Productividad en España: mucho trecho por mejorar

¿Qué se entiende por productividad y cómo podemos medirla? ¿Cuál es la posición de la productividad en España respecto a la eurozona? Con este artículo inauguramos una colección sobre los fundamentos de la economía española que tendrán continuidad en los informes mensuales de los próximos meses.

Contenido disponible en
9 de octubre de 2023
Relojes de pared. Photo by Jon Tyson on Unsplash
Qué es la productividad y cómo medirla

La productividad se define a menudo como un «ingrediente mágico», la principal fuente de prosperidad económica a medio plazo. Sin embargo, la productividad no es un ingrediente, sino un resultado, y hablamos poco de su naturaleza y sus fundamentos. 

De forma sencilla, la productividad es el nivel de output generado con un determinado nivel de inputs. Una combinación o gestión óptima de los recursos (inputs) significa más eficiencia, llevará a una mayor productividad y, en última instancia, permitirá la creación de una mayor riqueza.

El trabajo es uno de los factores productivos más importantes y la relación de la cantidad del factor trabajo uti­­lizado para generar una unidad de PIB es la más am­­pliamente empleada para medir la productividad. El in­­­­dicador elaborado por Eurostat que divide el PIB de una economía entre las horas trabajadas (la llamada productividad aparente del trabajo) expresa el valor creado por unidad de trabajo utilizado (hora de trabajo), y es más preciso que las medidas que relacionan el output con el número de trabajadores.

El problema de esta medida es que se puede ver contaminada por varios elementos. Por ejemplo, si una economía dota de más capital a sus trabajadores, estos producirán más y la productividad aparente del trabajo subirá. Pero este aumento de productividad será debido a la acumulación de capital, no a que estos trabajadores, a igual capital y resto de condiciones, sean más productivos. Para evitar esta confusión, aparece el concepto de la productividad total de los factores (PTF). Esta variable captura el aumento de la producción que no es debido a un aumento de la acumulación de otros factores de producción, como pueden ser el capital, el trabajo, etc. Es una medida más limpia de productividad pero más difícil de medir, puesto que no es directamente observable.

España: desglose del crecimiento del PIB, contribucionesde los factores
La productividad en España y en la eurozona

En los últimos años, el crecimiento de la economía española ha venido determinado por una elevada contribución del factor trabajo, dada la abundancia de mano de obra que tradicionalmente ha caracterizado a nuestra economía, en tanto que la contribución de la productividad ha sido más moderada. Así, el crecimiento promedio de la economía española en 2014-2019 fue del 2,4% en términos reales, que se desglosa en un crecimiento del factor trabajo del 1,6%, del 0,5% para el factor capital y de solo el 0,3% en el caso de la PTF (véase el primer gráfico).

Si nos centramos en la productividad aparente del trabajo de España, métrica para la que existen datos más recientes que para la PTF, su crecimiento promedio entre 2014 y 2022 en términos reales fue del 0,3%, inferior al 0,9% del conjunto de la UE. Adentrándonos en una comparativa internacional, se observa (véase el segundo gráfico) que existe una brecha importante entre el nivel de productividad español y el de la eurozona y las principales economías europeas. En 2022, el PIB nominal por hora trabajada en España (datos que ya tienen en cuenta la revisión de la serie histórica del PIB de España acometida en septiembre de 2023) era un 76% del valor registrado en la eurozona y solamente el 63% de Alemania. Más preocupante que la distancia existente es constatar que esta brecha apenas se ha reducido en las últimas dos décadas (en el año 2000, el PIB por hora trabajada español era un 74% del valor registrado en la eurozona y el 61% del de Alemania).

Productividad por hora trabajada en relación con Alemania

¿Qué explica estas diferencias? Una de las claves de la productividad radica en la calidad del capital humano de una economía. Los trabajadores con un nivel educativo más alto y técnicamente más cualificados son más productivos. Según constata un estudio del Banco de España (véase el tercer gráfico), existe un déficit significativo en el nivel de formación de los trabajadores y de los empresarios españoles con respecto al promedio de la eurozona.1

  • 1. Véase Gavilán, Á. (2022). «El crecimiento de la productividad en la economía española: ¿síntoma o problema?». Jornadas CEPYME: El problema de la productividad en la empresa español.
España y eurozona: distribución por nivel educativo de lo s ocupados (2019)
Productividad y tamaño de las empresas

Por otro lado, un aspecto clave para la productividad es el tamaño de las empresas. En España, el nivel de productividad de las grandes empresas es más del doble que el de las microempresas. Sin embargo, el peso de las empresas de tamaño mediano o grande en la economía española es menor que en otros países. En España, alrededor del 35% de la ocupación está en empresas de más de 50 empleados, una proporción que se sitúa en el 66% en Alemania. España necesita potenciar más el crecimiento de sus microempresas y pymes.

España: valor añadido por trabajador según tamaño empresarial

Varios estudios destacan que las grandes empresas tienen una mayor propensión a invertir en activos intangibles y subrayan esta inversión como catalizador del aumento de la productividad.2 Entre los intangibles que contribuyen a una mejora de la productividad se encuentran, por ejemplo, los modelos de gestión y de eficiencia organizacional, el marketing, el valor de la marca, las bases de datos, la formación específica desarrollada internamente o el software. En economías altamente desarrolladas y cerca de la frontera tecnológica, estos aspectos son aún más determinantes en el crecimiento de la productividad. Así, cuando hablamos sobre el futuro de la productividad en España es fundamental analizar el peso de la inversión en investigación y desarrollo en la economía. En concreto, el porcentaje del PIB asignado a investigación y desarrollo (véase el quinto gráfico) es en España del 1,3% del PIB, claramente por debajo del promedio del 2,0% en la eurozona.

  • 2. Véase Corrado, C., Haskel, J., Jona-Lasinio, C. et al. (2018). «Intangible investment in the EU and US before and since the Great Recession and its contribution to productivity growth». Journal of Infrastructure Policy and Development.
Productividad por hora trabajada

En suma, la mejora sustancial de la productividad en la eco­­nomía española exige poner el énfasis, entre otras palancas, en la educación, el tamaño empresarial y la innovación.