Ya hay voces que alertan sobre los riesgos de sobrecalentamiento de la economía estadounidense ante un paquete de estímulo de 1,9 billones, una idea que empieza a permear en los mercados financieros, con fuertes repuntes en el tramo largo de la curva de tipos.
Resultados de la búsqueda
Si el repunte de la inflación fuera más intenso o más duradero de lo que ahora se espera, ¿cómo reaccionaría el mercado de bonos y cómo podría verse afectada la renta variable?
La resistencia exhibida por la actividad económica internacional, la reducción de la incertidumbre y la mejora de las proyecciones de crecimiento dibujan una mejora del escenario más inmediato. Pero esto no significa que la economía mundial haya salido de la encrucijada.
La relativa mejora de los precios internacionales de los bienes agrícolas apenas se ha reflejado en las cestas de precios al consumo mundiales. La principal razón es la depreciación de las divisas de muchos países frente al dólar, intensificada con la primera subida de los tipos de interés por parte de la Fed.
El shock económico que ha supuesto el conflicto bélico en Ucrania está teniendo efectos negativos diferenciados sobre los sectores de actividad de la economía española en función de su intensidad energética, su exposición a determinadas cadenas globales de suministros y sus lazos comerciales con la región.
En un contexto de inflación inusualmente elevada, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo se han puesto manos a la obra y se encuentran inmersos en su proceso de normalización de la política monetaria, aunque a ritmos distintos.
El conflicto bélico en Ucrania ha truncado las perspectivas de que 2022 iba a ser el año de la reactivación definitiva de los intercambios con el exterior, especialmente los turísticos.
Hemos recorrido ya casi la mitad del año y toca hacer balance para actualizar unos escenarios económicos en los que la divergencia en el comportamiento de la inflación entre Estados Unidos y Europa ha sido clave para explicar el reajuste de previsiones en los tipos de interés.
La balanza de rentas en España muestra un déficit estructural histórico, muy ligado a la posición deudora de la economía española frente al exterior. Sin embargo, el deterioro que ha sufrido en 2023 está estrechamente relacionado con la subida de los tipos de interés.
La intensificación en las presiones inflacionistas, un fenómeno agravado por la guerra en Ucrania, ha dado lugar a un cambio de ciclo en la dirección de la política monetaria. Atrás están quedando las compras masivas de bonos por parte de los bancos centrales, mientras que los tipos oficiales ya se están ajustando al alza. En los mercados financieros, este giro se ha reflejado en un marcado ascenso en la rentabilidad de la deuda soberana, una tendencia que, debido a su papel de referencia, también ha afectado al resto de activos financieros.
Después de haber puesto en marcha el proceso de endurecimiento monetario más intenso de las últimas décadas, parece que los bancos centrales están en vías de solucionar el inesperado repunte de la inflación que ha tenido que afrontar la economía internacional desde el primer semestre de 2021.
Tras casi dos años incrementando los tipos de interés, en 2023 los principales bancos centrales alcanzaron la cima y reajustaron su estrategia: en vez de subir más los tipos oficiales, el endurecimiento monetario se iba a vehicular sosteniendo esa cima por un buen tiempo. Sin embargo, ya en otoño los mercados financieros se cuestionaban esta narrativa. ¿Por qué?
La economía española ha vuelto a superar nuestras expectativas en los primeros meses de 2024. Si el dato de crecimiento del PIB del último trimestre de 2023 sorprendió al alza, el del primer trimestre confirma la buena marcha de la economía española y nos lleva a revisar nuestras previsiones al alza. Volvemos a examinar los principales factores que condicionan el escenario para la economía de España, tras incorporar la nueva información disponible.
Los ingresos salariales por empleado aumentaron en media un 2,4% interanual en mayo según nuestro indicador de salarios. ¿Están creciendo al mismo ritmo las nóminas de los trabajadores de ingresos bajos que las de ingresos altos?
Desde su aplicación el día 15 de junio, el mecanismo del llamado «tope del gas» ibérico ha supuesto un cambio importante en el funcionamiento del sistema eléctrico español. En este artículo analizamos el efecto que ha tenido sobre los precios de la electricidad y algunas externalidades que ha introducido.
Nos dirigimos hacia un contexto con aranceles más elevados y donde, probablemente, se produzca cierta reconfiguración en las cadenas de valor global para tratar de compensar, en la medida de lo posible, la pérdida de atractivo del mercado estadounidense. En consecuencia, vamos a un mundo con mayor fragmentación, menor crecimiento económico y riesgo de inflaciones más elevadas.
El inicio del proceso de normalización de la política monetaria por parte del BCE ha provocado una aceleración de los precios de la vivienda, especialmente en los mercados con un fuerte desajuste entre una oferta insuficiente y una demanda dinámica. Entre las economías en las que los precios reales han aumentado con más fuerza en el último año y medio, y cuyos mercados residenciales presentan indicadores de sobrevaloración más significativa, destacan Portugal, Bulgaria, Hungría, Países Bajos y Estonia. En contraste, los mercados de grandes economías como Alemania, Suecia, Francia y Luxemburgo siguen sobrevalorados, pero han corregido el fuerte crecimiento de precios que experimentaron en las décadas previas a la pandemia, reduciendo las señales de sobrecalentamiento.
El sector agroalimentario español mantiene un tono expansivo en 2025, favorecido por la mejora de las condiciones meteorológicas, la contención de los costes de producción y el aumento de la demanda. Todo ello se traduce en un gradual incremento de la producción y de las exportaciones, que ya han recuperado los niveles prepandemia, así como en un mercado laboral más dinámico, con generación de empleo y reducción de la temporalidad. Las perspectivas para los próximos trimestres son positivas, aunque persisten retos de gran relevancia, como el aumento de los aranceles con EE. UU. o el creciente impacto de fenómenos climáticos extremos, tales como inundaciones, sequías e incendios.
Las perspectivas para el conjunto de la economía española están altamente condicionadas a la evolución de las presiones inflacionistas, especialmente las energéticas. El sector primario ya venía sufriendo el alza de los costes de producción y el conflicto bélico en Ucrania no ha hecho más que agravar la situación.
En 2024, el PIB turístico experimentó otro año de crecimiento notable, con un aumento estimado del 6% en términos reales, aproximadamente el doble del crecimiento del total de la economía. Este desempeño respondió a un incremento significativo en el número de turistas extranjeros y de su gasto medio, impulsado por la recuperación del turismo británico y de larga distancia. Por otro lado, el turista español ha vuelto a viajar al exterior, retomando los niveles prepandemia. En este contexto favorable, el sector hotelero sigue disfrutando de una demanda muy robusta, que le ha permitido seguir aumentando los niveles de ocupación y de rentabilidad hasta nuevos máximos. De cara a 2025, el sector turístico español crecerá a un ritmo algo más moderado, pero todavía cuenta con importantes palancas para seguir expandiéndose y esperamos que siga siendo uno de los principales apoyos al crecimiento del conjunto de la economía.