Cambios en las características de la población inmigrante en España en los últimos años

La inmigración desempeña un papel esencial en la sostenibilidad demográfica y del empleo en una sociedad envejecida y con una bajísima tasa de natalidad como la española. En este artículo analizamos la evolución reciente de los flujos de inmigración en España, su distribución geográfica y su caracterización socioeconómica.

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Las dinámicas demográficas de la población española, en particular el inexorable proceso de envejecimiento y una muy baja tasa de natalidad, están conduciendo a un crecimiento vegetativo negativo. De ahí la enorme importancia de los flujos migratorios como factor de sostenibilidad demográfica y del nivel de empleo: desde mediados de los años noventa, la población extranjera constituye un colectivo cada vez más importante, que ha contribuido a aumentar y rejuvenecer la población total y la fuerza laboral.1 Según los últimos datos de la EPA (1T 2023), los extranjeros suponen el 12,1% de la población total (5,74 millones) y el 13,3% del empleo (más de 2,7 millones de trabajadores), frente al 9,2% y 10,8%, respectivamente, que representaban en 2015.2 En el presente artículo, se analiza la evolución de los flujos de inmigración en los últimos años, así como posibles cambios en su distribución geográfica y en función de algunas características socioeconómicas.

  • 1. Hay que tener en cuenta que los extranjeros presentan una tasa de actividad mucho más alta que los nacionales: 69,3% frente a 56,4% en el 1T 2023.
  • 2. El análisis del presente artículo se realiza comparando los datos más recientes con el 3T 2015, ya que es entonces cuando cambia la tendencia de la población total e inicia una senda ascendente.
Evolución de la población en España desde 2015 a la actualidad

A mediados de 2015, la población total inició una senda ascendente, interrumpida durante la pandemia,3 pero que ha vuelto a retomarse desde mediados de 2021; desde entonces, el ritmo de crecimiento anual de la población se ha ido acelerando hasta situarse en el 1,0% en el 1T 2023, una tasa que no se observaba desde antes de la crisis financiera de 2008. De este modo, el crecimiento demográfico acumulado desde el 3T 2015 se aproxima a 1,4 millones de personas (+3,0%); un incremento que ha sido posible gracias al incremento de la población extranjera, que ha crecido en más de 1,5 millones,4 y en 600.000 los de doble nacionalidad, frente a una caída de 709.200 de los que solo tienen nacionalidad española.

  • 3. En el 1T 2021, se produjo la mayor caída de la serie de población española (–333.200 personas), debido, básicamente, al descenso del número de nacimientos (los menores de 15 años sufrieron un retroceso de 294.000) y, en menor medida, a la mortalidad en los tramos de mayor edad, donde impactó con mayor intensidad la COVID-19.
  • 4. La mayoría proceden de América Latina (921.000) y solo 37.000 son ciudadanos de países de la UE.
España: población por nacionalidad
Distribución geográfica de la inmigración en España

Por regiones, el aumento de la población extranjera ha sido generalizado, aunque cuatro de ellas (Madrid, Cataluña, Comunitat Valenciana y Andalucía) concentran las dos terceras partes del total (casi un millón de extranjeros más desde el 3T 2015). En estas comunidades, salvo en Andalucía, se ha incrementado, además, la población nacional, convirtiéndose también en las regiones donde más ha crecido la población total en términos absolutos (en términos relativos, sobresale Baleares con un avance del 10,1%, por delante de Madrid, Canarias y Murcia). De este modo, la población extranjera ha aumentado su peso sobre el total en todas las regiones, sobre todo en los archipiélagos y Navarra (entre 4 y 5 puntos); en el extremo opuesto se sitúan Murcia y Extremadura, donde el crecimiento ha sido inferior a 2 puntos. Mientras que en Baleares casi el 24% de la población es extranjera, la participación de los foráneos en Extremadura se sitúa 20 puntos por debajo.

España: variación de la población por regiones desde el 3T 2015 al 1T 2023
España: peso de la población extranjera por regiones
Distribución de la inmigración en España por edad

En cuanto a la distribución por tramos de edad, el crecimiento de la población total desde el 3T 2015 se ha concentrado en los tramos de mayor edad, a partir de 45 años (casi 2,9 millones más), sobre todo españoles (1,69 millones), por el envejecimiento de los babyboomers. En cambio, se registra una fuerte caída de la población de 25 a 44 años (–1,62 millones), donde el aumento de extranjeros no ha compensado el fuerte descenso de nacionales (más de dos millones). En general, la población extranjera ha aumentado en todos los tramos, pero especialmente en los mayores de 45 años (881.000), en parte afectado por los elevados flujos migratorios que llegaron a principios de los 2000, y refleja que el proceso de envejecimiento también afecta a los extranjeros, aunque con menor intensidad que en el caso de los nacionales.

España: variación de la población por tramos de edad desde el 3T 2015 al 1T 2023

Como resultado de lo comentado anteriormente, se ha producido en los últimos años un aumento del peso de la población extranjera en todos los tramos de edad, especialmente en el grupo más joven (menores de 15 años), donde se sitúa en el 11,9%, 5 puntos más que en el 3T 2015, lo que refleja, tanto la menor edad de los individuos que llegan a nuestro país, como su mayor tasa de natalidad, y en el tramo de 45 a 54 años (13,4% vs. 8,7%). En el grupo de 25 a 44 años, el crecimiento ha sido algo menor, pero ya representan en torno al 20% del total. Por su parte, los mayores de 55 años suponen el 6,3% de la población (4,0% en el 3T 2015).

España: variación de población de 16 y más años por nacionalidad y nivel de formación (3T 2015-1T 2023)
Inmigración y empleo

Por lo que respecta a la cualificación de los extranjeros, presentan un nivel más elevado de lo que a menudo se cree. Si bien es cierto que los menos formados (con estudios primarios incompletos o sin estudios) tienen más peso que los españoles (7,3% de los mayores de 16 años vs. 5,1%) y los que tienen estudios superiores son proporcionalmente menos (23,7% vs. 34,1%), los extranjeros con educación secundaria son los que más han crecido en los últimos años: desde el 3T 2015 han aumentado en 751.000 (+35,9% vs. +3,9% los españoles) hasta representar el 58,1% del total, por encima de la cifra de 2015 (56,8%) y de la correspondiente a los ciudadanos españoles (49,7%).

En cuanto a los empleos en los que se ubican los extranjeros, en los últimos años hemos asistido a un aumento generalizado por actividades del peso de estos trabajadores, si bien su presencia relativa es mayor en ocupaciones elementales o que requieren un menor nivel de cualificación. Así, por ejemplo, en términos de afiliados a la Seguridad Social, más del 25% de los ocupados en la hostelería y del 18% en la construcción son extranjeros, cuando en 2015 ambos porcentajes eran el 19,5% y 10,6%, respectivamente; en transporte y almacenamiento también se ha registrado un destacado aumento, pasando del 7,4% al 13,6%. Por el contrario, el papel de los extranjeros es menos relevante en las ramas industriales, tanto extractivas (5,9% vs. 5,3%) como manufactureras (8,4% vs. 5,6%).

El hecho de que la presencia de trabajadores extranjeros sea mayor en los niveles bajos de cualificación puede indicar una cierta sobrecualificación, un fenómeno que, si bien no es exclusivo de los trabajadores extranjeros, sí que es algo más marcado: por un lado, la presencia de trabajadores extranjeros con formación superior en ocupaciones elementales es casi siete veces superior (12% vs. 1,8% los españoles);1 por otro lado, un estudio del INE6 revela que más de la mitad de los trabajadores extranjeros (51,1%) –porcentaje que alcanza el 57,5% en el caso de ciudadanos latinoamericanos y que se reduce hasta el 46,9% para los españoles– considera que podría desarrollar tareas de mayor cualificación dado su nivel de estudios, experiencia o capacitación.

  • 1. Véase Ministerio de Inclusión, Seguridad Social e Inmigraciones (2022). «Informe sobre la integración de la población extranjera en el mercado laboral español».
España: peso de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social por secciones de actividad

En los próximos años, el envejecimiento seguirá condicionando el comportamiento de la oferta laboral; es más, este proceso se acelerará en España y será más intenso que en el resto de la UE: las últimas proyecciones demográficas del INE apuntan a que la tasa de dependencia (ratio de población de al menos 65 años sobre población de entre 16 y 64 años) aumentará desde el 31% en 2021 hasta cerca del 54% en 2050. Esta situación de reducción de la oferta laboral hará que los flujos migratorios tengan un papel esencial en el mantenimiento de la fuerza laboral. El propio INE prevé que en 2030-2050 las entradas netas anuales se sitúen en torno a las 250.000 personas (frente a menos de 150.000 en 2021).