El inicio de 2025, con un mes de enero marcado por los contrastes, ejemplifica cómo los riesgos políticos y geoeconómicos pueden continuar dirigiendo el mercado.
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La crisis financiera de 2008 y las recientes olas migratorias son dos de los factores coyunturales que han favorecido el aumento de la polarización política en Europa. La incidencia de la primera se estima más relevante que la segunda. Las políticas de cohesión social podrían explicar que la influencia de la inmigración en la polarización sea menor.
En este artículo analizamos los datos más recientes de la tasa de ahorro de los hogares españoles, que se mantiene elevada, y los factores estructurales y coyunturales que explican su evolución. Ello nos ayuda a entender cuál puede ser su trayectoria en los próximos años.
¿Por qué es tan baja la productividad en España y por qué ha crecido tan poco en los últimos años? Aunque la respuesta es compleja y en ella influyen un cúmulo de factores, una de las causas de la baja productividad laboral de la economía española y su escaso crecimiento es la especialización productiva y el reducido tamaño de las empresas.
La relajación de la política monetaria está condicionada a que la inflación siga bajando hacia el 2%, un camino que se ha bautizado como «la última milla». ¿Qué factores ayudaran a la economía de Estados Unidos a recorrerla?
El ritmo de los mercados financieros estuvo marcado por los riesgos geopolíticos y las quinielas de los inversores sobre el futuro más cercano de la política monetaria en las principales economías desarrolladas durante gran parte del mes de abril.
La economía española sigue mostrando un notable dinamismo, con un comportamiento mejor del que se preveía, impulsada por la demanda interna (tanto consumo privado como inversión), gracias, entre otros factores, a una sólida situación financiera de familias y empresas, unas condiciones de financiación favorables, la normalización de la inflación y la fortaleza del mercado laboral.
En este artículo repasamos brevemente los principales factores que nos llevan a revisar ligeramente el escenario macroeconómico previsto para 2024 y 2025.
La economía española ha vuelto a superar nuestras expectativas en los primeros meses de 2024. Si el dato de crecimiento del PIB del último trimestre de 2023 sorprendió al alza, el del primer trimestre confirma la buena marcha de la economía española y nos lleva a revisar nuestras previsiones al alza. Volvemos a examinar los principales factores que condicionan el escenario para la economía de España, tras incorporar la nueva información disponible.
La economía española sigue mostrando un dinamismo mayor de lo que se esperaba en el arranque del año, gracias sobre todo al empuje del sector terciario, especialmente el turismo, y la creación de empleo. De cara a los próximos trimestres, contará además con factores de soporte, como una política monetaria menos restrictiva, unas tensiones inflacionistas en senda de corrección y la previsible aceleración de la ejecución de los fondos europeos NGEU.
La negociación del próximo presupuesto pondrá nuevamente a prueba el estado de salud del proyecto europeo, del que dependerá nuestra autonomía estratégica para abordar los retos geopolíticos que seguirán llegando del exterior.
Repasamos las dinámicas recientes de la inflación de los servicios en España, y su relación con los salarios y la energía, dos factores clave para entender la evolución de este componente en los próximos meses.
A los seres humanos les encantan los ciclos. Ya sean vitales, históricos, políticos... o futbolísticos. Si no, que se lo pregunten a todos los entrenadores a los que han destituido con un manido «Su ciclo se había agotado». Los economistas, lo crean o no, también somos humanos y no podíamos ser menos.
Desde la última actualización del escenario macroeconómico, en junio de este año, incorporamos la nueva información disponible y volvemos a examinar los principales factores que dominan el escenario.
Los vientos de cola que suponen los últimos datos de la inflación y unos mercados laborales sólidos coexisten con una pérdida natural de impulso cíclico y, especialmente, con un entorno de elevados riesgos geopolíticos, una combinación que marcará la velocidad del escenario en los próximos trimestres.
Cinco factores invitan a pensar que la brecha del PIB español con la trayectoria prepandémica se irá cerrando gracias a un crecimiento que probablemente seguirá siendo superior al promedio histórico del 2,0%.
Con la desinflación bien encarrilada y algunos signos de desaceleración de la actividad y enfriamiento del mercado laboral, la política monetaria está cambiando de marcha para pasar a una fase de distensión: de restrictiva a neutral. El BCE y la Fed, además de otros grandes bancos centrales, han iniciado esta distensión con bajadas de tipos de interés, y se espera que continuarán haciéndolo en 2025. A partir de ahí, buscaremos aclarar los factores que guiarán esta nueva fase de política monetaria.
En los últimos años existe la percepción de que han proliferado políticas económicas, y planteamientos políticos en general, que se alejan de lo que podríamos denominar el consenso liberal. En este artículo, se propone una medida explícita del giro iliberal que permitirá explorar qué ámbitos o áreas de política económica han sufrido de un mayor alejamiento del consenso liberal.
El retorno este año de las reglas fiscales –como garantes de la sostenibilidad de la deuda pública– y la persistente brecha de inversión para abordar las prioridades de la UE en el actual contexto geopolítico conforman un escenario de fricción que hace necesaria una estrategia fiscal coordinada en tiempos e intensidad que excede con mucho el horizonte de los mandatos políticos nacionales y comunitarios, siendo imprescindible superar diferencias y algunos tabús que han caracterizado la historia económica de la UE en otros momentos.
En 2024, el mercado inmobiliario español mostró una notable recuperación, con un aumento significativo del precio de la vivienda y de las compraventas. Factores como el crecimiento de la renta bruta disponible, la demanda extranjera y la bajada de tipos impulsaron esta tendencia. En este artículo, desvelamos nuestras previsiones para 2025 y explicamos por qué esperamos que continúe esta dinámica expansiva.