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Las perspectivas del yen frente al euro para los próximos trimestres son de estabilidad general, aunque con un sesgo ligeramente favorable a la divisa japonesa. Las expectativas económicas para 2025 son algo mejores en Japón, y el Banco de Japón está endureciendo su política monetaria cuando el BCE está recortando los tipos de interés. No obstante, aunque el diferencial de tipos nominales a corto plazo sea favorable al yen, la principal fuerza directora de la divisa nipona (tanto frente al euro como frente al dólar) está siendo el diferencial de tipos reales a largo plazo. Este se debería mantener estable en un entorno al que, a las dinámicas monetarias, habría que añadir la diferente normalización de la inflación de ambas geografías (acelerándose en Japón y desacelerándose en Europa).
Tal y como se anticipaba, la Fed mantiene el tipo de interés oficial sin cambios y sigue atenta a la evolución de la inflación y del entorno global.
Tal y como se esperaba, la Fed mantuvo sin cambios los tipos de interés. Respecto a la reunión de septiembre, el comunicado oficial introdujo dos novedades relevantes. Los miembros de la Fed rebajaron considerablemente los riesgos procedentes del exterior y explicitaron la conveniencia de acometer la primera subida del tipo oficial en diciembre si las condiciones evolucionan según lo esperado. Hoy, publicación del PIB del 3T2015 en EE.UU.
Estabilidad en los principales monitores de mercado de la mano de la dinámica positiva de los beneficios corporativos en Europa y el tono firme del petróleo.
Finaliza una semana marcada por la boyante evolución de los activos de riesgo internacionales y la controversia generada por algunas de las decisiones adoptadas por el nuevo Gobierno estadounidense.
La incertidumbre política tanto en Europa como en EE. UU. vuelve a ser el principal foco de atención de los inversores internacionales, lo que ha beneficiado sobre todo a los activos considerados como libres de riesgo.
Jornada marcada por la festividad en buena parte de Europa y por los movimientos de poca envergadura de los mercados estadounidenses.
Sesión de ligeros retrocesos en las bolsas internacionales a la espera del mensaje de la Fed, con caídas generalmente más pronunciadas en Europa que en EE. UU.
Sesión bastante plana en las bolsas europeas después de varias jornadas con subidas, en sintonía con un PMI del sector servicios en Europa, EE. UU. y China, que descendió en febrero, pero menos de lo esperado.
Tono relativamente firme ayer en los activos de riesgo internacionales al calor de unos sólidos datos del sector manufacturero en Europa que propiciaron, a su vez, repuntes moderados en las rentabilidades de la deuda pública europea.
La economía española atraviesa una fase de expansión sólida y transversal, con un crecimiento equilibrado entre sectores y una notable resiliencia frente a un contexto internacional complejo. Además, la reducción de la temporalidad laboral y el buen momento de la industria manufacturera, en parte gracias a la ventaja competitiva energética respecto a Europa, son vientos a favor del actual dinamismo sectorial.
La evolución del mercado laboral en noviembre fue más positiva de lo previsto inicialmente. La afiliación aumentó tanto en términos brutos como desestacionalizados, y solo aumentaron ligeramente los ERTEs totales. Los afiliados que no están en ERTE descendieron un 5,8% interanual en noviembre, el mismo ritmo que en octubre pero significativamente menor al -8,1% registrado en el 3T.
La inflación bajó 0,5 p. p. en octubre, hasta el –0,9%, e interrumpió la tónica de recuperación de los últimos meses, situándose a niveles de mayo. El dato es 0,4 p. p. menor que la previsión de CaixaBank Research (–0,5%).
Recortes de tipos de interés en Suecia, Suiza (los deja en el 0% y, por ahora, no los lleva a terreno negativo) y Noruega, que ha sorprendido al mercado (que esperaba que los mantuviera), iniciando así su ciclo relajación monetaria. El Banco de Inglaterra mantuvo el tipo de interés de referencia en el 4,25% y mantiene la necesidad de un “enfoque gradual y cauteloso” en la flexibilización monetaria.
Los datos consolidados de la ejecución presupuestaria hasta agosto apuntan a un superávit presupuestario equivalente al 0,3% del PIB (402,3 millones de euros).
La inflación aumentó 0,1 p. p. en septiembre, hasta el -0,4% y continuó la tónica de recuperación de los últimos meses, aunque permaneció en cotas negativas.
El BCE incrementó sus tipos oficiales en 50 p. b. (tipo depo en el 3,00%) ante la preocupación de que la inflación permanezca demasiado alta durante demasiado tiempo. Con todo, la reunión desprendió un cierto optimismo cauteloso. Por un lado, el BCE ve un mejor desempeño de la actividad económica y, además, ha rebajado sus previsiones de inflación gracias a la mejora del escenario energético. Pero, por el otro lado, el BCE también recordó que los niveles previstos de inflación todavía son elevados y las presiones de precios subyacentes permanecen fuertes. Asimismo, respecto a las recientes turbulencias financieras, el BCE puso mucho énfasis en la resiliencia del sector bancario europeo y la fortaleza y calidad de sus ratios de capital y colchones de liquidez. Pero también advirtió que las tensiones financieras añaden más incertidumbre a un escenario ya exigente. Así, como dijo Lagarde en la rueda de prensa, mientras que los tipos todavía pueden subir significativamente más si se cumplen las previsiones económicas, la incertidumbre ahora mismo es demasiado elevada, y, en este sentido, el BCE condicionará los próximos pasos a la evolución de los datos económicos y financieros.
La creación de empleo en el 3T fue muy vigorosa y en línea con lo esperado. La tasa de variación interanual se aceleró al 2,7% (2,4% en el 2T).
El elevado peso de los préstamos dudosos en los balances de los bancos italianos, especialmente en los casos de BMP y Popolare, en un contexto de bajo crecimiento económico y alta incertidumbre por el brexit provoca dudas sobre la solvencia de la banca italiana.