Midiendo el riesgo de la deuda soberana en Europa

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17 de julio de 2017

El riesgo soberano de los países periféricos ha descendido de forma muy remarcable desde el punto álgido de la crisis. Sin embargo, el ritmo de mejora ha sido dispar, espe­­cial­­mente durante los últimos dos años, cuando han rea­­pa­­recido algunos focos de riesgo de naturaleza local.

Para analizar la evolución del riesgo de la deuda soberana, normalmente se toma la diferencia entre la rentabilidad del bono a 10 años del país y la rentabilidad del bund alemán. Esto es lo que se conoce como la prima de riesgo so­­berana. No obstante, esta variable también refleja as­­pectos que van más allá de la percepción de los agentes acerca del riesgo soberano como, por ejemplo, cambios en la aversión al riesgo de los inversores o en las condiciones de liquidez de los mercados de renta fija. Alternativamente, mediante la aplicación de técnicas estadísticas, se puede estimar qué parte de la variación de los tipos soberanos se debe a factores comunes con otros países (como la política monetaria en el caso de los países de la eurozona) y qué parte se debe a factores idiosincráticos de cada país, como la percepción de riesgo político.

Este es el enfoque que adopta el índice que se presenta en el primer gráfico.1 Como puede observarse, el índice de riesgo soberano registró un aumento fulgurante en pleno fragor de la crisis de deuda de la eurozona, y registró un notable descenso tras la célebre rueda de prensa del presidente del BCE, M. Draghi, en julio de 2012, cuando prometió hacer todo lo que fuera necesario para sostener el euro. Más recientemente, el índice ha dibujado una moderada senda alcista, si bien desde niveles muy bajos, en vísperas de las elecciones francesas.

El caso de la deuda pública española es destacable, ya que en los últimos años su evolución se explica menos por factores idiosincráticos, asociados al riesgo país, y más por factores comunes. En cambio, el peso de los factores idiosincráticos sigue siendo elevado en el caso de la deuda de Italia y de Portugal.

Un segundo ejercicio que es útil para valorar la percepción del riesgo soberano de la deuda pública española consiste en comparar el tipo de interés a 10 años observado en el mercado con el tipo de interés predicho por el modelo que tiene en cuenta la evolución de los factores comunes e idiosincráticos. Como se observa en el último gráfico ad­­junto, la rentabilidad observada es inferior a la que sugiere la evolución de los factores comunes e idiosincráticos estimados. Ello no se observa en otros países periféricos, y po­­dría ser indicativo de la mejora de las perspectivas de la economía y, en definitiva, de la percepción del riesgo de la deuda soberana española.

1. Concretamente, se lleva a cabo un análisis de componentes principales. En el gráfico se muestra la evolución del segundo componente principal normalizado, que se asocia a los factores idiosincráticos.

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