La riqueza de las familias portuguesas ha aumentado en los últimos años y no muestra diferencias significativas en su distribución por nivel de riqueza o situación laboral respecto a la eurozona. Sin embargo, la proporción de pasivos asumidos por la mitad de la población con menos riqueza es relativamente mayor.
Resultados de la búsqueda
Las compraventas por parte de extranjeros en España han sorprendido por su vigorosa recuperación tras el levantamiento de las restricciones ligadas a la pandemia. Los indicadores de intención de compra apuntan a que esta tendencia positiva tendrá continuidad a corto plazo, especialmente entre la población alemana y nórdica. El recorrido que la demanda extranjera puede tener a largo plazo es prometedor si tenemos en cuenta las tendencias demográficas en Europa: la cercana jubilación de una nutrida generación de europeos apunta a un notable incremento de la demanda potencial, especialmente entre los años 2026 y 2030. Y aunque España cuenta con importantes fortalezas para atraer esta demanda, como la elevada competitividad turística y la percepción de seguridad del país, no se deben desdeñar los esfuerzos destinados a generar un entorno regulatorio y fiscal atractivo, al tiempo que se adoptan las políticas de vivienda adecuadas para mitigar su impacto sobre la población local.
La situación sanitaria y los confinamientos hicieron de 2020 un annus horribilis para el sector turístico portugués: los beneficios totales generados en los establecimientos de alojamiento turístico registraron una caída de casi 3.000 millones de euros y el número total de huéspedes se redujo un 61%.
Aunque la caída de la actividad ha sido fuerte, el impacto de la COVID-19 en el mercado laboral portugués está siendo más contenido por el momento, gracias al ajuste temporal del empleo y al teletrabajo.
La desaceleración del sector inmobiliario portugués está siendo más suave de lo previsto, al menos en lo que respecta al precio de la vivienda, y ello nos ha llevado a mejorar la previsión de crecimiento para 2023.
El sector turístico portugués está copando titulares, debido a la exuberancia de sus cifras y al optimismo sobre sus perspectivas. En este artículo exponemos las principales cifras del sector turístico y su impacto en las cuentas macroeconómicas.
Analizamos cómo la economía portuguesa ha sabido mantener el impulso exportador en la última década y cuáles son las principales características de sus exportaciones.
Con la publicación de los datos de casi todas las principales variables macroeconómicas para 2023, hemos revisado nuestro escenario macroeconómico para la economía portuguesa para 2024-2026, si bien los cambios no son muy significativos, excepto para las previsiones del mercado inmobiliario.
Los indicadores del 1T sugieren que la actividad portuguesa se está comportando con un dinamismo más intenso del que se esperaba, y que el crecimiento del PIB en el primer trimestre podría superar nuestra previsión del 0,4% intertrimestral.
El PIB sorprende al alza en el 1T, con un crecimiento intertrimestral del 0,7%, según la primera estimación provisional realizada por el INE, superando así nuestra previsión del 0,4%, lo que introduce riesgos al alza en nuestra previsión para el conjunto del año, que se situaba en el 1,6%.
En medio de la tempestad provocada por la pandemia, el mercado inmobiliario portugués ha mantenido el tono. A pesar de que la mayor incertidumbre y las restricciones provocaron el aplazamiento de decisiones de compra de vivienda, los precios se desaceleraron poco y avanzaron alrededor de un 8% en 2020.
En este artículo repasamos brevemente los principales factores que nos llevan a revisar ligeramente el escenario macroeconómico previsto para 2024 y 2025.
Analizamos el fortalecimiento del estado financiero de las empresas portuguesas a raíz de la reducción de su endeudamiento.
La pandemia de la COVID-19 se ha dejado notar en el mercado inmobiliario portugués en la reducción de las compraventas y la desaceleración de los precios. Todo apunta a que, en los próximos trimestres, el mercado inmobiliario seguirá sufriendo una corrección como consecuencia de la incertidumbre del entorno, la caída de ingresos por parte de las familias, menores compras por parte de los extranjeros y la menor inversión en negocios de alojamiento.