BCE: acción en la inacción
El BCE exhibió un tono relativamente positivo en una reunión de octubre en la que, por primera vez desde julio de 2022, no tocó los tipos de interés y los mantuvo en los niveles fijados en septiembre (depo al 4,00%, refi al 4,50%). Tampoco realizó ni insinuó cambios en otras herramientas, como el PEPP o los requisitos mínimos de reservas: de hecho, Lagarde dijo que ni se llegó a discutir sobre ajustar estos instrumentos. Este relativo optimismo del BCE fue reflejo de una mayor confianza en la lucha contra la inflación, mientras que, respecto a la actividad económica, el BCE apuntó a debilidad y perspectivas flojas para los próximos meses. Aunque el banco central también valoró positivamente la transmisión de su endurecimiento monetario, recordó que las previsiones de inflación siguen demasiado elevadas durante demasiado tiempo y reiteró su intención de mantener una política monetaria restrictiva por un buen tiempo. Por último, y en referencia a la guerra de Gaza, el BCE reconoció un aumento de la incertidumbre, pero también remarcó que, ahora, en una economía europea con tipos de interés altos y actividad debilitada, los efectos sobre la inflación de un shock energético no son comparables a los de la guerra de Ucrania.