Alemania

Alemania decepcionó al caer un 0,2% intertrimestral en el 4T 2022, lo que situó el crecimiento del año en el 1,9%. Este resultado empaña el optimismo de diversos organismos oficiales, que declaraban que la economía habría evitado caer en el 4T.

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23 de febrero de 2023
Alemania
Perspectivas

 

Previsión

 

Prom.
11-15

2016

2017

2018

2019

2020

2021

2022

2023

Crecimiento del PIB (%)

1,7

2,1

3,0

1,0

1,1

-4,1

2,6

1,9

0,0

Inflación IPC (%)*

1,5

0,4

1,7

1,9

1,4

0,4

3,2

8,7

5,9

Saldo fiscal (% del PIB)

0,1

1,2

1,3

1,9

1,5

-4,3

-3,7

-1,8(e)

-2,6

Saldo fiscal primario (% del PIB)

2,1

2,3

2,4

2,9

2,3

-3,7

-3,2

-1,7(e)

-2,4

Deuda pública (% del PIB)

77,1

69,0

64,6

61,3

58,9

68,0

68,6

67,4(e)

66,3

Tipo de interés de referencia (%)*

0,6

0,1

0,0

0,0

0,0

0,0

0,0

0,6

3,7

Saldo corriente (% del PIB)

7,2

8,7

8,0

8,1

7,7

7,1

7,4

3,6(e)

3,1

Notas: * Promedio anual. (e): estimación. Previsión de CaixaBank Research para PIB, IPC y tipos de interés.

Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de AMECO, de Destatis y del BCE (vía Refinitiv).

  • Alemania decepcionó al caer un 0,4% intertrimestral en el 4T 2022, lo que situó el crecimiento del año en el 1,9%. Este resultado empaña el optimismo de diversos organismos oficiales, que declaraban que la economía habría evitado caer en el 4T. Sin embargo, la recuperación de los principales indicadores de actividad y de confianza empresarial apuntan a que el inicio de 2023 podría no ser tan negativo como se temía a la vuelta de verano. El Ejecutivo alemán estima que el crecimiento económico podría alcanzar un 0,2% en 2023, frente a la recesión del 0,4% que anticipaba en otoño de 2022. Nuestra previsión es algo más cauta y esperamos que la economía germana se estanque en 2023.
  • Parte de la relativa resistencia de la economía responde a las medidas fiscales de carácter expansivo que el Gobierno implementó a finales de 2021 para contener el impacto de la subida de los precios de la energía y que alcanzan un importe cercano al 7,5% del PIB, las más abultadas de la UE. No obstante, el comportamiento mostrado por diferentes indicadores de actividad y demanda muestran la delicada situación de la economía germana. La producción industrial es todavía un 5,0% inferior a sus niveles previos a la pandemia, arrastrada por los sectores más intensivos en energía que desde el inicio de la guerra en Ucrania han reducido su actividad cerca de un 15%. Además, los principales indicadores de confianza industrial, pese a la recuperación de los últimos meses, permanecen en referencias compatibles con caídas adicionales de actividad. Paralelamente, la confianza de las familias se mantiene en niveles mínimos y anticipa que el consumo privado seguirá muy debilitado ante la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo los hogares en el actual contexto de inflaciones al alza (8,7% interanual en enero). En el lado positivo, la reapertura de China puede suponer un estímulo adicional a las exportaciones y al sector industrial alemán.
  • En balance, Alemania afronta un año difícil que seguirá marcado por la evolución de los mercados de gas natural. A corto plazo, gracias al ahorro en el consumo de gas (en torno al 12% en el año) y a las temperaturas más suaves de lo habitual, las reservas de gas se encuentran en referencias bastante elevadas para la fecha del año en la que nos encontramos (70%), por lo que la posibilidad de que se produzcan episodios de racionamiento de energía es muy escasa. No obstante, el reto se plantea de cara a la segunda mitad del año, donde la campaña de llenado de las reservas de gas para el invierno 2023-2024 podrá coincidir con la aceleración de la demanda energética en China. A priori, el suministro de gas ruso hacia Europa se reducirá más del 50% sobre el total de 2022, lo que imprime mayor relevancia al nivel de reservas con el que se llegue después del verano para determinar las expectativas de cara a la última parte del año.