La inflación general de la eurozona subió al 2,2% interanual en septiembre (+0,2 p. p. respecto a agosto), mientras que la núcleo se mantuvo en el 2,3% por quinto mes consecutivo. Los datos fueron acordes con lo esperado, con un rebote que ya se anticipaba por efectos base de la energía, y no modifican la hoja de ruta de un BCE que, en sus propias palabras, se siente cómodo con la posición actual de la política monetaria. Así, los mercados monetarios cotizan un tipo depo estable en el 2,00% con una probabilidad del 99% y 90% en octubre y diciembre de 2025, respectivamente.
Resultats de la cerca
El INE revisa al alza en 1 décima tanto el dato de inflación general de septiembre como el de inflación subyacente hasta el 3,0% y el 2,4%, respectivamente. La subida del indicador general tuvo lugar como consecuencia de la presión al alza ejercida por los carburantes y la electricidad.
La inflación general de EE. UU. subió en septiembre 0,1 p. p. hasta el 3,0% interanual (2,9% en agosto), mientras que la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía, se moderó 0,1 p. p. hasta el 3,0%. Los datos estuvieron ligeramente por debajo de lo esperado por el consenso, y el desglose por componentes muestra que el impacto de los aranceles sobre la inflación de los bienes se mantiene contenido y que la inflación de servicios se ha moderado. Así, los datos de septiembre refuerzan la expectativa de un recorte de tipos de interés en la reunión de la Fed a finales de octubre.
La inflación general y la inflación subyacente suben 1 décima en octubre hasta situarse en el 3,1% y el 2,5%, respectivamente, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Este incremento del indicador general se debe a la presión al alza ejercida por la electricidad, así como por el transporte aéreo y por ferrocarril. La caída de los carburantes, por otro lado, habría compensado parte de esta subida. Tanto el dato de inflación general como el de inflación subyacente se encuentran ligeramente por encima del rango esperado por CaixaBank Research.
La inflación general de la eurozona bajó al 2,1% interanual en octubre (–0,1 p. p. respecto a septiembre), mientras que la núcleo se mantuvo en el 2,4%. Aunque los datos fueron razonablemente según lo esperado, destacó el contraste entre la desaceleración de los precios de alimentos, energía y bienes industriales con un repunte algo inesperado en los servicios. Con todo, los datos en su conjunto son acordes con el objetivo del 2% y respaldan la visión de que no haya cambios en los tipos de interés del BCE en los próximos meses.
El INE confirma que en octubre la inflación general fue del 3,1% y la inflación subyacente del 2,5%, una subida de 1 décima en ambos casos respecto a septiembre. La subida del indicador general tuvo lugar como consecuencia de la presión al alza ejercida por la electricidad, parcialmente compensada por la caída de los precios de los carburantes.
La inflación general cae 1 décima en noviembre y se sitúa en el 3,0%, mientras que la subyacente sube 1 décima hasta el 2,6%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Este ligero retroceso de la inflación general responde a la bajada de los precios de la electricidad, parcialmente compensada por las contribuciones al alza de los alimentos y el grupo del ocio y la cultura. La caída pone fin a las subidas que se venían produciendo desde mayo, aunque esta es más modesta de lo que esperábamos. Tanto el dato de inflación general como el de inflación subyacente se encuentran por encima del rango esperado por CaixaBank Research.
La inflación general de la eurozona subió al 2,2% interanual en noviembre (+0,1 p. p. respecto a octubre), mientras que la núcleo se mantuvo en el 2,4%. La imagen de fondo que dibujan los datos sigue siendo la esperada: una inflación con algunas resistencias en partidas inerciales (servicios), pero, en conjunto, virtualmente en el objetivo del BCE. Así, refuerzan la perspectiva de una política monetaria estable en los próximos trimestres, con un BCE que no quiere responder a desviaciones pequeñas y transitorias de los datos y que muestra poca predisposición a ajustar sus tipos de interés si no hay un cambio relevante de las perspectivas.
La inflación de julio evolucionó según lo previsto. Si bien la inflación subyacente avanzó una décima, apoyada en la recuperación de la demanda doméstica, la caída del precio de los carburantes ha mantenido estancada la inflación general.
La tasa de inflación se va recuperando de acuerdo con lo esperado.
En agosto, la notable bajada del precio del petróleo arrastró la inflación general a terreno negativo, tras solamente dos meses en positivo.
Sorprende que la tasa de inflación se mantenga estable: la inflación debería haberse situado en niveles inferiores a nuestra previsión debido a la recaída del precio del petróleo, pero se vio compensada por el aumento del precio de los alimentos frescos y de los bienes industriales no energéticos.
En septiembre, la tasa de inflación se redujo más de lo previsto, empujada por la caída del precio de los carburantes y la electricidad.
El IPCA se sitúa en terreno negativo debido a la importante reducción en el precio de la energía (del 8,9%), algo mayor de lo esperado, prolongando los efectos ya observados en el mes anterior.
En octubre, la tasa de inflación avanzó según lo previsto. Se espera que dicho avance se deba al comportamiento de los carburantes y lubricantes, cuyos precios habrían caído menos que en 2014.
El avance de la inflación en octubre, acorde con lo previsto, fue consecuencia de que la bajada de los precios de los carburantes y los lubricantes fue menor que la registrada en el mismo mes de 2014.
En noviembre, la tasa de inflación se recuperó según lo previsto. Se espera que el avance se deba al comportamiento de los carburantes y lubricantes, cuyos precios habrían caído menos que en octubre.
La inflación se estabilizó en el 0,1% como resultado de la actuación de dos fuerzas opuestas, que se compensaron entre sí.
El incremento de la inflación en noviembre, acorde con el dato avanzado, fue resultado de que el descenso de los precios de los carburantes y los lubricantes fue menor que el registrado en octubre.
En diciembre, la tasa de inflación siguió recuperándose, resultado de la caída más atenuada de los precios de la energía en términos interanuales. Este avance de la inflación fue, sin embargo, menor de lo esperado, ya que en diciembre el precio del petróleo acabó cayendo más de lo previsto.