El crecimiento del PIB prácticamente se estanca en el 3T
En el 3T 2022, el PIB moderó de forma marcada el ritmo de crecimiento respecto al trimestre anterior en un entorno macroeconómico complejo.
En el 3T 2022, el PIB moderó de forma marcada el ritmo de crecimiento respecto al trimestre anterior en un entorno macroeconómico complejo.
La inflación general cayó hasta el 7,3% en octubre (8,9% en septiembre) según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Por su parte, la inflación subyacente se mantuvo en el 6,2% (mismo dato que en septiembre). El dato de inflación general supone una sorpresa a la baja frente a la previsión de CaixaBank Research, en la que se anticipaba una rebaja más leve de la acontecida. Por su parte, el dato de inflación subyacente se sitúa en línea con lo esperado.
Lo que en otro momento hubiera sido un gran campanazo, hoy se quedó en una decisión casi cantada: por segundo mes consecutivo, el BCE subió los tipos de interés en 0,75 p. p., en línea con lo esperado y emplazándolos en el 1,50% (tipo depo) y 2,00% (tipo refi), el nivel más elevado desde finales de 2008.
En el 3T 2022, el PIB avanzó un 0,6% respecto al trimestre anterior (+2,6% intertrimestral anualizado). Se trata del primer avance intertrimestral en 2022, después de las caídas ocurridas en el 1T y 2T. De este modo, EE. UU. saldría de la “recesión técnica” en la que presumiblemente había entrado en el trimestre anterior. A pesar del dato positivo, algunos elementos matizan en negativo el repunte, como el enfriamiento del consumo privado (principal componente del PIB) o el colapso de la inversión inmobiliaria. También, la buena marcha registrada en las exportaciones quizás tiene los días contados en un entorno global en desaceleración económica.
Los resultados de la EPA del tercer trimestre confirman la pérdida de dinamismo del mercado laboral.
En su reunión de la semana que viene creemos que la Fed realizará la cuarta subida de 0,75 p. p. consecutiva para situar el intervalo objetivo en el 3,75%-4,00%, el nivel más elevado desde inicios de 2008. Los datos de inflación (en el 8,2% interanual en septiembre, según el IPC general) y la fortaleza del mercado laboral (con la tasa de paro en el 3,5%) no permiten todavía a la Fed reducir el ritmo del endurecimiento de la política monetaria.
El PIB de China creció un 3,9% en el 3T 2022 respecto al 2T, tras recuperarse de la fuerte deceleración observada en el trimestre anterior (–2,7% intertrimestral en el 2T 2022), a raíz de los extensos cierres a partir de finales de marzo en ciudades como Shanghái, Shenzhen o Pekín. El dato se ubicó por encima de la previsión de consenso de Bloomberg (3,3%) y de la previsión de CaixaBank Research (2,8%). La publicación del dato del PIB, con un retraso de una semana (la fecha inicial de publicación era el 18 de octubre), llega en un momento particularmente sensible para China. El XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, que finalizó el pasado domingo, se ha celebrado en un entorno de crecientes riesgos económicos y geopolíticos. Este congreso quinquenal ofreció algunas luces sobre las prioridades políticas de China para los próximos años y sobre la división de poderes dentro del partido. Destacó el tema de la seguridad y la autosuficiencia en materias como la alimentación, la energía o la tecnología, que han ganado un papel central en el discurso político. Por otro lado, la nueva Constitución del PCC y los cambios de sillas en el Politburó demuestran el refuerzo del poder del presidente Xi Jinping.
Creemos que en la reunión de la semana que viene el BCE subirá los tipos de interés oficiales en 0,75 p. p., como ya hizo en septiembre, para tratar de abandonar la política monetaria acomodaticia lo más rápido posible. Además, es probable que en el comunicado oficial se reitere el mensaje de que el Consejo de Gobierno espera seguir subiendo los tipos de interés en las siguientes reuniones, aunque dejando claro que el ritmo de subida se decidirá reunión a reunión en función de la evolución de los datos macroeconómicos, sin dar una señal firme sobre el posible punto de llegada.
La inflación general se moderó hasta el 8,9% en septiembre (10,5% en agosto), 1 décima por debajo del dato adelantado del INE, gracias a la fuerte moderación en los precios de la energía, entre los que destaca la caída intermensual en los precios de la electricidad. La inflación subyacente (la general sin energía ni alimentos no elaborados) también cayó, aunque en menor medida, hasta el 6,2% (6,4% en agosto), debido a la moderación en el crecimiento de los precios de bienes industriales y servicios, que más que compensaron el alza en los precios de los alimentos elaborados.
La inflación general estadounidense se situó en septiembre en el 8,2%, un dato todavía muy elevado y por encima de lo esperado por el consenso de analistas y por CaixaBank Research. Asimismo, la inflación subyacente volvió a incrementarse, hasta el 6,6% (6,3% en agosto), el máximo registro en los últimos 40 años y con aumentos considerables en los precios de algunos componentes muy inerciales y con un peso elevado en la canasta, como es el de los alquileres y alquileres imputados.