Los salarios en España, ¿igual moderación para todos?

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13 de diciembre de 2018

El mercado laboral en España lleva exhibiendo un ritmo de recuperación notable desde hace varios años. En 2018, por ejemplo, hay cerca de dos millones de empleados más que en 2013 y la tasa de paro se ha reducido a un ritmo de unos 2 p. p. por año durante este periodo. A pesar de ello, el ritmo de avance de los salarios ha sido relativamente contenido. Según datos de la Contabilidad Nacional, la remuneración por asalariado a tiempo completo ha aumentado un 0,5% anual en promedio entre 2013 y 2018. Este bajo ritmo de crecimiento de los salarios se debe, en gran medida, al elevado nivel de infrautilización de la fuerza laboral, reflejado tanto en la elevada tasa de paro como en otros indicadores de subempleo como, por ejemplo, la elevada tasa de trabajadores a tiempo parcial involuntario.1 Otro factor que también ha contribuido a un crecimiento de los salarios en niveles bajos es el mantenimiento de las expectativas de inflación en cotas también relativamente reducidas. Pero, ¿la moderación salarial ha sido generalizada entre todos los empleados?

Si analizamos la evolución a lo largo de los deciles de la distribución salarial,2 vemos que la aparente estabilidad de los salarios esconde comportamientos dispares. Según el INE, el salario bruto mensual mediano de un trabajador a tiempo completo –es decir, para aquel trabajador para el cual la mitad de la fuerza laboral cobra menos que él y la otra mitad cobra más– fue muy similar en 2013 y en 2017 en términos nominales.3 Sin embargo, los salarios más bajos tuvieron una evolución más positiva: en particular, en 2017, el salario del primer decil (que comprende el 10% de los salarios más bajos) era un 14% superior al de 2013 y el del segundo, un 4,6% superior. Por tanto, desde el inicio de la recuperación económica, los trabajadores con remuneraciones inferiores están recuperando parte del terreno perdido durante la crisis.4

En cambio, para los siguientes deciles, los salarios se han mantenido relativamente estables entre 2013 y 2017 (véase el primer gráfico). En este caso, sin embargo, los salarios habían seguido aumentando durante la crisis, en es­­pe­­cial para los salarios por encima de la mediana, por lo que los salarios nominales en 2017 son superiores a los de 2008. Concretamente, para las personas con un salario superior al salario mediano, el aumento ha sido del 8,3%.5 Así pues, si tomamos los últimos 10 años como referencia, se observa que la mayor parte de los ajustes salariales han tenido lugar en la parte baja de la distribución salarial.

Para entender mejor estas dinámicas, hay que tener en cuenta que la evolución salarial también refleja los cambios en la composición de la fuerza laboral. Así pues, otra mirada interesante consiste en diferenciar entre aquellos individuos que no perdieron el empleo y aquellos que pierden o encuentran trabajo. Ello permite descomponer la variación salarial en un efecto puramente salarial (la va­­riación salarial para trabajadores con características constantes) y en un efecto composición (la variación salarial debida a las diferencias salariales entre personas que entran y salen del empleo). Como muestran Felgueroso y Jansen utilizando datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL),6 los salarios medianos de aquellos trabajadores que no cambiaron de empleo aumentaron alrededor de un 2% anual de manera bastante continuada entre 2008 y 2017 (véase el segundo gráfico). Así, son los cambios de composición de la fuerza laboral, y en particular las entradas de trabajadores con salarios inferiores a la mediana, los que provocan las reducciones salariales vía composición y explican que el salario mediano se haya mantenido tan contenido.

Si nos fijamos en el periodo más reciente, la evolución salarial por deciles en 2017 muestra un patrón distinto al de los años de la recuperación (2013-2016). Este cambio de tendencia podría enmarcarse en el aumento de la polarización del mercado laboral que se observa en muchos países desarrollados, en los que se percibe una menor demanda de empleo en las ocupaciones en la parte intermedia de la distribución (normalmente trabajos más automatizables),7 lo que deprime las remuneraciones en torno a la mediana. O, lo que es lo mismo, los salarios aumentan más en los extremos de la distribución, dando lugar a una evolución salarial en forma de U (véase el tercer gráfico).

¿Qué evolución podemos esperar para los próximos años? En la medida que la holgura en el mercado laboral se reduce y las perspectivas de inflación aumentan, cabe esperar una recuperación paulatina de los salarios. Parte de esta evolución positiva ya puede observarse en las revisiones salariales pactadas en los convenios colectivos. Los convenios colectivos con efectos económicos en 2018 han acordado un aumento salarial del +1,69% en promedio (con datos hasta octubre de 2018), y aquellos firmados en 2018, un aumento del +1,97%, en consonancia con lo pactado en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020.8 Sin embargo, habrá que seguir de cerca cómo esta tendencia de recuperación progresiva de los salarios se materializa en los distintos niveles re­­tributivos. Las dinámicas más recientes no invitan al op­­timismo.

 

1. Para un análisis detallado véase, por ejemplo, Cuadrado, P. y Tagliati, F. (2018), «La moderación salarial en España y en la UEM», Boletín Económico 4/2018, Banco de España.

2. Es decir, ordenando los asalariados de menos a más salario y dividiéndolos en 10 grupos de igual tamaño. Los datos corresponden al decil de salario del empleo principal a tiempo completo de la encuesta de población activa (EPA).

3. El salario nominal pasó de 1.503 euros en 2013 a 1.498 euros en 2017, una reducción del 0,3%. En términos reales, el salario mediano se redujo un 1,4%.

4. En términos reales, la pérdida de poder adquisitivo entre 2008 y 2017 fue de casi el 11% para ambos.

5. En términos reales, los salarios por encima de la mediana han perdido un 1,1% de poder adquisitivo entre 2008 y 2017.

6. Felgueroso, F. y Jansen, M. «¿Por qué no crecen los salarios en España?», disponible en internet, http://nadaesgratis.es/felgueroso/por-que-no-crecen-los-salarios-en-espana-i

7. Para más detalle, véanse, por ejemplo, los artículos «La polarización del empleo en España» en el IM05/2015 y «Polarización del empleo en la eurozona» en el IM07/2017.

8. El Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva 2018-2020 recomienda una revisión salarial de en torno al 2% fijo más el 1% variable ligada a factores pactados en el convenio, como la productividad.

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