El estallido de la guerra en Ucrania ha eclipsado las positivas perspectivas que preveíamos para la economía española en este 2022. Si bien a finales del año pasado ya habían aparecido en escena algunos factores que restaron dinamismo a la recuperación económica, como la propagación de la variante ómicron, las distorsiones en las cadenas de abastecimiento globales y las presiones inflacionistas, sobre todo de los precios energéticos, el conflicto armado en Ucrania ha pasado a ser el principal foco de atención y el mayor condicionante de la evolución económica a corto plazo.
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La evolución del precio de la vivienda, la fortaleza de la demanda extranjera en España o el riesgo de burbuja inmobiliaria en algunos mercados desarrollados, son algunos de los temas que se tratan en el nuevo Informe Sectorial Inmobiliario 2S 2022.
Las perspectivas a corto plazo del sector agroalimentario español estarán condicionadas por las incertidumbres derivadas de la guerra en Ucrania y las presiones inflacionistas. Aunque el riesgo de desabastecimiento a causa del conflicto parece contenido, los costes de producción han repuntado con fuerza y se están trasladando a los precios que paga el consumidor final. Pese a la tesitura, las exportaciones agroalimentarias españolas, entre ellas las del sector citrícola, siguen evolucionando positivamente y los indicadores de competitividad no parecen haberse deteriorado.
El análisis de la situación de la industria turística nos lleva a tener unas perspectivas relativamente positivas para 2023, pese a que el escenario macroeconómico pueda presentarse como un riesgo para la evolución de la actividad del sector en los próximos trimestres.
Presentamos el Observatorio Sectorial de CaixaBank Research, el primer informe 360º sobre la situación y las perspectivas de los sectores de actividad en España. Su objetivo es profundizar en las dinámicas subyacentes de la evolución macroeconómica, ofreciendo una visión transversal del comportamiento de los sectores de actividad a lo largo del tiempo.
La vigorosa evolución del sector inmobiliario español en la primera mitad del año nos ha llevado a revisar al alza las previsiones para 2024 y 2025. Aun así, el desajuste entre oferta y demanda condicionarán al sector, que además deberá afrontar retos importantes como el cambio climático o los problemas de acceso a la vivienda de la población joven y la más vulnerable.
El sector inmobiliario español se adentra en una fase más madura del ciclo, caracterizada por una suavización del crecimiento de la demanda y de los precios. Los factores que apoyan la expansión del mercado inmobiliario (la creación de empleo, unas condiciones financieras favorables y una elevada demanda extranjera) siguen evolucionando de manera positiva, pero pierden algo de dinamismo.
La economía española atraviesa una fase de expansión sólida y transversal, con un crecimiento equilibrado entre sectores y una notable resiliencia frente a un contexto internacional complejo. Además, la reducción de la temporalidad laboral y el buen momento de la industria manufacturera, en parte gracias a la ventaja competitiva energética respecto a Europa, son vientos a favor del actual dinamismo sectorial.
Los primeros meses de 2019 parecen corroborar el tono positivo del sector en España, que consolida las excelentes cifras de entrada de turistas internacionales de los últimos años. Mientras que el número de turistas que nos visita crece de manera más moderada, el gasto que realizan continúa evolucionando con fuerza. El reto es ahora sostener estas tendencias, reorientando la oferta turística hacia una de mayor calidad.
El nuevo ciclo expansivo del sector inmobiliario español se afianza trimestre a trimestre. La compraventa de viviendas lleva tres años anotando crecimientos de doble dígito, la actividad en la construcción crece vigorosamente y los precios exhiben una clara tendencia alcista. ¿Qué podemos esperar en un futuro? Como detallamos a continuación, se prevé que la evolución del sector siga siendo favorable, tanto por el buen desempeño de la economía española como por la buena salud de la propia industria.
Tal y como se esperaba, la Fed mantuvo sin cambios los tipos de interés. Respecto a la reunión de septiembre, el comunicado oficial introdujo dos novedades relevantes. Los miembros de la Fed rebajaron considerablemente los riesgos procedentes del exterior y explicitaron la conveniencia de acometer la primera subida del tipo oficial en diciembre si las condiciones evolucionan según lo esperado. Hoy, publicación del PIB del 3T2015 en EE.UU.
Tono relativamente firme ayer en los activos de riesgo internacionales al calor de unos sólidos datos del sector manufacturero en Europa que propiciaron, a su vez, repuntes moderados en las rentabilidades de la deuda pública europea.
Sesión bastante plana en las bolsas europeas después de varias jornadas con subidas, en sintonía con un PMI del sector servicios en Europa, EE. UU. y China, que descendió en febrero, pero menos de lo esperado.
Sesión de ligeros retrocesos en las bolsas internacionales a la espera del mensaje de la Fed, con caídas generalmente más pronunciadas en Europa que en EE. UU.
Jornada marcada por la festividad en buena parte de Europa y por los movimientos de poca envergadura de los mercados estadounidenses.
Estabilidad en los principales monitores de mercado de la mano de la dinámica positiva de los beneficios corporativos en Europa y el tono firme del petróleo.
Tal y como se anticipaba, la Fed mantiene el tipo de interés oficial sin cambios y sigue atenta a la evolución de la inflación y del entorno global.
Finaliza una semana marcada por la boyante evolución de los activos de riesgo internacionales y la controversia generada por algunas de las decisiones adoptadas por el nuevo Gobierno estadounidense.
La incertidumbre política tanto en Europa como en EE. UU. vuelve a ser el principal foco de atención de los inversores internacionales, lo que ha beneficiado sobre todo a los activos considerados como libres de riesgo.
En 2019, el sector turístico mantendrá una evolución positiva, aunque se prevé que los excepcionales ritmos de crecimiento de los últimos años se diluyan, en consonancia con la moderación observada en 2018. El gran reto para el sector será consolidar las excelentes cifras de turistas internacionales de los últimos años a la vez que orienta su estrategia hacia los segmentos de mayor valor añadido.