Septiembre cierra un 3T de ganancias generalizadas en los mercados financieros. Los recortes de los bancos centrales prolongan las caídas de los tipos monetarios y la mayoría de las bolsas mundiales registran fuertes subidas.
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El INE revisa al alza el crecimiento de los últimos años y los indicadores avanzados del 3T apuntan a una mejora en el consumo privado, pese a la desaceleración del mercado laboral en el 3T. La inflación sorprende al situarse en el 1,5% en septiembre y la demanda de vivienda sorprende al alza.
Con la desinflación bien encarrilada y algunos signos de desaceleración de la actividad y enfriamiento del mercado laboral, la política monetaria está cambiando de marcha para pasar a una fase de distensión: de restrictiva a neutral. El BCE y la Fed, además de otros grandes bancos centrales, han iniciado esta distensión con bajadas de tipos de interés, y se espera que continuarán haciéndolo en 2025. A partir de ahí, buscaremos aclarar los factores que guiarán esta nueva fase de política monetaria.
El PIB mantuvo un ritmo de crecimiento intertrimestral del 0,2% en un 3T marcado por una trayectoria de menos a más.
Perspectivas económicas estables pero con riesgos crecientes: inestabilidad geopolítica, incertidumbre y falta de confianza.
La situación actual del mercado inmobiliario español se caracteriza, a grandes rasgos, por la fortaleza de la demanda y la escasez de oferta. Como consecuencia de este desajuste entre oferta y demanda, el precio de la vivienda ha acelerado el paso, especialmente el de la obra nueva. Desde CaixaBank Research ya preveíamos que la tendencia alcista del mercado inmobiliario se afianzaría en 2024, pero los datos que se han ido publicando han sido más pujantes de lo esperado, y ello, junto con la mejora de las perspectivas económicas, nos ha llevado a revisar al alza las previsiones del sector inmobiliario para 2024-2025.
El crecimiento del PIB volvió a batir las expectativas en el 3T y el mercado laboral y los PMI estrenan el 4T con buen pie.
Sentimiento de menos a más en EE. UU., y algo dubitativo en el resto del mundo, mientras los bancos centrales avanzan en la distensión monetaria «gradual».
Dada su estrategia oficial de «dependencia de los datos», las próximas decisiones del BCE estarán sujetas a las señales presentes que mandan los datos, pero probablemente también estarán condicionadas por la expectación sobre la agenda económica de Estados Unidos y sus consecuencias en el futuro.
En CaixaBank Research no somos punteros en investigación sobre big data o AI, pero intentamos estar atentos a los últimos desarrollos en la materia para mejorar el análisis económico, especialmente en aquellos ámbitos clave para que el crecimiento sea más dinámico, más inclusivo y más sostenible a largo plazo.
La primera reacción del mercado a la victoria de Trump y el partido Republicano en las elecciones de EE. UU. fue acorde con unas expectativas en que sus políticas supongan una mayor inflación a medio plazo, así como un cierto impulso al crecimiento económico a corto plazo.
La economía española enfila el cierre de 2024 manteniendo un tono robusto. El mercado laboral mantiene un buen comportamiento a pesar de la ligera desaceleración de noviembre; la inflación repunta por los componentes más volátiles; prosigue el aumento del superávit por cuenta corriente, y la compraventa de viviendas se dispara.
Los últimos indicadores económicos disponibles apuntan a que en el cierre de 2024 se mantienen las tendencias observadas durante buena parte del año: dinamismo y resiliencia de Estados Unidos, debilidad en la eurozona por la delicada situación que atraviesan Alemania y Francia, y falta de impulso en la economía china ante la ausencia de estímulos económicos de calado.
El INE portugués confirmó que la economía creció el 0,2% intertrimestral, un 1,9% en tasa interanual en el 3T, con una importante contribución de la demanda interna, destacando la solidez del consumo privado.
En los próximos años, las sendas de tipos de interés y crecimiento de PIB nominal dibujarán un entorno en el que no será tan fácil recuperar espacio fiscal sin un esfuerzo proactivo de los Gobiernos.
El año 2024 cerró en positivo para la renta variable, con el dólar como la divisa más fortalecida, pero con un repunte significativo en los tipos soberanos ante la perspectiva de mayor inflación en EE. UU., las incógnitas alrededor del futuro geopolítico global y la incertidumbre sobre cuánto más se distenderá la política monetaria.
La economía internacional mostró una notable resiliencia en 2024 y los datos disponibles sugieren que el PIB mundial podría haber crecido ligeramente por encima del 3%. Los vientos de cola que apoyaron la actividad probablemente seguirán soplando a favor en 2025, aunque con menos fuerza y con desafíos exigentes.
El PIB de España siguió creciendo de forma dinámica en el 3T 2024 y los principales indicadores auguran un buen dato para el 4T. la buena marcha del mercado laboral impulsa la renta de las familias y la inflación se mantiene contenida, pese a que el repunte continúa.
En este segundo artículo del Dossier "Solidaridad en España: radiografía de una sociedad comprometida" analizamos cómo y a qué causas donan los españoles, a partir de una fuente de datos inédita hasta la fecha: los donativos que realizan los clientes de CaixaBank a través de la operativa bancaria, debidamente anonimizados.