El sistema bancario portugués afronta las secuelas de la COVID-19 con una posición más resiliente y con un mayor margen de maniobra para hacer frente a situaciones de estrés.
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El PIB sorprendió positivamente en el 4T 2024 con un avance intertrimestral del 1,5%, que situó el crecimiento en el conjunto del año en el 1,9%, El buen comportamiento en el tramo final de 2024 introduce riesgos al alza, por el efecto arrastre, en la previsión actual de CaixaBank Research para 2025 (2,3%).
Hasta el momento, las inversiones ya aprobadas del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) portugués ascienden a 12.249 millones, frente a unas inversiones planeadas de 16.644 millones de euros, lo que supone una tasa de aprobación del 74%, un porcentaje en principio prometedor para el aprovechamiento de los fondos NGEU que recibirá Portugal hasta 2026.
El PIB de Portugal sorprende positivamente en el 1T 2023, con un fuerte avance, del 1,6% intertrimestral y un 2,5% interanual, impulsado por el fuerte dinamismo del sector exterior, y en especial del turismo.
El PIB portugués registra un exiguo avance en el 2T, y la creación de empleo y la inflación se desaceleran en agosto.
El envejecimiento poblacional será uno de los factores clave que, junto con la revolución tecnológica y el cambio climático, redefinirán nuestras sociedades en las próximas décadas. Una población más envejecida cambiará forzosamente no solo la configuración de nuestras sociedades sino también la de nuestras economías, pues el envejecimiento poblacional tiene un impacto significativo sobre el crecimiento económico. Esta es la cuestión que abordaremos en este y en los siguientes artículos del Dossier, poniendo el foco en las economías española y portuguesa.
El inicio del proceso de normalización de la política monetaria por parte del BCE ha provocado una aceleración de los precios de la vivienda, especialmente en los mercados con un fuerte desajuste entre una oferta insuficiente y una demanda dinámica. Entre las economías en las que los precios reales han aumentado con más fuerza en el último año y medio, y cuyos mercados residenciales presentan indicadores de sobrevaloración más significativa, destacan Portugal, Bulgaria, Hungría, Países Bajos y Estonia. En contraste, los mercados de grandes economías como Alemania, Suecia, Francia y Luxemburgo siguen sobrevalorados, pero han corregido el fuerte crecimiento de precios que experimentaron en las décadas previas a la pandemia, reduciendo las señales de sobrecalentamiento.