
República Árabe de Egipto
La economía egipcia recuperó en 2025 tasas de crecimiento del PIB en torno al 4,5%, impulsada por el renovado dinamismo del consumo privado, que continúa apoyado en la fortaleza del turismo, la reactivación de las remesas internacionales y la creación de empleo en el sector servicios.
| Previsiones | ||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | 2024 | 2025 | 2026 | 2027 | |
| Crecimiento del PIB (%) | 3,6 | 3,3 | 6,7 | 3,8 | 2,4 | 4,3 | 4,5 | 4,7 |
| Inflación, IPC (%) | 5,7 | 4,5 | 8,5 | 24,4 | 33,3 | 20,4 | 11,8 | 9,6 |
| Saldo presupuestario (% del PIB) | -7,5 | -7,0 | -5,7 | -5,8 | -7,1 | -12,4 | -10,7 | -8,1 |
| Deuda pública (% del PIB) | 86,2 | 89,9 | 88,5 | 95,9 | 90,9 | 87,0 | 85,0 | 82,4 |
| Tipo de interés de referencia (%)* | 9,5 | 8,3 | 11,2 | 18,2 | 26,1 | 23,8 | 18,4 | 13,8 |
| Tipo de cambio (EGP/USD)* | 16,1 | 15,7 | 16,5 | 25,8 | 36,3 | 49,7 | 51,5 | 54,1 |
| Saldo por cuenta corriente (% del PIB) | -2,9 | -4,4 | -3,5 | -1,2 | -5,4 | -5,1 | -4,3 | -4,3 |
| Deuda externa (% del PIB) | 32,2 | 31,7 | 35,5 | 43,1 | 42,9 | 42,8 | 41,0 | 42,8 |
Notas: * Promedio anual. Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de Thomson Reuters Datastream y previsiones del FMI (WEO, octubre de 2025). Previsiones | ||||||||
Perspectivas
En el marco del programa de asistencia del FMI, las políticas aplicadas desde 2024 han contribuido a la estabilización macroeconómica, incluidas la unificación y flexibilización del régimen cambiario, el aumento de tipos de interés para contener una inflación récord y la progresiva reducción del elevado peso del sector público en actividades productivas. La economía recuperó en 2025 tasas de crecimiento del PIB en torno al 4,5%, impulsada por el renovado dinamismo del consumo privado, que continúa apoyado en la fortaleza del turismo, la reactivación de las remesas internacionales y la creación de empleo en el sector servicios (la tasa de paro agregada se sitúa en torno al 7%).
El desarrollo de grandes proyectos urbanísticos –en la península de Ras-Al Hekma con fines turísticos y financiación de EAU, y la Nueva Capital Administrativa al este de El Cairo– están contribuyendo a revitalizar la inversión privada, al tiempo que la pública continúa ajustando a la baja su elevado peso (75%). Los acuerdos de paz en Gaza podrían suavizar las disrupciones del tráfico marítimo a través del Canal de Suez, que han supuesto desde 2024 una merma significativa de ingresos fiscales en divisas y un factor de freno al crecimiento económico.
Políticas económicas
El menor precio del petróleo, la depreciación más contenida del tipo de cambio y la introducción de una banda objetivo para el banco central (7 ±2% en el 4T 2026 y 5±2% en el 4T 2028) continuarán apoyando la moderación de la inflación. No obstante, esta se mantendrá todavía en tasas elevadas (por encima del 10% en 2026), lastrada por una notable persistencia en el componente de alimentos, y condicionando bajadas progresivas del tipo de interés, en dos dígitos al menos hasta 2027.
El aumento en el coste de financiación ha llevado al déficit público por encima del 10% del PIB en 2025. No obstante, se espera que un mayor crecimiento, el aumento de los ingresos por privatizaciones, las reformas previstas en la estructura impositiva y la racionalización de los subsidios contribuyan a la reducción de la deuda pública en los próximos años.
La menor producción y exportación de petróleo y gas, el impulso de las importaciones de bienes y servicios y la pérdida de ingresos por el Canal de Suez han ampliado el déficit por cuenta corriente por encima del 5% del PIB desde 2024 y se espera una corrección progresiva conforme las reformas previstas mejoren la competitividad exterior. El incremento de la inversión extranjera directa ha permitido recuperar el volumen de reservas internacionales, que alcanzarían a cubrir ahora más de seis meses de importaciones, pero que nuevamente se han visto superadas por la deuda externa a corto plazo, cuyo fuerte crecimiento ha deteriorado las métricas de liquidez financiera.
A medio plazo, el FMI estima que si el gobierno formado en julio de 2024 consolida la agenda de reformas estructurales (reducción del peso del Estado, mejora del clima de negocios, avance en la competencia y la gobernanza, y mayor apertura a la inversión privada, sobre todo en sectores estratégicos), el crecimiento del PIB podría converger gradualmente hacia tasas del 5% anual.1 Las agencias de calificación crediticia vienen recogiendo progresivamente la mejora de perspectivas económicas, si bien la deuda soberana egipcia a largo plazo se mantiene como un activo altamente especulativo.
- 1
FMI (2025), «Arab Republic of Egypt: 2025 Article IV Consultation, Fourth Review Under the Extended Arrangement Under the Extended Fund Facility» IMF Staff Country Reports 25/186.
Tipo de cambio
La elevada inflación y el desequilibrio externo mantienen las presiones para la depreciación de la libra egipcia, pero se espera que lo haga a un ritmo contenido en los próximos años (cerca de un 5% anual frente al dólar en 2026-2027). Los flujos de capital del exterior, favorecidos por la flexibilización del régimen cambiario en los últimos años, han permitido mayor estabilidad de la divisa respecto a otros mercados emergentes.
Riesgos
El panorama de riesgos está sesgado a la bajada, con elevada vulnerabilidad externa, fiscal y bancaria, deficiencias estructurales y potenciales focos de tensión en el ámbito social.
Condicionada por sus desequilibrios fiscal y externo, unas elevadas necesidades de financiación y un fuerte nexo financiero soberano-bancario, la economía es vulnerable a riesgos globales, como nuevos episodios de incertidumbre comercial o geopolítica, un endurecimiento de las condiciones financieras en los mercados internacionales y la evolución de los precios de las materias primas. Por su parte, los riesgos regionales han disminuido tras el acuerdo de paz en Gaza, pero la situación continúa siendo frágil, con implicaciones relevantes para el comercio con sus socios de Oriente Próximo y la actividad económica en el Mar Rojo.
Adicionalmente, identificamos los siguientes riesgos idiosincráticos:
- El sistema bancario, aunque rentable y líquido, presenta una elevada exposición a deuda pública y un peso dominante de la banca estatal (dos tercios de los activos), lo que limita la intermediación hacia el sector privado y puede amplificar riesgos en caso de shocks, como el reciente incremento de préstamos en divisa no cubiertos a entidades públicas.
- La situación política se mantiene estable tras la reelección del presidente El-Isis en diciembre de 2023 con cerca del 90% de los votos, pero la gobernanza es débil ante la práctica ausencia de oposición real y con margen para la mejora en los mecanismos de rendición de cuentas.
- En el ámbito social, el deterioro de la capacidad adquisitiva de la población y el elevado paro juvenil e informalidad en el mercado de trabajo condicionan una retirada gradual de subsidios acompañada de la protección de los colectivos más vulnerables. Además, el país ha recibido desde 2023 un elevado volumen de refugiados sudaneses y gazatíes, lo que ha añadido presión demográfica sobre el precio de los alquileres y la cesta de la compra.
Calificación crediticia soberana
| Agencia de calificación | Rating* | Última modificación | Perspectiva | Última modificación |
|---|---|---|---|---|
![]() | 10/10/25 | Estable | 10/10/25 | |
![]() | 5/10/23 | Positiva | 7/03/24 | |
![]() | 1/11/24 | Estable | 1/11/24 | |
| Grado de inversiónGrado especulativo | ||||





