Cada vez son más las personas que viven de alquiler. En los últimos cinco años, el porcentaje de hogares que alquilan su vivienda principal ha aumentado significativamente: del 16,1% en 2013 hasta el 17,8% en 2018. La fuerte demanda de viviendas de alquiler ha hecho repuntar los precios, sobre todo en las grandes ciudades y puntos turísticos, si bien en los trimestres más recientes se ha observado una cierta tendencia a la moderación. En el futuro, se espera que la demanda de vivienda de alquiler siga siendo robusta, por lo que será necesario aumentar la oferta de forma acompasada para evitar más presiones en los precios.
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El reloj inmobiliario de CaixaBank Research muestra la evolución del precio de la vivienda y las compraventas a lo largo
del ciclo.
La inversión en el mercado inmobiliario comercial registró caídas significativas en 2023 como consecuencia del aumento de los tipos de interés. Sin embargo, a medida que avance 2024, se espera una reactivación de las operaciones, gracias al descenso que se anticipa de los tipos de interés y a una evolución favorable de los fundamentales que determinan el comportamiento de los diferentes segmentos. Por un lado, un mayor dinamismo del consumo servirá de apoyo al segmento minorista y la continua penetración del e-commerce seguirá requiriendo de inversiones en el segmento logístico. Por el otro, el living se consolidará como el segmento que más inversión atrae, y el sector hotelero seguirá teniendo una evolución positiva, gracias a la buena marcha del turismo en España. Por último, las oficinas seguirán adaptándose a las nuevas exigencias de sostenibilidad y a las nuevas formas de trabajo surgidas tras la pandemia.
Poseer una segunda residencia es una práctica muy arraigada en España. Un 14,6% de las viviendas españolas lo son, e incluso llegan a superar el 30% en algunas provincias. ¿Dónde se encuentran? ¿Qué tipo de hogares las poseen? Entender su distribución en el territorio en relación con el lugar de residencia habitual del hogar es un aspecto valioso a la hora de analizar el comportamiento del mercado inmobiliario a nivel local. Una vez más, el big data permite tratar la información capturando dinámicas más complejas que las que recogen las técnicas tradicionales.
Después del extraordinario crecimiento de los flujos turísticos de los últimos años, en 2018 el crecimiento del número de turistas internacionales se moderó en todas las regiones del mundo, a excepción de Oriente Próximo, donde aumentó con vigor.
La crisis actual está desencadenando cambios en numerosos aspectos de nuestras vidas, muchos de ellos relacionados con nuestras preferencias residenciales. Por ejemplo, el teletrabajo puede llegar a transformar cómo y dónde vivimos. La pandemia también ha supuesto un impulso a la digitalización del sector inmobiliario y podría acelerar ciertas transformaciones en otros ámbitos como la rehabilitación de vivienda, lo que apoyaría la transición hacia una economía más sostenible.
El sector turístico sigue siendo uno de los motores clave de la economía española, con un crecimiento previsto del PIB turístico del 2,7%, por encima del conjunto de España. Sin embargo, ha entrado en una nueva etapa de crecimiento más moderado tras los años de fuerte expansión impulsados por la recuperación pospandemia.
En los últimos años, el turismo rural ha adquirido un protagonismo creciente en España y ha abierto nuevos caminos para la diversificación de las fuentes de ingresos de las economías rurales. En este artículo analizamos, a partir de datos internos de CaixaBank, el despunte del sector tras la pandemia de COVID-19 y sus implicaciones para la resiliencia económica de la España rural y para el sector turístico, dado su alto nivel de sostenibilidad, tanto desde el punto de vista del impacto sobre el medio ambiente como por su mayor diversificación geográfica y su menor estacionalidad comparado con otras formas de turismo más tradicionales como el costero.
CaixaBank Research ha desarrollado unos nuevos modelos de previsión del precio de la vivienda a nivel provincial usando grandes cantidades de información (big data) y aplicando técnicas de machine learning. Según estos modelos, el precio de la vivienda disminuirá en 7 de cada 10 provincias españolas en 2021 y crecerá de forma muy moderada en el resto. Comparando las previsiones actuales con las que proyectaban los modelos antes de la pandemia, observamos una notable corrección del crecimiento previsto en el precio de la vivienda a un año vista, de unos 4 p. p. en promedio. Dicha corrección ha sido más acusada en las provincias con una mayor concentración urbana y una mayor dependencia del turismo extranjero, aunque, a pesar de ello, estas zonas siguen siendo las más dinámicas.
El mercado inmobiliario español se desaceleró en 2023, pero de forma más suave de lo anticipado. A pesar del fuerte aumento de los tipos de interés, varios factores han apoyado al sector, entre ellos un mercado laboral resiliente, unos flujos de inmigración significativos, el desajuste entre una oferta de vivienda nueva escasa y una demanda elevada, y una situación financiera de los hogares menos tensionada de lo esperado. Por el lado de la oferta, la estabilización de los costes de construcción ha permitido cerrar 2023 con un número de visados de vivienda nueva similar al de años anteriores. En el primer semestre de 2024, prevemos que esta senda de suave desaceleración tendrá continuidad debido a unos tipos de interés todavía elevados y un contexto económico relativamente débil; no obstante, en el segundo semestre, a medida que se afiance la senda descendente de los tipos de interés y la actividad económica gane tracción, esperamos que el mercado inmobiliario recobre mayor vigor.
El precio de la vivienda ha crecido de forma considerable en los últimos años y empiezan a aparecer los primeros síntomas de sobrevaloración en ciudades como Madrid y Barcelona y en algunos puntos turísticos. Esta realidad convive con otra muy distinta en las zonas menos urbanas, donde la recuperación del sector inmobiliario ha llegado más tarde y está siendo mucho más lenta. En consecuencia, las divergencias regionales en cuanto al precio y la accesibilidad de la vivienda se están acentuando.
El PIB sorprendió positivamente en el 4T 2024 con un avance intertrimestral del 1,5%, que situó el crecimiento en el conjunto del año en el 1,9%, El buen comportamiento en el tramo final de 2024 introduce riesgos al alza, por el efecto arrastre, en la previsión actual de CaixaBank Research para 2025 (2,3%).
El sector agroalimentario ha mantenido un desempeño muy positivo desde los meses más críticos de la pandemia. La producción del sector primario sigue en niveles elevados, la industria alimentaria se está recuperando de la contracción que experimentó en 2020 y los indicadores de demanda muestran una gradual normalización de los patrones de consumo de alimentos, dentro y fuera del hogar. Además, destaca el excelente comportamiento de las exportaciones agroalimentarias, palanca de crecimiento que seguirá siendo clave para el futuro del sector.
El sector turístico es un sector clave para la economía española y, por ello, la caída del turismo prevista para 2020 supondrá un impacto mayúsculo sobre el nivel de actividad económica del país. Además, el impacto económico no se distribuirá de manera homogénea en la geografía española puesto que existen profundas diferencias en el peso del sector turístico entre regiones. Así, esperamos que las comunidades insulares y mediterráneas quedarán más expuestas que el promedio de España, mientras que las del interior sufrirán de manera más leve.
La vacunación de la población de riesgo, el control de nuevos rebrotes y la puesta en marcha del Certificado Digital Verde serán los factores claves para que la situación del sector turístico mejore significativamente durante la segunda mitad de 2021.