La pandemia ha modificado el escenario de la inversión inmobiliaria comercial y ha perfilado distintos tipos de activos según el grado de afectación derivado de las restricciones de movilidad impuestas para atajar la crisis sanitaria. Entre los activos favorecidos destacan los activos residenciales, los centros logísticos y de datos, así como gran parte de los activos del sector minorista. Entre los más desfavorecidos se encuentran las oficinas y los activos hoteleros, lastrados por el auge del teletrabajo y el desplome del turismo internacional.
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Los datos del PIB de EE. UU. del 1T revelan un contraste entre la fortaleza de la demanda interna y unos flujos comerciales en fase de anticipación, mientras la eurozona ha mostrado un crecimiento acelerado. Con todo, este impulso podría agotarse pronto: los aranceles y sus consecuencias comenzarán a tener un impacto negativo. Hasta ahora no hay señales claras de un frenazo en los flujos comerciales, pero con la incertidumbre en niveles máximos se espera que la economía global entre en una fase de desaceleración, con más riesgos a la baja y más preguntas que respuestas.
El dato de crecimiento de Portugal del primer trimestre del año sorprendió negativamente, con una caída del 0,5% intertrimestral según la estimación preliminar del INE portugués.
Para valorar hasta qué punto la demanda de vivienda se puede ver afectada por la subida de tipos de interés, calculamos la evolución prevista de la ratio de esfuerzo hipotecario teórico según el escenario de previsiones que manejamos actualmente en CaixaBank Research, recientemente revisado tras la invasión de Ucrania.
Un nuevo indicador del gasto mensual en gasolineras con datos anonimizados de clientes de CaixaBank nos muestra cómo hemos adaptado nuestro consumo de carburantes a la subida de los precios.
Los indicadores que se han ido conociendo en los primeros meses del año arrojan señales positivas que apuntarían a un tono dinámico de la economía española en el 1T 2025, si bien a un ritmo algo menos vigoroso que en el trimestre anterior.
La economía internacional mostró una notable resiliencia en 2024 y los datos disponibles sugieren que el PIB mundial podría haber crecido ligeramente por encima del 3%. Los vientos de cola que apoyaron la actividad probablemente seguirán soplando a favor en 2025, aunque con menos fuerza y con desafíos exigentes.
Analizamos los recibos de electricidad domiciliados en CaixaBank por clientes particulares para entender cómo ha evolucionado la factura de la luz de los hogares españoles en 2022.
El PIB de España siguió creciendo de forma dinámica en el 3T 2024 y los principales indicadores auguran un buen dato para el 4T. la buena marcha del mercado laboral impulsa la renta de las familias y la inflación se mantiene contenida, pese a que el repunte continúa.
La incertidumbre política, principal fuente de volatilidad en el mercado, redujo el apetito por el riesgo de los inversores en junio moderándolo notablemente respecto a mayo, aun siguiendo en niveles elevados.
Tras casi dos años incrementando los tipos de interés, en 2023 los principales bancos centrales alcanzaron la cima y reajustaron su estrategia: en vez de subir más los tipos oficiales, el endurecimiento monetario se iba a vehicular sosteniendo esa cima por un buen tiempo. Sin embargo, ya en otoño los mercados financieros se cuestionaban esta narrativa. ¿Por qué?
Los mercados iniciaron el 2024 con apetito por el riesgo, apoyados en la retórica del aterrizaje suave en las principales economías avanzadas y en una valoración positiva de los datos macroeconómicos.
En un entorno de incertidumbre geopolítica, tipos de interés elevados y enfriamiento de la demanda mundial, las principales economías avanzadas terminaron el año 2023 con mayor resiliencia de lo esperado hace unos trimestres.
Los datos preliminares del PIB publicados por el INE indican una notable aceleración del crecimiento en el último trimestre de 2023, con un avance del 0,8% intertrimestral y del 2,2% interanual en el 4T 2023.
¿Cómo ha evolucionado el gasto en agua, luz y gas en los últimos cinco años? Analizamos de manera anonimizada los recibos domiciliados en las cuentas bancarias de CaixaBank y su principal partida, los suministros básicos, para entender el esfuerzo que han tenido que hacer los hogares españoles para pagar la factura energética.
Si en diciembre de 2022 nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2023 era del 1%, finalmente la economía española ha logrado crecer un notable 2,5%, a pesar de la incertidumbre geopolítica, una inflación todavía elevada pese a su descenso en los últimos meses y el alza de los tipos de interés.
CaixaBank Research prevé un crecimiento del 1,4% para 2024, pero empezamos el año señalando los riesgos al alza. Los buenos datos de crecimiento del 4T 2023 y la mejora de las perspectivas de consumo de los hogares nos llevarán a revisar el crecimiento y situarlo cerca del 2,0%.