¿Cuán innovadora es España en relación con sus socios europeos? Analizamos la evolución de la posición de España en el índice de innovación de la Comisión Europea.
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Perspectivas cautelosamente optimistas para la economía internacional, pero con un mapa de riesgos exigente. Estados Unidos destaca entre las economías avanzadas, mientras que la eurozona todavía no deja atrás la flaqueza de su actividad. Entre los emergentes, el crecimiento de la India encabeza a los BRICS, con China bajando al pelotón.
Tras años de fuerte expansión, las autoridades han decidido poner un freno al apalancamiento excesivo en el sector inmobiliario. A partir del verano de 2020 se impusieron nuevos límites al acceso al crédito por parte de las promotoras y el sector entró en una fase prolongada de ajuste en la que todavía sigue.
La recuperación económica en la eurozona se mantiene durante el 2T, si bien parece que está perdiendo empuje en junio. El índice de clima empresarial PMI para la eurozona se mantuvo en junio en valores compatibles con crecimientos positivos, pero decepcionó al caer, arrastrado por un sector industrial que ahonda en su recesión.
La reciente recuperación de las divisas emergentes se está interpretando bien como un principio de cambio de régimen más duradero, bien como un movimiento alcista de carácter temporal. Exploramos los fundamentos macroeconómicos y las dinamicas de mercado para diagnosticar qué voces tienen más argumentos.
Encaramos la recta final del año tras un verano marcado por la celebración de las Olimpiadas en París y por un breve episodio de turbulencias financieras, debido, en parte, a los temores de que la economía estadounidense pueda entrar en recesión. Se ha demostrado que estos temores han sido algo exagerados, y la economía mundial mantiene la tendencia de los últimos trimestres, si bien las perspectivas para la última parte del año se han debilitado. Toca pues reajustar los escenarios económicos y financieros con toda la nueva información disponible en los últimos meses.
En 1972, en la cena histórica en la que Richard Nixon y Zhou Enlai sancionaron la restauración de las relaciones diplomáticas entre EE. UU. y China, alguien preguntó al mandatario chino sobre su opinión respecto a la Revolución francesa de 1789 y este, tras pensar largamente, respondió «es demasiado pronto para valorarla».
Los vientos de cola que suponen los últimos datos de la inflación y unos mercados laborales sólidos coexisten con una pérdida natural de impulso cíclico y, especialmente, con un entorno de elevados riesgos geopolíticos, una combinación que marcará la velocidad del escenario en los próximos trimestres.
2025 será un año a la búsqueda de una nueva normalidad, amenazada por la división entre bloques económicos. Lo idóneo sería recuperar la cooperación multilateral para afrontar los nuevos desafíos y mutualizar los riesgos de forma conjunta.
Perspectivas económicas estables pero con riesgos crecientes: inestabilidad geopolítica, incertidumbre y falta de confianza.
La devastación de la DANA podría restar entre 1 y 2 décimas al PIB español del 4T 2024, una estimación sujeta a un alto grado de incertidumbre, que asume un elevado grado de afectación en el sector primario valenciano, y una afectación moderada en la industria y más leve en el comercio. La estimación para 2025 dependerá en gran medida de la magnitud de esfuerzo inversor en reconstrucción y reposición del capital destruido, así como de las medidas de apoyo que se implementen.
En España, las exportaciones de bienes hacia EE. UU. representaron en 2023 el 4,9% del total de exportaciones, el 1,25% del PIB. Como hemos visto en el artículo anterior, la exposición de España a Estados Unidos es relativamente baja, aunque existe una heterogeneidad sustancial entre sectores. Los aranceles que actualmente aplica Estados Unidos a las exportaciones españolas varían considerablemente según el producto.
En este artículo analizamos el papel que juega la economía norteamericana en las relaciones comerciales de nuestro país: aun siendo un socio comercial relevante, la exposición de España a EE. UU. es relativamente baja, si bien existe una elevada heterogeneidad entre sectores.
Mientras que en los últimos 30 años la desigualdad de ingresos se ha reducido marcadamente en el mundo gracias al rápido crecimiento económico de países emergentes como China e India, ha aumentado en países desarrollados como Estados Unidos, Alemania o incluso Francia.
La economía internacional mostró una notable resiliencia en 2024 y los datos disponibles sugieren que el PIB mundial podría haber crecido ligeramente por encima del 3%. Los vientos de cola que apoyaron la actividad probablemente seguirán soplando a favor en 2025, aunque con menos fuerza y con desafíos exigentes.
En 2024, la economía mundial se mostró resiliente a un entorno de condiciones financieras restrictivas y las grandes economías internacionales lograron crecer en general más de lo previsto. Sin embargo, 2025 no deja de presentarse como un año exigente: al mapa de riesgos se le suma la amenaza de una mayor fragmentación económica, con un incremento de las barreras comerciales y de la incertidumbre.
El mercado laboral español ha cambiado su patrón de crecimiento tras la pandemia, mostrando un aumento del empleo en sectores como la sanidad, la educación y la tecnología. ¿Está este nuevo modelo favoreciendo el avance de la productividad? Analizamos el impacto del efecto composición y cómo compara con otros ciclos expansivos.