En 2021, la inflación ha alcanzado cotas no vistas en muchos años en la mayoría de las economías, un fenómeno que está centrando el debate económico, principalmente, por las implicaciones que tiene para la política monetaria. Nuestra visión, compartida con los principales bancos centrales, es que los elementos detrás de estas elevadas tasas de inflación son de naturaleza transitoria y deberían suavizarse a lo largo de 2022.
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La crisis del coronavirus está suponiendo un shock sin precedentes para la economía europea: su efecto sobre la actividad económica es claramente negativo y las dudas se centran en la magnitud y la duración del impacto. En cambio, su efecto sobre la inflación genera más interrogantes. ¿Dominarán las presiones a la baja o al alza?
Como Vladimir y Estragon en Esperando a Godot, economistas, académicos y bancos centrales se han pasado la última década esperando a una inflación que no llegaba. Al menos hasta la irrupción en escena de la COVID-19. Los repuntes en los datos y en las expectativas de inflación con los que ha empezado el año 2021 han reavivado el debate sobre su llegada.
En este artículo se detallan las nuevas previsiones de CaixaBank Research para la inflación en España en 2024 y 2025.
La inflación ha repuntado con fuerza a principios de 2021, pero la mayoría de los factores que la empujan son técnicos y temporales y no deberían condicionar la actuación del BCE.
Analizamos los peligros que entrañaría una espiral salarios-precios en EE. UU. y en la eurozona, en el contexto actual de presiones inflacionistas.
En el actual contexto de elevada inflación, es ineludible preguntarse por su impacto en las dinámicas salariales. Para enmarcar esta cuestión tan candente y disponer de elementos suficientes para valorarla, es imprescindible analizar cómo ha sido históricamente la relación entre precios y salarios.
En los últimos años la inflación europea ha sido tozudamente inferior a lo deseado por el BCE y, desde 2018, incluso ha ido perdiendo dinamismo. Esta debilidad se ha intensificado con la crisis de la COVID-19. ¿Será esta temporal o permanente?
En este artículo analizamos qué factores explican el reciente ciclo de baja inflación en China y qué riesgos podrían transformarlo en una crisis deflacionista.
La escalada de la inflación está reduciendo la capacidad de ahorro de las familias. Aun así, el nivel de ahorro en 2021 fue todavía elevado.
Damos el punto de situación de las cuentas públicas en España y el impacto de la extensión parcial de las medidas de apoyo a los hogares y al tejido productivo para mitigar el impacto de la inflación, evaluando su coste fiscal.
Todo hace pensar que es difícil que en los próximos meses se vuelva a producir un repunte muy significativo de la inflación, y si se cumple este escenario, los hogares podrán seguir recuperando el poder adquisitivo que perdieron durante los últimos trimestres.
Pese a que el BCE ha endurecido las condiciones para realizar una subida de los tipos de interés, ahora existen más elementos sobre los que apoyar la idea de que la inflación a medio plazo se sitúe en el 2% y el BCE pueda, tras más de una década sin hacerlo, subir los tipos de interés.