La inflación general del conjunto de la eurozona disminuyó hasta el 5,5% interanual en junio (–0,6 p. p. respecto a mayo), mientras que, tras dos meses de moderación, la inflación núcleo (que excluye energía y todos los alimentos) repuntó 1 décima hasta el 5,4% interanual. Los datos se situaron razonablemente en línea con lo proyectado por el consenso de analistas, que según Bloomberg esperaba un 5,6% en la inflación general y un 5,5% en la núcleo (es decir, 1 décima más de lo finalmente observado). Si bien el alza de la inflación núcleo podría ser llamativa, era un movimiento que ya se venía anticipando por la presencia de efectos base en Alemania, y que debería ser puntual y deshacerse en los próximos meses. Por componentes, el descenso de la inflación volvió a ser generalizado (con la excepción de los servicios).
Resultats de la cerca
La inflación general cayó en junio y se colocó en el 1,9% (3,2% en mayo). Esta moderación vino dada, principalmente, por un efecto base en los precios en el componente energético que ha tenido un impacto de –0,8 p. p. sobre la inflación. Por su parte, la inflación núcleo se mantuvo inalterada en el 4,3%, mientras que la inflación de alimentos, bebidas y tabaco cayó con fuerza hasta el 10,0%, 1,6 p. p. por debajo de mayo, gracias a un muy buen comportamiento de los precios de alimentos frescos.
La inflación general repuntó en agosto y se situó en el 2,6% (2,3% en julio), según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó, al situarse en el 6,1% (6,2% en julio). El dato de inflación general conocido hoy se ha situado ligeramente por encima del rango esperado por CaixaBank Research, mientras que el dato de inflación subyacente se sitúa en línea con lo esperado.
La inflación general del conjunto de la eurozona (IPCA) se mantuvo estable en el 5,3% interanual en agosto, mientras que la inflación núcleo (que excluye energía y todos los alimentos) disminuyó hasta el 5,3% interanual. Por componentes, se vio una desaceleración prácticamente general en la inflación, tanto entre los alimentos (procesados del 11,3% al 10,4%, y no procesados del 9,2% al 7,8%) como en los bienes industriales (del 5,0% al 4,8%) y los servicios (del 5,6% al 5,5%). Así, fue la menor caída de los precios energéticos (-3,3% interanual en agosto vs. -6,1% en julio) la que pausó el descenso de la inflación general. En vista de que la energía debe seguir restando a la inflación en los próximos meses, la composición del dato de agosto refuerza un escenario para la eurozona de desinflación gradual pero sostenida, con lo que el dato no debería modificar significativamente los planes del BCE para su próxima reunión de septiembre.
La inflación general repuntó en agosto y se colocó en el 2,6% (2,3% en julio). Este incremento en el indicador vino dado, principalmente, por la evolución del precio de los carburantes. Por su parte, la inflación núcleo se mantuvo inalterada en el 4,8% mientras que los precios de los alimentos avanzaron un 10,1% interanual, 0,3 p.p. menos que en el mes de julio.
La inflación general de EE. UU. aumentó en 0,5 p. p. hasta el 3,7% debido a la subida del precio de los combustibles. Tras unos meses en los que los precios energéticos venían moderándose desde niveles elevados, el precio del barril de Brent aumentó un 16% entre julio y agosto, lo que se acabó trasladando a los componentes energéticos de la cesta de consumo. Por otro lado, la inflación subyacente prosiguió con la tendencia a la baja iniciada el pasado mes de marzo y se situó en el 4,3%, el nivel más bajo desde septiembre de 2021. Prevemos que esta tendencia de los precios subyacentes se mantendrá en los siguientes meses, puesto que la inflación del componente shelter (que incluye los precios de alquileres y pesa un notable 43% de la cesta núcleo) sigue cayendo y suele tener un comportamiento inercial. El dato, por tanto, no supone un cambio de escenario para la Fed en su evaluación de las dinámicas de precios en EE. UU.
La inflación general en España repunta en septiembre, pero la subyacente continúa moderándose
La inflación general repuntó en septiembre por cuarto mes consecutivo colocándose en el 3,5% (2,6% en agosto), según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente (excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó, al situarse en el 5,8% (6,1% en agosto). El dato de inflación general conocido hoy se ha situado ligeramente por encima del rango esperado por CaixaBank Research (previsión del 3,3%), mientras que el dato de inflación subyacente se ha situado en línea con lo esperado.
La inflación general del conjunto de la eurozona (IPCA) disminuyó hasta el 4,3% interanual en septiembre, mientras que la inflación núcleo (que excluye energía y todos los alimentos) se desaceleró hasta el 4,5% interanual (-0,8 p. p. respecto a agosto). El escalón que ha bajado la inflación en septiembre es notable (-0,9 p. p. respecto a agosto, el mayor descenso desde mayo) y refleja, en parte, la desaparición de efectos base que operaron en verano (subsidios al transporte en verano de 2022 y efectos del reajuste de pesos de la cesta en 2023). Los datos fueron algo mejores a lo proyectado por el consenso de analistas y refuerzan nuestras perspectivas para el BCE en los próximos meses (no volver a subir tipos, sino mantenerlos en los niveles actuales, claramente restrictivos, por un buen tiempo y facilitar así el enfriamiento de la economía necesario para que la inflación termine de bajar al objetivo del 2%).
La inflación de EE. UU. sigue dando muestras de avance hacia el objetivo de la Reserva Federal del 2%, aunque en septiembre lo hizo a un ritmo más gradual de lo que apuntaban los registros en los meses anteriores. De hecho, en términos interanuales la inflación general se mantuvo en el 3,7%, como en el mes anterior, debido principalmente a los elevados precios energéticos. La inflación núcleo, por su parte, descendió 2 décimas, hasta el 4,1%, pero sus dinámicas intermensuales no fueron especialmente positivas. En concreto, en términos intermensuales, la inflación núcleo se mantuvo en el 0,3% y, por componentes, destacó la aceleración de la inflación de los alquileres, con un peso de más del 40% en la cesta núcleo, que se situó en el 0,6% frente al 0,3% del mes anterior.
La inflación general repuntó en septiembre y se colocó en el 3,5% (2,6% en agosto). Este incremento en el indicador vino dado, principalmente, por la evolución del precio de la energía. Por su parte, la inflación subyacente retrocedió hasta el 5,8% interanual.
La inflación general logró frenar la escalada iniciada este verano al mantenerse en el 3,5%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente (excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó considerablemente, al situarse en el 5,2% (5,8% en septiembre). El dato de inflación general conocido hoy se ha situado ligeramente por debajo del rango esperado por CaixaBank Research (previsión del 3,8%), mientras que el dato de inflación subyacente se ha situado en línea con lo esperado.
El PIB de la eurozona cayó un 0,1% en el 3T, resultado que, un trimestre más, está muy afectado por la volatilidad que introducen los datos de Irlanda (-1,8% intertrimestral vs. +0,5% 2T). No obstante, si se excluyese Irlanda la eurozona prácticamente se habría estancado en el 3T y, además, afronta un final de año con un notable deterioro de las expectativas. Respecto a las mayores economías del bloque, destaca negativamente Alemania, que cayó un 0,1% intertrimestral, tras permanecer prácticamente estancada en la primera mitad del año, pese a revisarse al alza en 0,1 p. p. el crecimiento en los dos trimestres previos (hasta 0,1% en el 2T; y 0,0% en el 1T). Por su parte, Francia registró un ritmo de crecimiento muy modesto (0,1% vs. 0,6%, revisado al alza en 0,1 p. p.); Italia se estancó tras el bache del trimestre previo (0,0% vs. -0,4%); y España sigue siendo, de las cuatro grandes, la economía más dinámica, a pesar de la desaceleración que viene mostrando (0,3% en el 3T vs. 0,4% anterior.
La inflación general se mantuvo en el 3,5% en octubre por segundo mes consecutivo. El INE confirma los datos avanzados a principios de este mes tanto para este dato como para el de inflación subyacente, que cae de un 5,8% interanual en septiembre a un 5,2% en octubre. Esta contención en la inflación general vino dada, principalmente, por una notable moderación en el ritmo de crecimiento del precio de los alimentos.
La inflación general descendió 3 décimas en noviembre y se situó en el 3,2%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó considerablemente, al situarse en el 4,5% (5,2% en octubre). El dato de inflación general conocido hoy se ha situado por debajo del rango esperado por CaixaBank Research (previsión del 3,7%), mientras que el dato de inflación subyacente se ha situado en línea con lo esperado.
La inflación de la eurozona anotó un descenso notable en noviembre, con una disminución de la general hasta el 2,4% interanual y de la núcleo hasta el 3,6% (mínimos desde verano de 2021 y primavera de 2022, respectivamente). Los datos fueron positivos tanto en su desglose por componentes como entre los principales países. Especialmente destacable fue la moderación de la inflación de los servicios (4,0% interanual, bajando 0,6 p. p. respecto a octubre) y de los bienes energéticos no industriales (2,9%, el dato más bajo desde finales de 2021), mientras que, por países, hubo un nuevo descenso generalizado de la inflación general y de las presiones de precios subyacentes. Con todo, y más allá de lo llamativa que es una inflación por debajo del 2,5% y, por lo tanto, aparentemente cerca del objetivo del 2% del BCE, los niveles de la inflación núcleo remarcan que todavía queda trabajo por hacer para doblegar la inflación en el 2% de manera sostenida. Así, nuestra visión es que el BCE insistirá en su estrategia de high for longer: no volver a subir tipos, sino mantenerlos en los niveles actuales, claramente restrictivos, por un buen tiempo y mantener así el enfriamiento de la economía necesario para que la inflación termine de bajar al objetivo del 2%.
En la reunión de la semana que viene, pensamos que la Reserva Federal mantendrá, por tercera reunión consecutiva, los tipos de interés en el intervalo 5,25%-5,50%. Tanto en su última reunión como en otras intervenciones públicas, la mayoría de los miembros del FOMC apuntan a que la política monetaria debe mantenerse restrictiva para asegurar el retorno de la inflación al objetivo del 2%. Además, aunque no descartan nuevas subidas en los tipos de interés oficiales en caso de que el proceso de retorno al 2% sea poco visible o más gradual de lo esperado, han reconocido igualmente el progreso realizado y que los riesgos asociados a futuras decisiones de tipos de interés (subirlos demasiado, o demasiado poco) están ahora más equilibrados.
En noviembre, la inflación de EE. UU. se redujo ligeramente hasta el 3,1%, y pese a no conseguir cerrar el año en mínimos, pues en junio llegó a marcar un 3,0%, sí prolongó la senda desinflacionista de la economía estadounidense. Por otro lado la inflación núcleo, aquella que excluye la energía y los alimentos, se mostró algo más tímida en su proceso desinflacionista y se mantuvo sin cambios respecto a octubre en el 4,0%. Con todo, este dato refuerza nuestra visión de que la inflación de EE. UU. podría situarse en 2% de forma sostenida en algún momento de 2024 y de que, a pesar de que el proceso desinflacionista no vaya a ser una senda exenta de baches, animará con ello a la Reserva Federal a normalizar la política monetaria a mitad del año que viene.
La inflación general descendió hasta el 3,2% en noviembre, un descenso de 0,3 p.p. respecto al registro de octubre. El INE confirmó los datos avanzados a principios de este mes tanto para este dato como para el de inflación subyacente, que cayó de un 5,2% interanual en octubre a un 4,5% en noviembre. La contención en la inflación general vino dada, principalmente, por una notable moderación en el ritmo de crecimiento del precio de los alimentos elaborados y por la caída de los precios de los carburantes.
La inflación general descendió 1 décima en diciembre respecto a noviembre y se situó en el 3,1%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó considerablemente, al situarse en el 3,8% (4,5% en noviembre). Tanto el dato de inflación general como el de inflación subyacente conocidos hoy se situaron en el rango esperado por CaixaBank Research (previsión del 3,2% y 4,0%, respectivamente). Con estos datos, la inflación en el conjunto de 2023 se situaría en el 3,5%.