La inflación de EE. UU. cayó 1 p. p. en junio hasta el 3%, un nivel no visto desde marzo de 2021 y que se ubica ligeramente por debajo de lo esperado por el consenso de analistas. A diferencia de otros meses, el descenso de la inflación en junio no fue causado solamente por unos menores precios energéticos, pues la inflación núcleo descendió 0,5 p. p., o por efectos base, pues el aumento intermensual desestacionalizado tanto del IPC general como núcleo fue del 0,2%, consistente con una evolución interanual del 2%. De hecho, los signos de desinflación fueron visibles en la mayor parte de la cesta, con caídas en importantes partidas subyacentes, como los costes de la vivienda (shelter), con gran peso en la cesta, o en los vehículos usados. Pensamos que el dato de junio va en la dirección que desea la Reserva Federal, pero no es suficiente como para persuadir al banco central para no subir sus tipos de interés oficiales en la próxima reunión de finales de julio, o ni tan siquiera moderar el tono hawkish sobre la trayectoria de la política monetaria.