India: la rueda del dharma en el camino del desarrollo

La rueda que ocupa el centro de la bandera de la India ofrece un símbolo de progreso y simboliza los valores que debería poseer para lograr convertirse en la nueva China, como son la disciplina y la sabiduría necesarias para aprovechar las oportunidades y corregir las debilidades.

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Bandera de la india. Photo by Aniyora on Unsplash

Durante la última década, no han sido pocos los que han planteado que un cambio se está gestando en el tablero mundial multipolar, toda vez que la globalización parece estancarse, nuevos conflictos geopolíticos amenazan con enquistarse y se acelera el progreso económico de grandes potencias como la India. En este contexto desafiante, una de las grandes preguntas es si la India se puede convertir en la nueva China. La rueda del dharma, elemento clave de la bandera tricolor desde su independencia en 1947, ofrece un símbolo de progreso y simboliza los valores que la India debería poseer para lograrlo, como son la disciplina y la sabiduría necesarias para aprovechar las oportunidades y corregir las debilidades.

La economía de la India en perspectiva

Sin entrar en juegos de adivinaciones, estamos hablando del país más poblado del mundo, con aproximadamente 1.440 millones de habitantes en 2023, superando así a China, con una población ya en declive desde hace unos años, de 1.410 millones. Y seguirá siéndolo seguramente por el resto del siglo xxi, ya que la población india sigue creciendo a buen ritmo (0,9% en 2023, igual que el crecimiento promedio mundial), tiene una estructura comparativamente joven y margen para elevar la esperanza de vida, actualmente baja con respecto a otros emergentes de su entorno.

Ser el país más poblado del mundo, y con una demografía joven y creciente, ha dado a la India cierta ventaja en lo que a crecimiento económico se refiere (el denominado dividendo demográfico), pues la demanda interna, consumo e inversión, ha formado la principal ancla de crecimiento de su economía y ha ofrecido un colchón frente a shocks externos. Así, el PIB indio ha crecido en los últimos años a tasas anuales en torno al 7%, con la excepción de 2020. De esta forma, su PIB superó ligeramente en 2023 al del Reino Unido, país que fue su antigua metrópolis, al situarse en 3,57 billones de dólares corrientes. No obstante, su PIB per cápita se encontraba en 2023 cerca de los 2.500 dólares corrientes (casi 10.200 en paridad de poder adquisitivo), lo que sitúa a la India en el promedio de los países de ingreso medio bajo,1 y deja al país con un largo recorrido de crecimiento por delante. A modo de comparación, China alcanzó ese nivel de renta entre los años 2004 y 2005, y su PIB per cápita, cerca de 12.600 dólares corrientes, la sitúa algo por encima del promedio de los países de ingreso medio alto.

Este elevado ritmo de crecimiento es resultado del creciente peso de los servicios, que en 2023 supuso casi el 50% de su PIB (véase el primer gráfico). De todas formas, el mercado laboral muestra algunos de los puntos débiles de la economía india. Cerca de la mitad de la fuerza laboral se encuentra empleada en sectores de baja productividad, como la agricultura, la construcción o el comercio. Además, según el FMI,2 la informalidad laboral es muy elevada y roza el 90% en el conjunto del país, con especial incidencia en las áreas rurales. También la participación laboral se ha mantenido baja en los últimos años, aumentando apenas 8 p. p. entre 2018 y 2024 hasta el 56,4%, reflejo de las dificultades que tiene la mujer para incorporarse al mercado laboral (la tasa de participación en zonas urbanas apenas llega al 30%).

  • 1. El Banco Mundial clasifica las diferentes economías en grupos según los niveles de ingreso, de acuerdo con el ingreso nacional bruto per cápita (GNI per cápita, por sus siglas en inglés), calculado utilizando el Atlas Method (que usa datos sin ajustar por paridad de poder adquisitivo, lo que da un GNI per cápita para India de 2.520 dólares corrientes). Los grupos son: ingresos bajos, 1.145 dólares o menos; ingresos medios bajos, de 1.146 a 4.515 dólares; ingresos medios altos, de 4.516 a 14.005 dolares; e ingresos altos, más de 14.005 dólares.
  • 2. FMI (2025). «India: 2024 Article IV Consultation-Press Release; Staff Report; and Statement by the Executive Director for India», IMF Staff Country Reports 2025, 054.
India: valor añadido por sectores de actividad económica
Una visión estructural

En los últimos años, la India ha experimentado un crecimiento notable, superando ampliamente el de China y el del conjunto de las economías de ingreso medio (cercano al 5%, véase el segundo gráfico). Cogiendo una visión más amplia, el crecimiento promedio desde 2010 se ha situado en el 6,8% (sin los años 2020 y 2021), frente al 6,3% en el periodo 2000-2009 y el 5,8% en la década anterior. Por otro lado, China venía creciendo a un ritmo promedio del 10% anual entre mediados de los años 1980 y 2010, lo que le ha permitido rápidamente convergir con países de ingresos más altos en términos de PIB per cápita, y se encuentra ahora en una fase de desarrollo distinta, con unas tasas de crecimiento menores y una demografía adversa. En definitiva, el reciente «sobrepaso» de la India a China, en términos de ritmo de crecimiento, se está dando más bien porque estos países se encuentran en fases distintas de su desarrollo.

Crecimiento del PIB

La evolución en las últimas décadas de la economía india se puede ilustrar en tres dimensiones esenciales de desarrollo: cambios en la estructura económica, demográfica y condiciones educativas y sanitarias (véase la tabla). En la dimensión económica, destaca la semejanza de la composición sectorial y del perfil de importaciones y exportaciones entre la India y el conjunto de países de ingreso medio-bajo. Se trata de una economía con un peso todavía muy elevado de la agricultura (cercano al 17%) y relativamente bajo del sector manufacturero (cercano al 15%), mientras que los alimentos y combustibles tienen un peso todavía elevado en los intercambios comerciales del país con el exterior.3 En el plano demográfico, resaltan también las similitudes con los países de renta media-baja, con elevado porcentaje de población en situación de pobreza y viviendo en zonas rurales, y esto a pesar del rápido progreso en la última década en la reducción de la pobreza en el país. Al mismo tiempo, resaltan las debilidades estructurales en los indicadores de educación y salud, con una tasa de alfabetización persistentemente baja y una cobertura e infraestructura limitadas en el sistema sanitario.

Con todo, los últimos años de gobierno del presidente Modi han sido un ejemplo exitoso de estabilización macrofinanciera. Desde 2013, la inflación, aunque aún muy volátil por depender en gran medida del componente de alimentación, ha estado dentro del rango objetivo entre el 2% y el 6%, y los episodios en los que la inflación ha repuntado han sido breves. En esta tarea de control de la inflación, ha sido fundamental una política monetaria centrada en afianzar la credibilidad del banco central en la consecución de su objetivo, con aumentos del tipo de intervención cuando ha sido necesario. Todo ello, junto a un aumento sostenido de las reservas extranjeras que respaldarán a la rupia y una deuda externa en niveles contenidos. Estos años de política monetaria y cambiaria ortodoxa han permitido la iniciación de una senda de reducción de los tipos de interés.

Por otro lado, a diferencia de China, la India ha mantenido un déficit por cuenta corriente persistente. Esto se debe a que, si bien exporta servicios profesionales y tecnológicos, así como electrónica de consumo de alto valor añadido, ello no es suficiente para compensar las importaciones de todo tipo de bienes y manufacturas intensivas en mano de obra. El tamaño relativamente pequeño del sector manufacturero se debe en parte a los todavía elevados obstáculos que el país impone a la inversión extranjera directa y a diversas importaciones de bienes intermedios. Aliviar esas trabas, como pretenden iniciativas del Gobierno como el Make in India o el Production-Linked Incentive, ayudará al desarrollo de una industria india integrada en las cadenas de valor globales y capaz de competir, en especial en el contexto actual de reconfiguración del comercio internacional, donde el friendshoring puede jugar un papel vital.

  • 3. Es llamativa la diferencia con China, donde destaca especialmente el peso del sector manufacturero en términos de valor añadido y en las exportaciones del país.
India: indicadores de desarrollo
¿La nueva (China) India?

En definitiva, después de realizar una breve radiografía de la economía india, el debate acerca de si la India podrá ser la nueva China sigue abierto. Una demografía y un crecimiento económico robustos juegan a su favor, acompañados por unas expectativas de inflación moderadas y una situación financiera saneada. A partir de 2024, el crecimiento de la India se redujo levemente, pero se espera que se mantenga por encima del 6% en los próximos años. Sin embargo, todavía existen problemas estructurales que limitan el crecimiento potencial y necesitan reformarse, como el mercado laboral, la calidad institucional, la burocracia o la elevada tasa de pobreza. Por tanto, si la rueda del dharma conseguirá coger velocidad en las vías del desarrollo es algo que todavía generará amplio debate en la próxima década.

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  • 1. El Banco Mundial clasifica las diferentes economías en grupos según los niveles de ingreso, de acuerdo con el ingreso nacional bruto per cápita (GNI per cápita, por sus siglas en inglés), calculado utilizando el Atlas Method (que usa datos sin ajustar por paridad de poder adquisitivo, lo que da un GNI per cápita para India de 2.520 dólares corrientes). Los grupos son: ingresos bajos, 1.145 dólares o menos; ingresos medios bajos, de 1.146 a 4.515 dólares; ingresos medios altos, de 4.516 a 14.005 dolares; e ingresos altos, más de 14.005 dólares.
  • 2. FMI (2025). «India: 2024 Article IV Consultation-Press Release; Staff Report; and Statement by the Executive Director for India», IMF Staff Country Reports 2025, 054.
  • 3. Es llamativa la diferencia con China, donde destaca especialmente el peso del sector manufacturero en términos de valor añadido y en las exportaciones del país.