La pandemia ha modificado el escenario de la inversión inmobiliaria comercial y ha perfilado distintos tipos de activos según el grado de afectación derivado de las restricciones de movilidad impuestas para atajar la crisis sanitaria. Entre los activos favorecidos destacan los activos residenciales, los centros logísticos y de datos, así como gran parte de los activos del sector minorista. Entre los más desfavorecidos se encuentran las oficinas y los activos hoteleros, lastrados por el auge del teletrabajo y el desplome del turismo internacional.
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La economía española sigue destacando por su dinamismo. Además, detrás del vigor que presentan los principales indicadores, hay varios factores que señalan la consolidación de un ciclo expansivo sólido, lo que también ayuda a entender la confianza que muestran tanto hogares como empresas e inversores.
Uno de los factores que podrían limitar la velocidad de recuperación de la economía en España es el desajuste que comienza a detectarse en el mercado de trabajo. Las ofertas nuevas de trabajo no cubiertas vienen anotando un notable crecimiento desde finales de 2020, y en el 2T 2021 ya rozaban las 120.000, la cifra más alta de la última década.
Los vientos de cola que suponen los últimos datos de la inflación y unos mercados laborales sólidos coexisten con una pérdida natural de impulso cíclico y, especialmente, con un entorno de elevados riesgos geopolíticos, una combinación que marcará la velocidad del escenario en los próximos trimestres.
El retorno este año de las reglas fiscales –como garantes de la sostenibilidad de la deuda pública– y la persistente brecha de inversión para abordar las prioridades de la UE en el actual contexto geopolítico conforman un escenario de fricción que hace necesaria una estrategia fiscal coordinada en tiempos e intensidad que excede con mucho el horizonte de los mandatos políticos nacionales y comunitarios, siendo imprescindible superar diferencias y algunos tabús que han caracterizado la historia económica de la UE en otros momentos.
La Comisión Europea ha publicado los resultados de su encuesta trimestral sobre el sector industrial. Esta encuesta cubre un abanico amplio de cuestiones, pero en este artículo nos centraremos en los mensajes que se desprenden de la pregunta sobre los principales factores que limitan la capacidad de producir de las empresas del sector manufacturero.
En este artículo analizamos los datos más recientes de la tasa de ahorro de los hogares españoles, que se mantiene elevada, y los factores estructurales y coyunturales que explican su evolución. Ello nos ayuda a entender cuál puede ser su trayectoria en los próximos años.
Examinamos las dinámicas que han alimentado el rally del oro, así como los factores que influyen en su precio del oro, tanto a largo como a corto plazo, destacando el papel de los bancos centrales en la compra de este metal precioso.
Cinco factores invitan a pensar que la brecha del PIB español con la trayectoria prepandémica se irá cerrando gracias a un crecimiento que probablemente seguirá siendo superior al promedio histórico del 2,0%.
Con la desinflación bien encarrilada y algunos signos de desaceleración de la actividad y enfriamiento del mercado laboral, la política monetaria está cambiando de marcha para pasar a una fase de distensión: de restrictiva a neutral. El BCE y la Fed, además de otros grandes bancos centrales, han iniciado esta distensión con bajadas de tipos de interés, y se espera que continuarán haciéndolo en 2025. A partir de ahí, buscaremos aclarar los factores que guiarán esta nueva fase de política monetaria.
En 2024, el mercado inmobiliario español mostró una notable recuperación, con un aumento significativo del precio de la vivienda y de las compraventas. Factores como el crecimiento de la renta bruta disponible, la demanda extranjera y la bajada de tipos impulsaron esta tendencia. En este artículo, desvelamos nuestras previsiones para 2025 y explicamos por qué esperamos que continúe esta dinámica expansiva.
Analizamos el enfriamiento del sector manufacturero mundial en un momento en el que confluyen distintos factores: las secuelas de la pandemia, el efecto arrastre de China y las repercusiones de la crisis energética en la industria europea.
En este artículo analizamos qué factores explican el reciente ciclo de baja inflación en China y qué riesgos podrían transformarlo en una crisis deflacionista.
En España, el 1% de las personas más ricas recibe el 8,6% de la renta nacional, mientras que la cifra alcanza el 20,8% en EE. UU. ¿Son deseables o indeseables estos elevados niveles de desigualdad? La respuesta, que cada sociedad debe dar según sus preferencias y valores, depende, entre otros factores, de la igualdad de oportunidades que ofrece la economía.
La crisis financiera de 2008 y las recientes olas migratorias son dos de los factores coyunturales que han favorecido el aumento de la polarización política en Europa. La incidencia de la primera se estima más relevante que la segunda. Las políticas de cohesión social podrían explicar que la influencia de la inmigración en la polarización sea menor.
En un entorno de incertidumbre todavía elevado, múltiples factores pueden modificar el curso de la economía española en los próximos meses, tanto de forma negativa como positiva. Entre ellos sobresalen tres: la evolución de los precios de la energía, la resiliencia del mercado laboral y la ejecución de los fondos europeos NGEU.
¿Por qué es tan baja la productividad en España y por qué ha crecido tan poco en los últimos años? Aunque la respuesta es compleja y en ella influyen un cúmulo de factores, una de las causas de la baja productividad laboral de la economía española y su escaso crecimiento es la especialización productiva y el reducido tamaño de las empresas.
El aumento de los precios de los alimentos está siendo más persistente de lo esperado. En este artículo, analizamos los factores que explican este episodio inflacionista y su evolución a corto y medio plazo.
La sociedad se ha polarizado de forma notable en los últimos años. En EE. UU., la polarización se manifiesta a través de una mayor distancia entre las opiniones de los votantes republicanos y demócratas. En Europa, en un aumento de los desacuerdos en torno a temas fundamentales como inmigración o la integración europea. Los partidos políticos de las economías avanzadas también se han polarizado de forma especialmente pronunciada en la última década.
La economía española sigue mostrando un notable dinamismo, con un comportamiento mejor del que se preveía, impulsada por la demanda interna (tanto consumo privado como inversión), gracias, entre otros factores, a una sólida situación financiera de familias y empresas, unas condiciones de financiación favorables, la normalización de la inflación y la fortaleza del mercado laboral.