¿Quo vadis, consumo?

El pasado mes de septiembre, el INE revisó las series históricas de las cuentas nacionales. A tenor de esta revisión aprendimos que el crecimiento del consumo privado fue más moderado de lo que se pensaba tanto en 2018 como en la primera mitad de 2019. ¿Qué explica esta desaceleración?

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15 de noviembre de 2019
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  • La revisión de la serie histórica del INE muestra que el consumo privado en España creció por debajo de lo estimado anteriormente en 2018 y la primera mitad de 2019.
  • Este menor crecimiento se debió, en una primera etapa, a una ralentización del consumo en bienes semiduraderos y no duraderos y, en una segunda etapa, al componente de bienes duraderos.
  • La ralentización del gasto turístico extranjero y la sustitución del gasto en turismo doméstico por extranjero por parte de los residentes pueden explicar la ralentización del consumo en bienes semiduraderos y no duraderos, mientras que un efecto incertidumbre a la compra de vehículos podría explicar el comportamiento del componente de bienes duraderos.

El pasado mes de septiembre, el INE revisó las series históricas de las cuentas nacionales. A tenor de esta revisión aprendimos que el crecimiento del consumo privado fue más moderado de lo que se pensaba tanto en 2018 como en la primera mitad de 2019. Más concretamente, el consumo privado creció 0,5 p. p. por debajo de lo estimado anteriormente en el 2018 y 0,7 p. p. menos en el primer semestre de 2019 (véase el primer gráfico).1 En este artículo analizamos los motivos detrás de esta desaceleración.

El segundo gráfico muestra el crecimiento interanual del consumo de los hogares junto con las contribuciones del consumo de los bienes duraderos y de los bienes semiduraderos y no duraderos.2 Del gráfico se desprenden tres mensajes:

  • El consumo privado creció con fuerza hasta el 4T 2017 y se ha desacelerado de manera pronunciada a partir de entonces.
  • El tramo inicial de la desaceleración (entre el 4T 2017 y el 3T 2018) se explica, en su mayor parte, por la desaceleración del componente «Bienes semiduraderos y no duraderos».
  • El tramo final de la desaceleración (entre el 4T 2018 y el 2T 2019) se explica por la desaceleración del gasto en bienes duraderos.

El desglose del gasto en consumo de los hogares que ofrece el INE a nivel trimestral no permite entrar más en el detalle de cada subgrupo. Sin embargo, el INE nos proporciona un mayor nivel de detalle en los datos de contabilidad nacional anual que llegan hasta el 2018. Esta mayor granularidad nos permite entender qué categorías lideran la desaceleración de los bienes semiduraderos y no duraderos que observamos en el 2018.

Como muestra el tercer gráfico, la práctica totalidad de la desaceleración observada entre 2017 y 2018 se explica por el componente «Hoteles, cafés y restaurantes» y, en menor medida, por «Transporte y comunicaciones».3

¿Cómo podemos interpretar los datos que nos proporcionan ambos gráficos? Los datos que observamos en el tercer gráfico incluyen el gasto que realizan los extranjeros en el territorio nacional y no tienen en cuenta un posible efecto por el cual los residentes del país sustituyan gasto turístico doméstico por gasto turístico en el extranjero. De este modo, podría ser que la caída de la contribución del componente «Hoteles, cafés y restaurantes» en 2018 se deba a que los extranjeros gastan menos en este componente en relación con 2017, a que los residentes gasten me­­nos debido a que gastan más en el extranjero, o a una combinación de ambas. Pues bien, entre 2017 y 2018, el crecimiento del gasto de los turistas extranjeros en el territorio nacional se ralentizó del 12,1% al 4,1%, respectivamente. Asimismo, en los mismos años, el crecimiento del gasto turístico en el extranjero por parte de residentes se aceleró de un 7,2% a un 12,6%. La ralentización del gasto turístico por parte de extranjeros y el fuerte crecimiento del gasto de los residentes en servicios turísticos en el extranjero sugieren que una combinación de ambos factores podría explicar, al menos en parte, el comportamiento de esta categoría.

Por su parte, la caída del gasto en bienes duraderos que se observa en el tramo final de 2018 y la primera mitad de 2019 podría ser producto de un efecto incertidumbre en el sector del automóvil.4 Así, el consumidor, ante un sector que afronta un aumento de la incertidumbre regulatoria5 y el reto del cambio tecnológico (tecnología de combustión vs. eléctrica), puede haber decidido posponer planes de gasto hasta que estas incógnitas se desvanezcan. Si este fuera el caso cabría esperar que, si en el futuro estas incertidumbres se disiparan, el gasto en vehículos experimentara un efecto rebote debido al consumo embalsado que se está acumulando actualmente.

 

1. Los últimos datos de cuentas nacionales del INE muestran que el consu­­mo repuntó en el 3T y situó el promedio de crecimiento del consumo en los tres primeros trimestres del año en el 1,1%.

2. Los bienes duraderos son aquellos que, una vez adquiridos, pueden ser utilizados varias veces a lo largo del tiempo. Incluyen productos como muebles, electrodomésticos, coches o equipos audiovisuales.

3. Esta última categoría excluye subcomponentes como la compra de ve­­hículos, ya que estos entran dentro de la clasificación de bienes duraderos.

4. Los datos del INE del segundo gráfico no permiten ver si la caída de la contribución del componente de bienes duraderos se debe a las ventas de automóviles o a otras categorías. Sin embargo, indicadores como las matriculaciones de vehículos, que muestran una caída interanual promedio de entorno al 7,0% entre el 3T 2018 y el 2T 2019, sugieren que los automóviles explican al menos una parte de esta caída.

5. Incertidumbre impositiva o sobre posibles restricciones a la circulación de los vehículos de combustión.

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