Reino Unido
Reino Unido evita la recesión por la mínima en el 4T 2022.

Previsión |
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Prom. |
2016 |
2017 |
2018 |
2019 |
2020 |
2021 |
2022 |
2023 |
|
Crecimiento del PIB (%) |
2,0 |
2,2 |
2,4 |
1,7 |
1,6 |
-11,0 |
7,6 |
4,0 |
-0,9 |
Inflación IPC (%)* |
2,1 |
1,0 |
2,6 |
2,3 |
1,7 |
1,0 |
2,5 |
7,9 |
5,7 |
Saldo fiscal (% del PIB)** |
-6,1 |
-3,3 |
-2,4 |
-2,2 |
-2,2 |
-12,8 |
-8,0 |
-6,6(e) |
-6,6 |
Saldo fiscal primario (% del PIB)** |
-4,2 |
-1,7 |
-0,6 |
-0,5 |
-0,8 |
-11,7 |
-5,9 |
-1,8(e) |
-2,4 |
Deuda pública (% del PIB)* |
75,2 |
76,9 |
75,7 |
74,8 |
74,1 |
90,2 |
84,3 |
89,9(e) |
95,9 |
Tipo de interés de referencia (%)* |
0,5 |
0,3 |
0,5 |
0,8 |
0,8 |
0,1 |
0,3 |
3,5 |
4,2 |
Saldo corriente (% del PIB)** |
-4,1 |
-5,3 |
-3,6 |
-3,9 |
-2,7 |
-3,2 |
-2,0 |
-5,8(e) |
-5,2 |
Notas: * Promedio anual. (e): estimación.
** Previsiones de la Office for Budget Responsibility, incluyen el impacto del paquete de estímulo fiscal presentado. Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos del OBR, Statistical Office y BoE (vía Refinitiv).
- Reino Unido evita la recesión por la mínima en el 4T 2022. De hecho, el PIB se estancó en el final del año tras retroceder un 0,2% en el 3T 2022, situando el crecimiento en media de 2022 en el 4,0%. El dato del 4T, no obstante, oculta una clara evolución de más a menos que culmina con una caída del PIB en el mes de diciembre del 0,5%. La debilidad de fin de año deja a la economía en un punto de partida bastante delicado en el arranque de 2023, y no se puede descartar un retroceso del PIB en el 1T 2023 en torno al 0,5% intertrimestral. Las perspectivas para el resto del año no son mucho más favorables y se espera que el Reino Unido retroceda en media de 2023 un 0,9%, lo que situaría a la economía, a finales del ejercicio, todavía casi un 2,0% por debajo de su nivel previo a la pandemia.
- En este contexto de debilidad, el Ejecutivo de Rishi Sunak anunció en noviembre un paquete de medidas para limitar el impacto del encarecimiento de los precios de la energía sobre las familias y empresas equivalente al 2,0% del PIB. A diferencia del plan presentado por el Gobierno de Liz Truss (que forzó su dimisión en octubre de 2022), el paquete fiscal del Ejecutivo actual cuenta con la aprobación del Instituto de Estudios Fiscales (IFS) y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR). Según el Banco de Inglaterra (BoE), estas medidas aportarían 0,3 p. p. al crecimiento en este año, pero, dado que se retirarán a comienzos de 2024, el crecimiento podría verse recortado en casi 0,4 p. p. hasta 2025.
- Por otro lado, los elevados precios de la energía impulsaron la inflación hasta niveles máximos del 11,1% en octubre de 2022, para luego comenzar a descender y situarse en el 10,4% en febrero de este año. Cabe destacar la tendencia al alza de los precios de los servicios, lo que alerta de la persistencia de las presiones inflacionistas. Además, el dinamismo del mercado de trabajo –la tasa de paro comienza el año cerca de mínimos en el 3,7%– sumado a la escasez de mano de obra en sectores de la economía, sobre todo en servicios, están presionando al alza los salarios. En febrero crecían un 5,8% interanual, muy por encima del aumento medio del 2,5% de la década anterior. No se espera una corrección significativa ni en los precios de los servicios ni en los salarios en los próximos meses, por lo que no parece factible que la inflación converja a su objetivo del 2,0% antes de terminar 2024, según estimaciones del BoE. Ante este escenario, parece poco probable que el BoE decida recortar los tipos de interés a lo largo de este año, y opte por mantener las condiciones financieras en torno a los niveles actuales.
- Por último, señalar que, después de dos años desde que se hiciera efectivo el brexit, el Parlamento británico ha aprobado (con una mayoría muy amplia) el nuevo acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, el llamado Protocolo Windsor. Con este acuerdo se simplifican los términos del comercio entre Gran Bretaña y el Ulster, sin eliminar la aduana con el resto de la UE. Además, el Parlamento norirlandés podrá vetar aquellas regulaciones europeas cuando se pruebe que pueden causar un “grave y permanente” daño.