Reino Unido

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La economía del Reino Unido apenas creció en el 3T (0,1% intertrimestral), lo que supone una desaceleración respecto a los ritmos de la primera mitad de año (0,7% –explicado por el efecto anticipación ante la guerra arancelaria iniciada por Trump– en el 1T y 0,3% en el 2T); el PIB sigue avanzando, pero el ritmo todavía es insuficiente para que se pueda considerar una expansión sostenida. 

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11 de diciembre de 2025

Previsiones
20202021202220232024202520262027
Crecimiento del PIB (%)-10,18,55,20,31,11,31,21,5
Inflación IPC (%)*0,92,69,17,42,53,42,51,9
Saldo fiscal (% del PIB)-13,2-7,7-4,6-6,1-5,7-4,3-3,6-3,0
Saldo fiscal primario (% del PIB)-12,0-5,6-0,9-3,7-3,8-1,8-1,0-0,2
Deuda pública (% del PIB)93,191,789,891,893,794,695,996,4
Tipo de interés de referencia (%)*0,20,11,54,75,14,53,73,5
Saldo corriente (% del PIB)-2,9-0,4-2,1-3,5-2,7-3,1-3,0-2,6
EURGBP*0,890,860,850,870,850,860,890,88

Notas:* Promedio anual. Previsión de CaixaBank Research para el PIB y el IPC; del BoE para tipos de interés; y para el resto de variables, del FMI.

Fuente:CaixaBank Research, a partir de datos del ONS, del BoE y del FMI (vía Refinitiv y Bloomberg).

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Perspectivas

La economía del Reino Unido apenas creció en el 3T (0,1% intertrimestral), lo que supone una desaceleración respecto a los ritmos de la primera mitad de año (0,7% –explicado por el efecto anticipación ante la guerra arancelaria iniciada por Trump– en el 1T y 0,3% en el 2T); el PIB sigue avanzando, pero el ritmo todavía es insuficiente para que se pueda considerar una expansión sostenida. De todos modos, el desempeño en el 3T estuvo muy afectado por el ciberataque a Jaguar Land Rover (en lo que se ha denominado el evento cibernético más dañino que se ha producido en el Reino Unido, con una pérdida financiera de 1.900 millones de libras), cuyo impacto se espera que empiece a revertirse en el 4T, dado que a principios de octubre retomaron la producción de manera progresiva. El gasto público, la inversión y el consumo de los hogares (aunque con crecimiento muy reducido, apenas un 0,2% intertrimestral en el 3T 2025) sostuvieron el crecimiento, mientras que el sector exterior lo lastró, acusando la debilidad de la actividad económica en el resto del mundo. De otra parte, los indicadores del mercado laboral han seguido deteriorándose, con caídas en el número de ocupados, aumentos de la tasa de paro y desaceleración del crecimiento salarial.

Políticas económicas

La inflación parece haber tocado techo en septiembre, en octubre continuó la tendencia a la baja y esperamos que el proceso desinflacionario prosiga en la recta final del año y en 2026. Los todavía altos niveles de inflación (aunque ha comenzado a reducirse, todavía sigue por encima del objetivo del Banco de Inglaterra [BoE]) han llevado a la autoridad monetaria a ser cauta y a seguir un enfoque gradual con recortes de tipos de 25 p. b. en tres ocasiones en 2025 hasta el 4%. El discurso del BoE fue más laxo en su reunión de noviembre y, aunque mantuvo los tipos en el 4%, los datos conocidos posteriores a la reunión (PIB del 3T y mercado laboral) apoyan un nuevo recorte en diciembre y, además, los mercados cotizan entre una y dos bajadas adicionales en 2026 (tipo de interés oficial en el 3,5% o 3,25%).

Las finanzas públicas británicas siguen deteriorándose, a pesar de que la evolución de la economía no ha sido demasiado débil. En septiembre, el déficit del sector público alcanzó los 20.200 millones de libras, el mayor para ese mes en cinco años, y en el acumulado del año es un 13,1% superior al mismo periodo de 2024, el más elevado desde que hay registros mensuales (1993), solo superado por 2020. Por su parte, la deuda pública neta (sin bancos públicos) aumentó hasta el 95,3% del PIB, el nivel máximo desde los años sesenta. Este deterioro se explica por el aumento del gasto público, especialmente en intereses de la deuda, pensiones y servicios públicos, así como por una recaudación fiscal que, aunque ha crecido, lo ha hecho menos de lo esperado. El 26 de noviembre, el Gobierno británico presentó su nuevo presupuesto con un aumento del margen fiscal hasta los 21.700 millones de libras para 2029-2030, lo que supone un importante incremento respecto a los 9.000 millones anunciados en marzo, pero todavía muy lejos de los 31.000 millones de 2010-2022. Se contempla una subida de la recaudación de 26.000 millones de libras (eleva la carga fiscal hasta un máximo histórico del 38% del PIB), pero que no ocurrirá hasta finales de la legislatura, ya que muchas de las medidas anunciadas (congelación de umbrales del IRPF, aumento de las cotizaciones sobre pensiones o aumentos impositivos sobre las rentas de capital) no entrarán en vigor hasta 2028-2030. Sin embargo, el presupuesto sí que contempla un crecimiento del gasto, lo que elevará un aumento del déficit a corto plazo. De esta manera, el Gobierno laborista ha evitado un coste político (aunque tendrán que esperar a ver si esto tiene un efecto positivo en las encuestas), pero ni hace frente a la presión fiscal existente ni pone en marcha medidas para tratar de impulsar el débil crecimiento económico.

Tipo de cambio

La libra esterlina, aunque con sus vaivenes, ha tenido una tendencia de depreciación frente al euro a lo largo del año y cotiza algo por encima de 0,87 libras por euro. Esperamos que esta tendencia depreciadora continúe en los próximos trimestres. Esta evolución refleja tanto la incertidumbre fiscal interna como las expectativas de bajadas de tipos por parte del BoE frente a las expectativas de que el BCE habría llegado ya a un nivel neutral de tipos.

Riesgos

Las perspectivas a medio plazo para el Reino Unido son modestas; prevemos un crecimiento débil, con avances del 1,3% para 2025 y del 1,2% para 2026. Se enfrenta tanto a factores internos como externos que podrían debilitar aún más su desempeño económico.

  • Riesgos internos. El deterioro del mercado laboral, con caídas en el empleo y desaceleración salarial, añade presión sobre el consumo privado, mientras que la incertidumbre sobre la política monetaria persiste: un repunte inesperado de la inflación o tensiones en el mercado de divisas podrían obligar al BoE a ralentizar los recortes de tipos.
  • Riesgos externos. La economía británica sigue expuesta a la debilidad global (nuevos incrementos de las tensiones comerciales podrían tener un impacto negativo en su economía) y a la volatilidad de los precios energéticos, lo que podría agravar el deterioro del sector exterior. A ello se suman riesgos políticos –como tensiones en torno a la política fiscal– y la evolución del tipo de cambio: una depreciación más acusada de la libra, en un contexto de salida de capitales o pérdida de confianza, encarecería las importaciones y podría retrasar el proceso desinflacionario. En conjunto, estos factores configuran un escenario donde la recuperación británica podría ser más frágil y prolongada de lo previsto.

Calificación crediticia soberana

Agencia de calificaciónRating*Última modificaciónPerspectivaÚltima modificación
Standard&Poors

AA

27/06/16Estable21/07/23
Moody's

Aa3

16/10/20Estable20/10/23
FitchRatings

AA-

27/03/20Estable22/03/24
Grado de inversiónGrado especulativo

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