El valor añadido de las exportaciones

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5 de diciembre de 2013

Las exportaciones han sido una de las claves de la incipiente recuperación de la economía española. Pero, ¿es­­tamos midiendo las exportaciones correctamente?

¿Cuál es el problema? Supongamos que es necesario completar tres procesos antes de vender el producto: obtener recursos primarios, procesarlos y fabricar el producto fi­­nal. Supongamos, por ejemplo, que existen cuatro países: A, B y C producen cada una de estas actividades y el país D consume el producto final. El país A obtiene los materiales y los vende al país B por 2 euros. El país B procesa los ma­­teriales y los vende al país C por 26 euros. El país C termina la producción y vende el producto al país D por 72 y este lo consume. En este ejemplo, las exportaciones del país C son 72 pero el valor añadido es solo 46 (72 de la venta menos 26 que añadieron los países A y B). Por lo tanto, necesitamos utilizar el valor añadido de las exportaciones para conocer mejor la im­­portancia del sector exterior en la economía.

El último World Investment Report de la UNCTAD calcula, para 2010, el peso del valor añadido doméstico en las ex­­portaciones de cada país. En el ejemplo anterior, el porcentaje para el país C sería 63,9% (= 46/72). ¿Cómo lo hace España respecto a los principales exportadores del mundo? El peso del valor añadido doméstico en las exportaciones españolas es del 72%. Es decir, de cada 100 euros que España vende al ex­­terior, 72 son utilizando trabajo y capital español y 28 son utilizando factores extranjeros. España está bien situada respecto a otros exportadores de la Unión Europea. El valor añadido doméstico de las ex­­portaciones alemanas es solo del 63%, en Francia representa el 69%; en Italia, el 73%. Si comparamos con EE. UU. (89%), España lo está haciendo peor; por lo tanto, tiene margen de mejora. En países exportadores de recursos pri­­marios, el número es muy alto por definición (el país A del ejemplo tiene un porcentaje del 100%). Esto explica el 86% de Arabia Saudí.

El ranking es importante pero queremos ver si podemos traducir el buen comportamiento de las exportaciones es­­pañolas en aumentos también de valor añadido. Los datos de la OCDE nos permiten hacer una primera aproximación entre 2000 y 2009 (última fecha disponible). Nótese que las exportaciones españolas de bienes y servicios crecieron menos que las alemanas. No obstante, el valor añadido doméstico de las exportaciones españolas creció más que en todos los países seleccionados (también Alemania). Por lo tanto, podemos concluir de este estudio que la salud del sector exterior es incluso mejor que la que ob­­ser­­vamos con los datos de exportaciones.

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