
República de Sudáfrica
La economía sudafricana muestra una recuperación gradual, impulsada por la reactivación del consumo privado en un entorno de menor inflación y creación de empleo. Destaca también el rebote de la inversión, favorecida por la normalización en el funcionamiento de infraestructuras básicas de energía y transporte, así como por la mejora generalizada de la confianza tras la formación de un gobierno de coalición en 2024.
| Previsiones | ||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | 2024 | 2025 | 2026 | 2027 | |
| Crecimiento del PIB (%) | -6,2 | 4,9 | 2,1 | 0,8 | 0,5 | 1,1 | 1,2 | 1,5 |
| Inflación, IPC (%) | 3,3 | 4,6 | 6,9 | 5,9 | 4,4 | 3,4 | 3,7 | 3,2 |
| Saldo presupuestario (% del PIB) | -9,6 | -5,5 | -4,3 | -5,5 | -5,8 | -6,0 | -5,6 | -5,3 |
| Deuda pública (% del PIB) | 68,9 | 68,8 | 70,7 | 73,2 | 76,0 | 77,3 | 79,5 | 81,9 |
| Tipo de interés de referencia (%)* | 4,2 | 3,5 | 5,3 | 8,0 | 8,1 | 7,2 | 7,0 | 6,8 |
| Tipo de cambio (ZAR/USD)* | 16,5 | 14,8 | 16,4 | 18,5 | 18,3 | 18,1 | 18,2 | 18,4 |
| Saldo por cuenta corriente (% del PIB) | 2,0 | 3,7 | -0,3 | -1,1 | -0,7 | -0,9 | -1,2 | -1,6 |
| Deuda externa (% del PIB) | 44,8 | 39,2 | 43,0 | 41,3 | 40,3 | 41,5 | 41,5 | 43,2 |
Nota: * Promedio anual. Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de Thomson Reuters Datastream y previsiones del FMI (WEO, octubre de 2025). Previsiones | ||||||||
Perspectivas
El crecimiento del PIB sudafricano se ha mantenido modesto en los últimos años –menos del 1% en promedio desde 2023–, lastrado por apagones eléctricos y disrupciones logísticas en puertos y transporte ferroviario, así como por el impacto de la sequía al inicio de 2024.
La economía muestra una recuperación gradual, impulsada por la reactivación del consumo privado en un entorno de menor inflación y creación de empleo. Destaca también el rebote de la inversión, favorecida por la normalización en el funcionamiento de infraestructuras básicas de energía y transporte, así como por la mejora generalizada de la confianza tras la formación de un gobierno de coalición en 2024.
Políticas económicas
La relativa estabilidad cambiaria y el menor avance generalizado de los precios, cuyas expectativas se sitúan de forma confortable dentro del rango objetivo de inflación del banco central (3%-6%), favorecen la progresiva relajación de la política monetaria. Sin embargo, el tipo de interés se espera que se modere solo gradualmente como ancla externa ante el panorama de riesgos existente (la tasa de referencia se mantendría estable en torno al 7% en 2025-2027).
Las finanzas públicas muestran un deterioro significativo, con la ampliación del déficit presupuestario por encima del 5% del PIB lastrado por la menor recaudación impositiva y el encarecimiento de la financiación, contribuyendo a una escalada de la ratio de deuda que se encamina hacia niveles del 80% del PIB.
El déficit por cuenta corriente se mantiene moderado, alrededor del 1% del PIB, contenido por la entrada de remesas y las exportaciones de oro y otras materias primas, aunque es previsible que se amplie conforme la recuperación económica gane tracción. El país ha comenzado a implementar una estrategia de diversificación productiva y exportadora, orientada a reducir su dependencia de materias primas, mitigar el impacto de los aranceles externos (como el 30% establecido en 2025 por EE. UU.) y aprovechar las oportunidades de integración regional en el marco del área de libre comercio continental africana (AfCFTA por sus siglas en inglés).
La estructura de financiación del desequilibrio externo es sólida, con una notable entrada de inversión extranjera directa (c. 1,5% del PIB) y se espera que los flujos netos de cartera se vuelvan positivos conforme la mejora del entorno de negocio y las reformas económicas se implementen. La persistencia del déficit por cuenta corriente mantendrá la presión a la baja sobre el nivel de reservas internacionales, si bien las métricas de liquidez se mantienen holgadas, cubriendo unos seis meses de importaciones y superando ampliamente el valor de la deuda externa a corto plazo.
El FMI estima que la implementación decidida de reformas estructurales –en los sectores de energía y logística, un mercado laboral más flexible, mayor eficiencia del gasto público, la mejora de la gobernanza y del entorno de negocios, y el impulso de la transición verde y digital– podría elevar el crecimiento potencial del país hasta un 2%.1 En este contexto, aunque las agencias de calificación crediticia mantienen la deuda sudafricana en grado especulativo, S&P mejoró la perspectiva a positiva tras la formación del Gobierno de coalición y el esperado impulso reformista.
- 1
FMI (2025), «South Africa: 2024 Article IV Consultation» IMF Staff Country Reports 25/28.
Tipo de cambio
El rand sudafricano mantiene una tendencia de apreciación frente al dólar desde mediados de 2023, si bien el tipo de cambio ha estado sujeto, como en otras economías emergentes, a los episodios de incertidumbre y volatilidad en los mercados internacionales en torno a las elecciones y políticas de EE. UU.
Riesgos
El panorama de riesgos está sesgado a la bajada, con elevada vulnerabilidad externa y fiscal, deficiencias estructurales y potenciales focos de tensión en el ámbito sociopolítico y medioambiental.
El elevado déficit fiscal, la creciente deuda pública y la dependencia de financiación externa amplifican el riesgo ante potenciales episodios de volatilidad en los mercados globales y el endurecimiento de las condiciones financieras. Un entorno internacional menos favorable o caídas abruptas en los precios de los metales afectarían negativamente a las exportaciones y a la recaudación fiscal, mientras que el auge del proteccionismo comercial y la fragmentación geoeconómica añadirían presión sobre la balanza de pagos y la actividad industrial.
Adicionalmente, identificamos los siguientes riesgos idiosincráticos:
- El sistema bancario se mantiene resiliente y bien capitalizado, con niveles adecuados de liquidez y una supervisión prudencial sólida, aunque con una elevada exposición a deuda pública y el aumento de la morosidad en ciertos segmentos (hogares vulnerables y pequeñas empresas).
- Persisten cuellos de botella domésticos en electricidad, transporte y logística, que limitan la inversión privada y la competitividad, y cuya resolución depende de la ejecución efectiva de las reformas anunciadas y de la capacidad de gestión de estas infraestructuras críticas.
- Una consolidación fiscal insuficiente o un crecimiento menor dificultarían la estabilización de la deuda pública y reducirían el margen de maniobra ante shocks, mientras que un aumento de los costes de financiación podría forzar recortes en inversión pública o protección social.
- El elevado desempleo estructural (tasa de paro por encima del 30%), la desigualdad y la pobreza mantienen latente el riesgo de conflictividad social ante un potencial deterioro del poder adquisitivo o retrasos en la agenda de inclusión.
- La coalición de gobierno tras las elecciones es amplia y heterogénea, recogiendo sensibilidades diversas que podrían dificultar los consensos necesarios para la implementación de reformas, principalmente en el ámbito fiscal.
- El país es vulnerable a eventos climáticos extremos que afectan a la producción agrícola e infraestructuras, mientras que una inadecuada transición energética podría encarecer la electricidad y retrasar los compromisos de descarbonización.
Calificación crediticia soberana
| Agencia de calificación | Rating* | Última modificación | Perspectiva | Última modificación |
|---|---|---|---|---|
![]() | 29/04/20 | Positiva | 15/11/24 | |
![]() | 20/11/20 | Estable | 1/04/22 | |
![]() | 20/11/20 | Estable | 15/12/21 | |
| Grado de inversiónGrado especulativo | ||||





