La economía portuguesa recupera los niveles previos a la pandemia en el 1T 2022
En el 1T 2022, el ritmo de crecimiento del PIB de Portugal superó ampliamente la previsión de CaixaBank Research, lo que situó el PIB un 1,2% por encima del 4T 2019.
En el 1T 2022, el ritmo de crecimiento del PIB de Portugal superó ampliamente la previsión de CaixaBank Research, lo que situó el PIB un 1,2% por encima del 4T 2019.
En el 1T 2022, el PIB moderó de forma marcada el ritmo de crecimiento respecto al trimestre anterior en un entorno macroeconómico complejo. Así, el PIB creció un 0,3% intertrimestral en el 1T 2022, un registro muy inferior al del trimestre anterior (2,2%) y ligeramente por debajo de lo que preveíamos (0,5% según CaixaBank Research). Es un dato modesto pero que se enmarca en un trimestre condicionado, en el tramo inicial, por los efectos de la variante ómicron, con su consiguiente impacto en términos de incertidumbre y sobre el ocio y el turismo, y por los efectos del estallido del conflicto bélico en el tramo final, que acarrearon aún más incertidumbre, mayores precios de la energía y disrupciones en la industria por la huelga de los transportistas y el agravamiento de los cuellos de botella. En términos interanuales, la economía se situó un 6,4% por encima del registro del 1T 2021. Asimismo, con este dato, el PIB se sitúa un 3,4% por debajo del nivel prepandemia (4T 2019).
Los datos publicados esta semana confirman que el riesgo de estanflación se ha incrementado en la economía del euro desde el comienzo del año. Por un lado, el crecimiento del PIB siguió perdiendo empuje en el 1T (0,2% intertrimestral). Por el otro, la inflación se estabilizó en abril (7,5% la general y 3,5% la subyacente), si bien las presiones alcistas se están extendiendo a lo largo de la cesta de consumo. De cara a los próximos meses, no descartamos que el PIB pueda retroceder en el 2T, mientras que la inflación se mantendrá en cotas elevadas.
La incidencia acumulada en la población de más de 60 años ha repuntado durante la última semana en España, pasando a 608 contagios por 100.000 habitantes. A pesar de ello, los indicadores de ocupación hospitalaria y, especialmente, en UCI se sitúan en un rango moderado en todas las CC. AA. Esta dinámica también se observa en el resto de países europeos, donde la presión hospitalaria se mantiene contenida. Por su parte, la reciente ola de contagios registrada en Hong Kong, Corea del Sur y Japón está en remisión, aunque las restricciones impuestas por China en Shanghái y Pekín apuntan a que la situación aún no está estabilizada en el país.
La inflación general se moderó hasta el 8,4% en abril (9,8% en marzo), según el dato avanzado por el INE. De confirmarse, sería la segunda vez desde febrero de 2021 que la inflación se modera respecto al mes anterior. Aun así, la inflación general actual se encuentra en su segundo valor más alto de las últimas tres décadas, solamente superada por el registro de marzo. En cambio, la inflación subyacente ha aumentado significativamente hasta el 4,4% (3,4% en marzo), el mayor valor de la serie desde 1995. En este sentido, mientras que la inflación general podría haber alcanzado su pico en marzo, la inflación subyacente aún tiene recorrido al alza.
Los resultados de la EPA confirman la resiliencia del mercado laboral español en un primer trimestre marcado, primero por la sexta ola del COVID-19, y luego por el estallido de la guerra en Ucrania. La desaceleración del empleo ha sido más moderada de lo que cabría esperar en un escenario tan adverso. El sector industrial, afectado por el encarecimiento de la energía y los problemas de suministros, es el que muestra un peor comportamiento del empleo.
En el 1T 2022, el PIB se contrajo un 0,4% intertrimestral, lo que contrasta con el avance del 1,7% en el 4T 2021. La notable pérdida de vigor, no obstante, estuvo muy afectada por una contribución negativa del sector externo y de la variación de existencias. Excluyendo estos componentes, la demanda interna mantuvo el ritmo de crecimiento en cotas considerables, lo que refleja la resiliencia del consumo privado y el buen desempeño de la inversión empresarial. De cara al 2T 2022, los datos mensuales siguen aguantando el contexto de incertidumbre, aunque los riesgos sobre la economía siguen siendo significativos.
El PIB de China creció un 1,3% en el 1T 2022 respecto al 4T 2021, lo que representa una desaceleración con respecto al último trimestre (1,5% intertrimestral en el 4T 2021). Sin embargo, el dato interanual del 4,8% fue superior al 4,0% registrado en el 4T 2021, cuando la economía se venía recuperando de los efectos de la expansión de la variante delta y los severos cuellos de botella que habían llevado a cierres de puertos e interrupciones de producción en el 3T. En el 1T 2022, el impacto de la política COVID cero se volvió a sentir, con una serie de confinamientos en grandes ciudades –como Hong Kong, Shenzhen y, más recientemente, Shanghái– para contener los mayores brotes de coronavirus identificados por las autoridades de salud desde el de Wuhan en 2020. Por otro lado, la crisis inmobiliaria sigue dejando huella en la economía del gigante asiático.
Tras la reunión de hoy, sin una actualización de las previsiones macroeconómicas, el BCE anunció que los indicadores económicos publicados en las últimas semanas refuerzan la intención de finalizar las compras netas de activos del APP en el 3T. Sin que ello sea todavía una decisión en firme, Lagarde explicó por videoconferencia, tras haber sido positiva en COVID-19, que esperarán a la reunión de junio para anunciar cómo y exactamente cuándo será este nuevo paso en el proceso de normalización de la política monetaria.