En este artículo, desvelamos nuestras previsiones para 2025 y explicamos por qué esperamos que continúe esta dinámica expansiva.
Los mercados iniciaron el 2024 con apetito por el riesgo, apoyados en la retórica del aterrizaje suave en las principales economías avanzadas y en una valoración positiva de los datos macroeconómicos.
El reloj inmobiliario de CaixaBank Research muestra la evolución del precio de la vivienda y de las compraventas en España a lo largo del ciclo. En 2024, el «reloj» se mantendrá en zona de desaceleración para dar paso a un 2025 en el que prevemos que el mercado de la vivienda vuelva a la zona expansiva.
La devastación de la DANA podría restar entre 1 y 2 décimas al PIB español del 4T 2024, una estimación sujeta a un alto grado de incertidumbre, que asume un elevado grado de afectación en el sector primario valenciano, y una afectación moderada en la industria y más leve en el comercio. La estimación para 2025 dependerá en gran medida de la magnitud de esfuerzo inversor en reconstrucción y reposición del capital destruido, así como de las medidas de apoyo que se implementen.
La economía española enfila el cierre de 2024 manteniendo un tono robusto. El mercado laboral mantiene un buen comportamiento a pesar de la ligera desaceleración de noviembre; la inflación repunta por los componentes más volátiles; prosigue el aumento del superávit por cuenta corriente, y la compraventa de viviendas se dispara.
En este artículo repasamos brevemente los principales factores que nos llevan a revisar ligeramente el escenario macroeconómico previsto para 2024 y 2025.
La economía española ha vuelto a superar nuestras expectativas en los primeros meses de 2024. Si el dato de crecimiento del PIB del último trimestre de 2023 sorprendió al alza, el del primer trimestre confirma la buena marcha de la economía española y nos lleva a revisar nuestras previsiones al alza. Volvemos a examinar los principales factores que condicionan el escenario para la economía de España, tras incorporar la nueva información disponible.
Sin duda, las dos preguntas clave en la mente de los inversores y el hilo conductor de los mercados financieros durante gran parte del año, y claramente en el último mes, han sido cuándo bajarán el BCE y la Fed los tipos de interés y cuántas veces lo harán en 2024. Así, mayo y el inicio de junio experimentaron idas y venidas en la cotización de los activos financieros a medida que los inversores trataron de esclarecer las futuras decisiones de los bancos centrales.
Según la nueva estimación realizada por el INE, el PIB creció un 0,8% intertrimestral en el 1T 2024, un 0,1 p. p. más de lo estimado originalmente. Explican el buen comportamiento el buen desempeño del mercado laboral, el impulso de unos flujos de inmigración dinámicos y los buenos datos de turismo internacional, que vuelven a superar las expectativas.